Saturday, March 29, 2008

ARTICULO DE CARLOS CASTILLO CARDONA EN SU COLUMNA DE "EL TIEMPO"

Refleja el sentir de muchas personas que rechazamos la intolerancia y el fundamentalismo.

NO ENGAÑARSE
Ineficiencia o Piedad

Si lo secuestran, ¿a quién acudiría: al Gobierno o a Piedad Córdoba?

Si tuviese la mala fortuna de caer en manos de las Farc, ¿usted preferiría acudir para su liberación al gobierno nacional, con Álvaro Uribe de presidente, o recurrir a las gestiones de personas como Piedad Córdoba? Le hago la pregunta a usted, que hace parte de los que han apilado una montaña de insultos, amenazas y maldiciones que caen sobre esta senadora, colombiana de buena fe.

No sé si usted ha tenido el valor de oír ese programa de radio Caracol, Las voces del secuestro, en el que, de noche y hasta la madrugada, los parientes de secuestrados envían al aire, incontrolado y azaroso, los mensajes que esperan que alguien reciba en la mitad de la selva, en un cambuche inhumano, seguramente encadenado a las patas de un camastro. Con angustia, con la voz entrecortada, leen o improvisan sus mensajes, como un náufrago que lanza al océano un mensaje en una botella. Allí hablan los esposos, los padres, los hijos y los nietos. A veces, algún amigo. Muestran, sin quererlo, que su esperanza está debilitada, especialmente cuando ruegan a las Farc (que deben morirse de la risa) el envío de alguna prueba de la supervivencia de sus parientes secuestrados, que atiendan sus enfermedades, que respeten su vida.

Como los parientes de los secuestrados se sienten abandonados de todos, usualmente piden la protección de Dios, que tampoco se ha mostrado muy generoso con eso de la liberación de secuestrados. Estoy seguro de que usted, que tanto desbarra de Piedad, no tiene a algún ser amado en manos de las Farc o del Eln. Creo que es necesario que reflexione un poco, porque si usted estuviera en esas condiciones comprendería que la falta de acuerdo humanitario y las amenazas no ejecutadas de rescate del Gobierno y sus adjetivaciones insultantes de nada han servido en estos largos cinco, casi seis años, del presidente Uribe. Que pueden ser seis más. Tampoco sirvió la presidencia boba de Pastrana, también ineficiente en estrategias y acciones. Son muy pocos los que han sido rescatados por las armas. Entre ellos la Chiva Cortés, pero vaya y pregúntele cómo explica el milagro de no morir asesinado o por una bala perdida en un ataque sorpresivo del Ejército.

Si usted tuviera a alguien secuestrado sabría que no importan las palabras sino las acciones. Si Piedad Córdoba no insulta a los secuestradores, no necesariamente se debe a que los tiene en alta estima. ¿No será porque si uno tiene que negociar, no insulta ni amenaza? Si usted estuviera en vilo, no le diría vendepatrias, aliada de las Farc o una chavista enamorada. Usted reflexionaría y comprendería mejor, en vez de insultar a tontas y a locas. Tampoco criticaría a los parientes de los secuestrados que no participan en marchas. Pensaría, con razón, que las Farc, conociéndolas como las conoce el país, se ensañarían con los secuestrados y los pondrían en condiciones más inhumanas de las extremas que ya tienen. Tampoco diría usted, como lo dice un general de la república, que la mamá de Íngrid ha sobrevalorado a su hija y que por ello sigue presa. No afirmaría que la Betancourt dio papaya, se expuso solo por su vanidad, y que bien merecido lo tiene. Tampoco juraría usted que el Presidente no puede ceder porque estimula otros secuestros. Eso solo es un argumento para justificar la incompetencia del Gobierno.

No se engañe usted, ni se justifique diciendo que soy de las Farc o me volví mamerto. Yo estoy totalmente en contra de la violencia ejercida contra gente inerme e inocente. Tampoco soy incondicional de las actitudes de Piedad, ni de algunos de sus discursos salidos de tono. Pero no creo aceptable que muchos colombianos, víctimas de la ceguera, la insensibilidad y el prejuicio, fruto de la ignorancia, se vayan en contra de Piedad Córdoba por las gestiones a las que muchos de los parientes de los secuestrados se aferran como la última tabla de salvación.

1 comment:

MANDALAS POEMAS said...

De acuerdo con Usted amigo periodista. De alguna manera piedad es una esperanza a la que muchos le tenemos fe.
Un abrazo fraternal.