Monday, December 28, 2015

¿Existe hoy día una alternativa a la democracia?

Saturday, 18 January 2014

Tomado de El Austroliberal, Birmingham 10 de Enero de 2014, 
por Jorge A. Soler Sanz

Nos gustaría reconocer al lector el hecho de que este autor siempre ha sido anarquista de una forma más o menos coherente a lo largo de toda su vida. Pero lo nuestro ha venido a ser una toma de consciencia paulatina sobre algo que de alguna manera siempre ha estado presente en nuestras vidas aunque haya sido de forma latente. De jóvenes (no implique el lector aquí que ya no lo somos) no éramos muy conscientes de este hecho, pero siempre nos hemos comportado ante el Estado como si se tratara de un enemigo declarado. Recuerdo en una ocasión, allá por 1999, donde me negué a pagar la tasa de mi DNI, frente a la estupefacción e incredulidad del funcionario que en ese momento sostenía en la mano nuestro carnet, por no tratarse de un pago voluntario. En aquel entonces no alcance a comprender la idea de estar obligado por ley a pagar por algo que todo el mundo sabe es obligatorio. La idea de que el Estado podía obligarme por un lado a poseer un carnet y pagarlo por el otro me pareció una contradicción imperdonable. El agravio fue tal, que me fui de la comisaria sin carnet y, para decirlo todo, la verdad es que sigo sin él desde entonces. La ofensa de exigirme por ley que pagara por algo me pareció tan grave que en verdad todavía me dura. ¿Qué sentido tiene obligar a alguien a pagar por algo frente a lo cual no se da ninguna alternativa? O expresado de otro modo, ¿Tiene sentido obligar por ley que un ciudadano pague por algo o que contrate un servicio? Y si esto es así, ¿Qué fuente del derecho lo justificaría?


Decía Almudena Negro el otro día en el Instituto Juan de Mariana que el IRPF debería de abolirse por poner éste en el punto de mira al individuo, que siempre será "sospechoso" frente al Estado de producir riqueza. Aquí no se trataba de quitar importancia a la parte económica del asunto (penalizar la producción, recordaba Almudena), sino en señalar su aspecto político (un ciudadano que no ha roto la ley no debe de ser sospechoso de nada, como tampoco se puede exigir de él que declare contra su voluntad). Esto me hizo recordar un encontronazo que tuve aquí en Inglaterra con la policía hace ya un tiempo por bajar una cuesta de noche con la bici haciendo manual mientras regresaba a casa de casa de unos amigos. De verdad que no somos unos imprudentes (la calle estaba desierta), pero cómo sabemos que no hay nada en el manual contra este tipo de actividades, me negué a darle mi nombre al agente al objeto de que no me multara. El policía, por su parte (un poco desde el descrédito) me informó que no tenía derecho a reservarme esta información y me ordenó de inmediato que se la comunicara. Ante esto yo le pregunté ¿pero agente, si como hombre privado de libertad tengo derecho a permanecer en silencio, no le parece a usted que como hombre libre también lo debería de tener y con más razón?, pero tras decir esto me arrestaron y acabé en la comisaría. Al final me tuvieron que soltar sin multa ni cargos, pero, todo hay que decirlo, en el entretanto me pasé unas horitas en el calabozo acusado de "negarme a declarar contra mí mismo." Y después de todo, la verdad es que se podrían haber ahorrado el trabajo, pues ya les advertí de entrada que no era posible multarme en base a la presente normativa (ni siquiera tengo carnet de conducir), pero entiendo que para la policía un ciudadano que se niega a declarar contra sí mismo ha de ser de lo más sospecho.

Almudena Negro tiene toda la razón al pedir que se extinga este impuesto, pero para mí, no por una razón política, o una razón económica, sino por una cuestión ética de fondo. Los impuestos, sean del tipo que sean, atentan contra el axioma de no agresión, y no tiene mucho sentido postular una agencia protectora de la propiedad privada que se ve ella misma obligada a expropiarla para poderla proteger. Esto no tiene mucho sentido. Ningún impuesto debería estar permitido. Si el IRPF obliga a declarar a los productores, el IVA obliga a declarar a los comerciantes. La apariencia nos parecería indicar que en verdad es el cliente el que abona este impuesto de forma voluntaria tras comprar el producto, pero una factura sin IVA es una factura donde el comerciante se queda en verdad con el supuesto valor añadido que este impuesto impone en el producto vendido. Pero incluso si se admite que esto no es así, todavía tiene que verse claro el hecho de que el comerciante aún se encuentra en una situación donde se le obliga a declarar frente a hacienda. El cliente podrá comprar o no un producto, pero nunca se le pide declarar nada por hacerlo o no hacerlo.

"Claro," dirán algunos, "pero si no se paga ningún tipo de impuesto tampoco habrá gobierno." Y, sin embargo, gobierno si habría; lo que no habría sería Estado. Aquí tampoco se trata de cortar por lo sano y hacerse impopular de la noche a la mañana, pero toda propuesta política que se presente como alternativa a la opción demócrata debería ser "pro recorte paulatino," pues votando pero siguiendo financiando no se elimina la raíz de este problema. Después de todo, la única función legítima de gobierno es la judicial (la legislativa y ejecutiva es propia de los propietarios) y es fácil mostrar cómo la financiación en este ámbito repercute positivamente en la calidad de la justicia impartida cuándo ésta es privada y no pública. Hoy día, tal y como reconoce Almudena Negro, sólo existe una opción política de fondo, es decir la social-democracia, luego el ciudadano sólo vota para determinar qué partido cumplirá mejor este proyecto, y la idea de que la justicia debe ser pública es parte de ese programa unívoco de pensamiento. Si realmente se quieren separar los poderes de gobierno, la tarea primordial ha de consistir en restituirlo a su tarea legítima originaria, es decir, a la protección de la vida, la propiedad privada y los contratos, y dejar que sean los individuos los que legislen y ejecuten en sus terrenos alodiales inalienables.


Creo que la charla de Almudena Negro tiene un eco inconsciente de resonancia en la población que, sin saberlo muy bien, también tiene esa impresión, tal y como yo mismo la tuve hace años, de que el político (el funcionario) le está tomando a uno el pelo, que el ciudadano tampoco tiene en verdad una opción real de elegir nada, que todo parece como si los políticos ya lo hubieran decidido todo de antemano y sólo contaran con nuestro voto para poder implementar sus programas de partido y, en el fondo, que de nada sirve negarse frente a este hecho. Sin embargo, creo que aquí el pueblo es también responsable de esta dinámica (por más inconsciente que éste sea o lo parezca ser), pues de una manera o de otra se ha dejado seducir por la idea de que resulta posible hacer un uso partidista de las funciones de gobierno. Esto nos ha llevado a una situación donde el ciudadano de a pie considera que el político puede representarle en relación con derechos que son "irrepresentables" en el mundo real por tratarse de meros privilegios; es decir, de excepciones a la norma. Desencantado, como ningún individuo puede exigir de su vecino que le pague la factura del médico, o la del colegio de sus hijos, votamos a un político con la expectativa de que éste lo pueda hacer por nosotros. Y, sin embargo, resulta del todo incorrecto decir que uno tiene derecho a la salud económica de otra persona aunque se use a un político como comodín para justificarlo. La única manera que tiene un Estado no productor para dar a unos consiste en quitar primero a otros. Y es obvio que ese que recibe los privilegios y excepciones los ha de tomar con buen gusto, pero lo mismo no puede decirse de ese que renuncia de forma involuntaria a parte de sus ingresos para poderlo financiar. Para poder contar con una alternativa clara a la social-democracia actual, hay que eliminar los dos componentes del binomio y no sólo uno, es decir, se trata de eliminar tanto el socialismo como la democracia. Si robar, asesinar y faltar a los contratos son actividades contrarias al derecho, votar o no votar carece de sentido; pues ¿Para qué se vota?

Friday, December 11, 2015

ABSURDO IDEOLÓGICO

Mientras el Mundo se distancia totalmente de las ideas marxistas, en Colombia, toda una serie de ideólogos trasnochados pretenden revivir  ese catecismo que fracasó en todas partes. Ante la bancarrota de todos los gobiernos izquierdistas quieren hacerle creer a los colombianos que aquí esa clase de régimen es la gran solución para el atraso.

Luego de haber mostrado su ineptitud en el ejercicio del poder en países de todos los continentes la izquierda mundial creó el Foro de Sao Paulo, allí como siempre hubo ríos de verborrea, proclamas y discursos a rodo, todo bajo la inspiración de el régimen de Cuba.

Con la inspiración de los hermanos Castro empezaron  a llegar al poder mandatarios izquierdistas plenos de ideología y dogmatismo pero carentes totalmente de sentido común. Estos regímenes del “Socialismo del Siglo XXI” financiados por el petróleo de Venezuela empezaron a formar asociaciones económicas y políticas muy especiales. Surgió el Alba, una especie de mercado común de bolsillo. Apareció Unasur, una especie de OEA sin anglosajones y bajo la dirección no disimulada del mandatario de Venezuela. Se amplió Mercosur para permitir la entrada de Venezuela. Los hilos del tinglado se manejaron desde La Habana, pero la voz cantante e insultante la llevó el Gobierno Venezolano.

A medida que creció la megalomanía y arrogancia del mandatario de Venezuela y su corte, el Gobierno de Colombia se sumió en un complejo de inferioridad, adoptando una actitud servil hacia su vecino. Mientras el señor Chaves regalaba petróleo y sonrisas para sus satélites, llovían los denuestos y amenazas para Colombia. Esto continuó y se acentuó al llegar al poder el heredero al trono, Nicolás Maduro. Por tener alojados en Venezuela a los dirigentes subversivos, el Gobierno de Colombia se volvió un mandadero sumiso, el Estado garante también actuaba como un cómplice de sus huéspedes. Tanto subieron el abuso y la sumisión, que en alguna ocasión el Mandatario de Colombia, un petimetre de clima frio, tuvo que irle a rendir pleitesía al Presidente de Venezuela en el bochorno de Puerto Ayacucho.

Como respuesta a los insultos, el Presidente de Colombia y su canciller se volvieron más obsecuentes, extraditar culpables e inocentes a Venezuela se tornó una rutina. Además el Gobierno de Colombia  promovió el nombramiento de Ernesto Samper como Presidente de Unasur para que sirviera de alcahueta en los desafueros de la dirigencia venezolana. Para rematar la humillación se presentó la expulsión de colombianos y el cierre de la frontera, ante esto el Gobierno de Colombia tuvo  la habitual actitud pusilánime.

Después del terremoto electoral ocurrido en el vecino país, cabe preguntarse ¿qué puede pasar si Venezuela expulsa a los señores de las Farc y renuncia a ser “garante” de la comedia de la Habana? Surgen algunos candidatos para llenar ese papel, pueden ser Nicaragua, Zimbabue, Erítrea o Corea del Norte, probablemente la mejor opción la tiene Nicaragua, por el idioma, sería traumático que tener que traducir órdenes y agravios de idiomas tales como el Swahili, el Tigrinya o el Coreano. 

En medio de todas las agresiones y ofensas, hay que considerar la responsabilidad del mandatario de Colombia, ante la arrogancia de los Líderes del Socialismo del Siglo XXI, mostró más dignidad el Jefe de Estado de Guyana, un pequeño país que escasamente supera el millón de Habitantes.

Con el desplome del Foro de Sao Paulo, parece que éste va a quedar reducido a los hermanos Castro, los hermanos Santos y Piedad Córdoba.   

Jaime Galvis V.

Sunday, December 06, 2015

DICTADURA MEDIÁTICA

Los medios de comunicación son un poder poco controlado y frecuentemente abusivo. Desde el Siglo XIX, los periódicos tuvieron una influencia muy grande en la opinión pública. En Europa y Norteamérica fueron un factor determinante en el manejo del poder.

La gran pugna entre Randolph Hearst y Joseph Pulitzer tuvo como cuadrilátero a los Estados Unidos de Norteamérica, allí mediaron toda clase de trampas y suciedades, la obsesión por acaparar la opinión pública y la influencia en el Gobierno los llevaron a usar armas muy poco limpias. Esto llegó a influir en las mismas relaciones internacionales del País, la guerra de Cuba fue una verdadera idea fija de Hearst. Además del conflicto de los más poderosos, menudearon los periódicos sensacionalistas y banales. La política menuda la manejaron los medios de comunicación.

En Gran Bretaña también grandes magnates periodísticos manejaron los hilos de la alta política, dos personajes emblemáticos de una prensa poderosa y muy poco limpia, fueron Robert Maxwell y Rupert Murdoch. El primero de ellos estuvo implicado en asuntos muy poco limpios que incluyeron casos de espionaje. Ha sido el único magnate de los medios que recibió un inesperado castigo su extraña muerte en altamar tiene todos los vestigios de una ejecución. Murdoch extendió los hilos de su telaraña periodística desde su nativa Australia, hasta Gran Bretaña y posteriormente hizo metástasis en los Estados Unidos de Norteamérica. Se hizo famoso por sus métodos de espionaje periodístico y su torcida manera de obtener noticias, en lo cual resultaron implicados muchos de sus subalternos.

Además de los más notorios piratas mediáticos, la prensa frecuentemente es tendenciosa en favor de determinados intereses políticos, es una actividad sucia pero no ilegal. En Estados Unidos de Norteamérica, diarios de gran poder económico y amplia difusión, tales como New York Times y Washington Post, favorecieron amplísimamente a mandatarios tales como Roosevelt y Kennedy multiplicando sus cualidades y ocultando sus carencias, al mismo tiempo, satanizaron a presidentes tales como Nixon y Reagan resaltando sus errores. En Francia también los medios han sido muy tendenciosos, casi pueden calificarse de sectarios. La Prensa en los países comunistas no tuvo mayor influencia, fue un simple transmisor de los actos de gobierno. Periódicos tales como Pravda e Izvestia siempre se distinguieron por su absoluta aridez.

En Latinoamérica, los medios de comunicación, tradicionalmente fueron empresas de familia y generalmente tuvieron un carácter notablemente parroquial.  Sin embargo la politización de los diarios siempre fue muy acentuada y la objetividad ha brillado por su ausencia. Esto ha sido muy notable en Colombia, donde los más importantes periódicos han sido órganos de difusión al servicio de las dinastías criollas. Es muy triste ver a los diarios más importantesdel país dedicados a inventarle méritos a personajes ineptos, a hacerle propaganda a obras y realizaciones no iniciadas, a pintar una situación de prosperidad cuando todos los indicadores económicos presagian una bancarrota. Naturalmente quienes no pertenecen a las castas de “gente bien” son criticados y ridiculizados con verdadera saña.

Además de la desorientación política, los medios se volvieron jueces de toda clase de actividades, pueden arruinar una empresa acusándola de afectar el medio ambiente o de perjudicar a los consumidores y si eso no es cierto, no hay rectificación. Pueden atribuirle delitos a cualquier persona y arruinarle la vida mientras demuestra que eso no era verdad. Cualquier locutor o gacetillero se torna en un omnipotente juez de la conducta ajena. Además gozan del privilegio de divulgar toda clase de barbaridades pseudocientíficas acerca de temas de los que no conocen ni el forro. 

Jaime Galvis V.  

Sunday, November 22, 2015

MENTALIDAD MONÁRQUICA

El aislamiento de Colombia le ha impreso al País dos características muy protuberantes, el parroquialismo y un mal disimulado monarquismo. La mentalidad actual en Colombia guarda muchas similitudes con la que imperó en la España del Siglo XIX. La tan mencionada violencia bipartidista es un remedo de las Guerras Carlistas, conflicto de dinastías rudimentarias, pero dinastías. Por algo en Colombia se habla siempre de “casas”, la Casa López, la Casa Lleras, la Casa Gómez, la Casa Ospina, la Casa Santos, etc. Aquí el término “casa” reemplaza al ducado, el condado o el marquesado.    

Tanto como esta mentalidad domina en la capital, en los medios pueblerinos y rurales persisten las “buenas familias” y los apellidos son una especie de certificado para llegar a posiciones del Estado. En Colombia pululan los boyardos. No hay en todo Latinoamérica un país más nepótico que Colombia, Los mismos apellidos se repiten hasta el cansancio en la Presidencia y en las altas y  medias posiciones del Gobierno. Las ceremonias y protocolos democráticos no pueden disimular el poder de los intereses dinásticos.   

Hace unos cuantos días un caricaturista, investido de columnista de un importante periódico, al referirse al actual mandatario nacional decía que se preparó durante toda su vida para la Presidencia, al leer eso cualquiera infiere que la presidencia en Colombia es un cargo hereditario, simplemente se trata de un heredero al trono ¿O al solio? Hace unos meses apareció en la Embajada de Colombia en Madrid un libro biográfico del actual mandatario, pleno de ditirambos y de relatos acerca de su placentera juventud, del cual pudiera pensarse que se refiere al Rey Juan Carlos!

Cuando llega a la Presidencia alguien no perteneciente a las familias proceras, automáticamente se desencadena un huracán mediático de infundios, calumnias, insultos y ridiculizaciones. Naturalmente la prensa pertenece a las “casas”, además controlan los medios audiovisuales, ya directamente, ya por presiones económicas. La única fuente de información realmente libre es el Internet, por lo cual la actividad de las redes sociales se ha constituido en un verdadero desfogue de la opinión popular. Naturalmente este cambio es muy reciente y no tendría nada de raro que en cualquier momento, sea objeto de censura.

Naturalmente los presidentes y altos dignatarios pertenecientes a la nobleza criolla gozan del privilegio de poder ocultar sus desaguisados, ya se trate de disparates económicos, fraudes electorales descarados, vínculos con la delincuencia o abiertos desfalcos. Una de las actividades favoritas de la aristocracia criolla es el desempeño de sinecuras diplomáticas, por tanto un apellido de relumbrón es mucho más importante que los conocimientos de dicha actividad. Por eso no son extraños los sonoros fracasos de la diplomacia de Colombia.

Otra particularidad de la “nobleza criolla” es el mimetismo, según conveniencias, algunos de sus miembros aparecen disfrazados de marxistas o de cualquier clase de populismo que está de moda, se tornan extremistas radicales. Estos émulos de “Felipe Igualdad” no tienen reparos en fungir como apóstoles del proletariado, eso si con una inconfundible inclinación a pertenecer a la Gauche Caviar. La revolución la hacen en los clubes sociales o en buenos restaurantes parisinos. Para ellos no cabe la posibilidad de meterse al monte. Pero de tanto representar la comedia, ya se les conoce el libreto. 

Todo esto puede parecer pintoresco, pero cuando la salud del “Príncipe” es más importante que el futuro de la Nación, la situación se torna preocupante.


Jaime Galvis V.  

   

Wednesday, November 18, 2015

NEOCOLONIALISMO

En Colombia se hacen muy frecuentes alusiones a la época colonial y la emancipación del dominio español. Ahora cabe analizar si dentro de la Nación Colombiana se está ejerciendo un colonialismo disimulado respecto a determinadas regiones. La organización estatal de Colombia guarda muchas semejanzas con el Virreinato de la Nueva Granada. Una exagerada centralización y un marcado desdén por las regiones periféricas y sus habitantes. Las inversiones en infraestructura, en industria, en educación, en salud y en otros aspectos son demasiado desequilibradas, por lo cual las áreas fronterizas y costeras presentan un notable atraso en todos los aspectos. La herencia colonial se ve reflejada en esa notable actitud parroquial de la capital respecto a las provincias, a los “calentanos”.


A pesar de la extensión del país y de la tradicional deficiencia en medios de transporte, siempre ha habido una administración exageradamente centralista, por lo cual desde Bogotá se decide la suerte de actividades que no tienen nada que ver con esta ciudad y en general las decisiones las toman funcionarios que desconocen las regiones y sus particularidades. Puede analizarse lo que ocurre en relación al mar. Aunque la capital está situada a gran distancia de los litorales se creó hace algunas décadas un engendro burocrático denominado Colpuertos, se suponía que dicha agencia estatal sería la rectora de las actividades portuarias. Fue un rotundo fracaso que estanco la actividad portuaria por años. La negligencia gubernamental es tal que en Colombia no existe una flota pesquera digna del nombre, no hay una marina mercante, se pierde gran parte del mar territorial y no pasa nada.


Alguien decía en el Valle del Cauca que “Dios está en todas partes pero despacha desde Bogotá”. En una actividad económica totalmente ajena a los medios capitalinos como es la industria azucarera, el gobierno solo se manifiesta imponiendo multas casi confiscatorias, sin tener en cuenta que dicha industria es la base de la economía regional. La minería de oro es la base económica de varias regiones, pero no de la periferia capitalina, la torpeza burocrática la está convirtiendo en delito.


Legislan acerca de un oficio que desconocen. El cultivo del café se halla distante del altiplano donde se encuentra el gobierno, por tanto el manejo del tema está totalmente desenfocado, tanto así que la entidad rectora de esa actividad se transformó en un “resort” vacacional para a aristocracia capitalina. La explotación del petróleo se tornó la mayor fuente de ingresos para el País, naturalmente la alta gerencia criolla poco sabe de hidrocarburos, por tanto el manejo del tema ha sido errático y torpe. Algunos de los principales departamentos productores son objeto de un abandono patético. En el Putumayo y Arauca  gobierna la subversión, carecen de vías de comunicación adecuadas y no están incluidos en las promesas de “la prosperidad”. Estos departamentos son manejados como verdaderas colonias. El descuido gubernamental los ha dejado en manos de los países vecinos. No es mejor la situación de otros departamentos fronterizos como Chocó, Nariño, Norte de Santander, la Guajira, cuyos habitantes viven al vaivén de los estados de humor de los mandatarios de los países fronterizos.

La situación del Litoral Pacífico es absolutamente lastimosa, un abandono total, las gentes allí se sienten ciudadanos de tercera clase, la inversión pública es irrisoria y como consecuencia de la miseria, la situación de orden público es espantosa. ¡Cuidado que esa colonia puede aspirar a independizarse! 


Jaime Galvis V.

ECONOMIA FRONTERIZA

Ante el cierre de la frontera de Venezuela, las zonas limítrofes se encuentran en una difícil situación económica y las acciones gubernamentales para remediar la crisis no aparecen por ninguna parte. La producción de carbón de Norte de Santander se encuentra embotellada. Ante la crisis del sector eléctrico, sería aconsejable un ensanche de la termoeléctrica de Tasajero con lo cual se absorbería gran parte de la producción de carbón de esa zona.

Por otra parte el País debe incorporar la región del Catatumbo ya que se encuentra prácticamente enajenada de la soberanía de Colombia. Allí hay grandes reservas de carbón que podría usarse para una planta de generación eléctrica en La Gabarra. Al Norte de la mencionada población hubo un campo petrolero denominado Río de Oro el cual fue abandonado estando en producción, de allí fluía un crudo liviano de excelente calidad. En el curso del Catatumbo se presentan extensos depósitos de fosfatos que podrían explotarse fácilmente. El abandono de esa región fronteriza, actualmente en manos de la delincuencia puede llegar a tener consecuencias graves para la soberanía en dicha zona. Otro sector abandonado es la región del Sarare, una triste trocha, pomposamente denominada la “Carretera de la Soberanía” lo comunica con Pamplona y con el Arauca, allí también hay una importante reserva de carbón cuya salida a Venezuela fue cerrada.

El Arauca también se halla en una situación crítica, su comunicación con Cúcuta y Pamplona través de territorio venezolano fue suspendida, por tanto solamente pueden salir por la “Carretera de la Soberanía” o por una  carretera que lleva a Villavicencio en una gran distancia.  El abandono del departamento de El Arauca es realmente aberrante, no solamente están al margen de las inversiones públicas, están marginados hasta de las falsas promesas. A pesar de disponer de algunas de las mejores tierras del Piedemonte Llanero, la pobreza y el desgreño aunados a la despiadada extorsión de las guerrillas, mantienen esa zona en permanente crispación.     

La Guajira es otro departamento dejado de la mano de Dios y del Gobierno el desconocimiento de la alta burocracia respecto a este departamento es proverbial, no hace mucho tiempo  un ministro de agricultura declaró que la presa de El Cercado era un  elefante blanco: ¡El primer embalse que se ha construido en la región más seca del País! Cada vez que hay problemas de sequía en la Alta Guajira hacen más pozos en unos acuíferos que se están salinizando. La verdadera solución allí sería una planta desalinizadora que permitiera a los nativos de esa región un abastecimiento continuo de agua con lo cual se fomente un sentido de pertenencia a Colombia. No se debe olvidar que gran parte de la población indígena tiene doble nacionalidad y su principal actividad económica es el contrabando. En la Baja Guajira podrían haber otros dos elefantes blancos como el de El Cercado, en los ríos Jerez y Tapias con lo cual se puedan hacer obras de irrigación y suministrar agua al creciente núcleo portuario de Dibulla.

La situación económica de los departamento fronterizos de vichada y Guainía es bien triste. El Sur del Vichada se comunicaba con Puerto Carreño por una carretera venezolana. Es necesario que se construya una vía por la margen occidental del río Orinoco. Además la comunicación de Puerto Carreño con el interior del País es precaria, la carretera solamente es transitable en el verano. El Guainía es un polo de inaccesibilidad, no tiene vías que lo comuniquen con el interior del país. El acceso a la parte sur del departamento se hace generalmente a través de territorio venezolano. ¿Por qué tanto abandono? Es un peligro para la integridad territorial de Colombia.    

Jaime Galvis V.

Saturday, October 17, 2015

VERDADERA AGRESION

En los medios gubernamentales de Colombia hay una exagerada hostilidad respecto a toda clase de comentarios que critiquen el proceso de paz con las Farc. El que disiente de lo que acuerdan en esas conversaciones es titulado de guerrerista, de fascista y otros epítetos.


Hay un aspecto al cual hay muy pocas referencias y es el tono de dirigirse las Farc a la ciudadanía. Hay un medio de divulgación de dicho movimiento guerrillero, denominado Anncol, al cual se puede acceder por Internet.  Allí se presentan toda una serie de escritos, editoriales etc., en los cuales  proliferan las amenazas y las actitudes agresivas. 


El Gobierno de Juan Manuel Santos es muy susceptible a la crítica que le hacen los escasos medios de comunicación legales y realmente independientes, pero las publicaciones de Anncol son virulentamente críticas del Gobierno, un editorial tal como el de lunes 10 de Septiembre del presente año el cual se titula ”Ilusiones sin expectativas: La Economía Colombiana en profunda crisis.” Dicho editorial en su primera parte dice lo siguiente: “ El Oligopolio Mediático Contrainsurgente de Colombia, del cual hacen parte la Oficina de Prensa de la Presidencia, junto con los periódicos de la familia Santos y su sobrino semanal, insiste en “maquillar” y mostrar la terrible realidad de la crisis general en que se encuentra la sociedad colombiana, como si no pasara nada, lo que recuerda la copla popular colombiana “del pobre Lara que escupió pa’rriba y le cayó en la cara”…”, el mencionado editorial continua en la misma tónica, es un texto que deja corto a un opositor de la talla de Fernando Londoño.


El estamento judicial también es aludido en editoriales tales como el publicado el30 de Septiembre Titulado “Dos Funcionarios de un promisorio Pasado”; se expresa así: “Reyezuelos en su pino (sic), típicos representantes dela arrogante y prepotente casta clientelista colombiana que ha gobernado el país durante siglos cambiando votos por puestos públicos y obviamente por presupuesto de la nación y defendiendo sus privilegios a mordizco limpio. El Fiscal Monte Alegre que dispone de 30 mil puestos a su leal saber y entender y un presupuesto de un millón de dólares diarios que le permite hacer oscuras maniobras contractuales con la señora Natalia Springer von Schwarzenberg (que  se llamaba hasta Febrero de 1999 NATALIA MARIA LIZARAZO  GARCIA) y el Procurador Ordóñez  con más de 3500 cargos a su disposición y presupuesto semejante al que maneja el Fiscal. Una alusión así hecha por un ciudadano de a pié puede significarle que la Fiscalía lo “judicialice” y pueda ir a para al “bunker”.  


También vale mencionar escritos referentes directamente a Juan Manuel Santos, desde algunos hace meses en que lo calificaban de bipolar, hasta los más recientes. Una columna titulada “Vale la Pena Seguir en La Habana” aparecida el 19 de Octubre, dice en uno de sus apartes: “… ¿Cuál de estos dos sectores de la Oligarquía se impondrá en el próximo futuro? De momento parece ser que a pesar de las fluctuaciones, indecisiones y bandazos y tartamudeos típicos del presidente Santos y gracias a la flexibilidad de la comandancia de las Farc, para no dejarlo patear la mesa de La Habana…). ¡Que el adversario lo odie es explicable, que lo desprecie es preocupante!  


Por último se puede mencionar la actitud de los editoriales y columnas de Anncol respecto a los problemas con Venezuela. Abiertamente toman partido por el país vecino. ¿Eso no es lo que llaman traición a la Patria?


Jaime Galvis Vergara  

Sunday, October 11, 2015

OTRO IDIOMA

En Colombia, además de las lenguas de los grupos indígenas, existen dos idiomas, uno de ellos es el lenguaje popular con sus diferentes modalidades regionales, es un Español colombianizado. El otro idioma es ese lenguaje pomposo y alambicado, tan frecuente en los medios gubernamentales y en ciertos periódicos,, el cual le produce desconfianza y a veces repugnancia a la generalidad de los colombianos. Este último es muy característico en sus frases y en el uso de ciertos términos. En cierto modo recuerda al “hexagonal” de los franceses, el cual por pretender ser refinado se torna ridículo y empalagoso.

Las muletillas del segundo idioma en Colombia son muy abundantes y generalmente le dejan al lector la sensación de que le están tomando el pelo. Frases tales como: “tomar medidas”, “abrir espacios”, “limar asperezas”, “actores armados del conflicto”, “dictar medida de aseguramiento”, “sufragar gastos”, “crear vínculos”, “dirimir conflictos”, “delegar funciones”, “crear consensos”, “arbitrar recursos”, “hacer votos”, “investigación exhaustiva”, “canales de distribución”, “actividades lúdicas”, “erogaciones cuantiosas”, “perdida de investidura”, “ajustes tributarios”, “imponer sanciones pecuniarias”, “auscultar la opinión”, “velar por el cumplimiento”, “régimen de bancadas”, “necesidades básicas insatisfechas”, “gasto suntuario”, “concierto para delinquir”, “derechos especiales de giro”, “el agro”, “amigable con el medio ambiente”, “desarrollo sostenible”, “facilidad del clima de inversión”, “soberania alimentaria”, “tierras sometidas a extinción de dominio”, “cátedra de la paz”, “órganos competentes de nuestra institucionalidad”, “conexidad política”, “marco de comprensión o paradigma”, “restricciones de la libertad bajo condiciones especiales y diferenciadas”, piedra angular”, “interiorización del respeto a los derechos humanos”, “estar en mora de” : Toda esa verborrea llena de supuestos giros literarios, saturada de tropos y eufemismos, con indudable dejo de hipocresía satura los escritos jurídicos, políticos, económicos y a veces hasta los partes policiacos revistiendo todo de una solemnidad ridícula. Cualquier noticia de baranda de juzgado esta plena de  frases tales como “el presunto individuo”, “la víctima del deceso”, “con una expresión ominosa” u otras barbaridades por el estilo.

En toda clase de escritos en Colombia es frecuente la búsqueda de palabras rebuscadas y de giros complicados y empalagosos. Para el común de los colombianos toda esa jerga supuestamente refinada es un verdadero castigo es algo que se conoce como carameleo. Esto se nota inmediatamente en cualquier comunicado oficial y curiosamente lo resalta el escritor peruano Mario Vargas Llosa en su novela titulada “La Fiesta de Chivo”. 

La literatura gubernamental colombiana se parece un poco al complicado lenguaje usado por la burocracia virreinal en la época de la colonia. Ese gongorismo tropical, lleno de cultismos y metáforas es profundamente antipático para el ciudadano común y corriente, por lo cual algún gobernante reciente que gusta de hablar en “Colombiano”, continua teniendo una gran popularidad a pesar de no llevar las riendas del poder. Eso de hablar de gasto y no de erogación o de platica en vez de efectivo ha sido un gesto de cortesía para el ciudadano de a pié que lo agradece. En este País la pomposidad en los discursos y  en los comunicados de radio y televisión siempre ha sido una barrera entre los gobernantes y la ciudadanía.     

Jaime Galvis V.

MARASMO

Esta palabra define muy bien un estado de ánimo, de una persona, de una familia o de un país. Cuando no hay interés en algo, no hay proyectos, no hay esperanza ni ilusiones, domina el desgano, se presenta un marasmo. En lo personal puede desembocar en una depresión, pero cuando se trata de un país, puede llevarlo a situaciones verdaderamente miserables. Esta situación la vivieron los países de Europa Oriental dominados por la Unión Soviética, al no poder tomar decisiones, tuvieron que resignarse a recibir órdenes, la rutina acabo con toda iniciativa. Esto fue un marasmo inducido.


También puede presentarse por otras causas, por ejemplo la situación de Gran Bretaña después de su ruinosa victoria en la Segunda Guerra Mundial, muy bien descrita por Doris Lessing. Algo muy similar se presentó en la España de Fernando VII, donde por cierto, el marasmo duro varias décadas. Esa especie de atonía, esa sensación de Impotencia también dominó a Norteamérica durante la Gran Depresión. En Latinoamérica se está presentando un marasmo en varios países. Gobiernos que no inspiran entusiasmo ni respeto están acabando con la voluntad de hacer y progresar. Un populismo barato, una publicidad asfixiante, una corrupción rampante, están acabando con el deseo de progresar. Algunos países tales como Venezuela y Brasil se encuentran con crecimiento negativo, en todos, crece aceleradamente la deuda externa.


Colombia no es la excepción, la declinación en todos los aspectos es indudable, las exportaciones han descendido continuamente, la industria se encuentre estancada, otro tanto sucede con la agricultura, la minería está en crisis, otro tanto sucede con la industria de petrolera, la actividad comercial tiende a paralizarse. Se le hace énfasis al turismo, pero la ocupación hotelera también presenta síntomas de parálisis.    


Ante ese cúmulo de problemas, el Gobierno se dedica a los anuncios, se mencionan hallazgos petroleros que resultan ilusorios, se licitan toda una serie de autopistas sin tener dinero para su construcción, se anuncia una expansión agrícola de un millón de hectáreas, pero ni siquiera informan dónde, se mencionan incentivos para la industria, pero a esta actividad se le desarrolla una persecución continua, llueven las acusaciones y con ello las multas. Esto ha llevado a que las grandes compañías estén invirtiendo fuera del País con el posible propósito de expatriarse. La minería ha sido sometida a una satanización continua, por lo cual unas empresa tales como Mineros Nacionales prefieren invertir en Centroamérica. Otra empresa minera con más de mil trabajadores está a punto de cierre por extorsión continua y el asesinato de sus colaboradores, en esto el Gobierno no se ha manifestado. Miles de colombianos están siendo expulsados de Venezuela y la ayuda oficial ha sido mínima. A la zona fronteriza de Norte de Santander y Arauca la dejaron para lo último en los planes de “autopistas” por lo cual ni siquiera va a participar en el reparto de promesas.


Para acabar de completar los ingredientes de la crisis, hicieron una reforma tributaria que sepultó a los empresarios, la carga tributaria acabó de acentuar la parálisis. Pregonan unas cifras de desempleo que la ciudadanía sabe que son falsas. 


Para distraer la galería, el País dispone de un poder judicial desmesurado, que sirve de espectáculo creando procesos  dignos de Vishinsky. Por algo dice que una “medida de aseguramiento” no se le niega a nadie. 


A los colombianos se les presenta como un Nirvana la Paz, pero en esto le ocurre como con la Divina Providencia, siempre viene después. Mientras tanto la economía de Colombia se hunde. 


Jaime Galvis V.    

Sunday, September 27, 2015

Gauche Caviar

Con estas dos palabras distinguen en Francia lo que aquí en Colombia se denomina la Izquierda Festiva. Siempre la literatura marxista denostó de la “burguesía”, pero los gustos y gastos de la mayor parte de los izquierdistas muestran una actitud no solamente burguesa sino a veces aristocratizante

Donde tuvo su mayor expresión la Gauche Caviar fue en Francia y especialmente en la Francia de la post-guerra, allí toda una serie de petimetres se convirtieron en los gurúes de la revolución mundial. 

Mientras en Europa Oriental una serie de grises burócratas tiranizaban los respectivos países bajo la férula de la Unión Soviética, los intelectuales franceses teorizaban. La cabeza visible de ese grupo fue Jean Paul Sartre, además se pueden contar personajes tales como Paul Eluard, André Breton, Louis AragonLouis AlthusserRegis Debray (quien pretendió redimir a Bolivia), Francois Mitterrand (de triste recuerdo en Ruanda), todos ellos arrogantes y amigos del buen vivir, muy lejos del proletariado. 

El Partido Comunista, era dirigido por funcionarios menos vistosos tales como Jacques Duclos y Maurice Thorez. Al mismo tiempo que prosperó esa izquierda de salón en Francia, aparecieron una serie de izquierdistas latinoamericanos quienes llegaron en condiciones modestas pero rápidamente le tomaron sabor a la vida parisina con sus trufas, su caviar y sus chismes. Surgió el “boom” latinoamericano, casi uninánimente, los escritores latinoamericanos se matricularon en esa izquierda gozona y dogmática. Empezaron como una sencilla Gauche Boudin para transformarse en una Gauche Caviar de habla española. Personajes tales como Pablo Neruda, Octavio Paz, Miguel Angel Asturias, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y otros, tuvieron dos características muy especiales, por un lado su izquierdismo teórico y por otro el amor por la gran vida, algunos de ellos fueron diplomáticos casi vitalicios. Algo en común en todos fue la evasión de su terruño, sus compatriotas les inspiraron tanta indiferencia como los proletarios, tema de su ideario. Algunos abjuraron de su posición política, pero no del hedonismo. Bien se puede afirmar que Tagore y Tolstoi no fueron sus paradigmas.

Hasta aquí tenemos una Izquierda poco sincera pero de indudables méritos literarios, ahora se puede descender a realidades bastante toscas en Colombia.

En Colombia en el Siglo XX hubo una serie de teóricos marxistas, dogmáticos, de poco vuelo y escasa imaginación, pero costumbres austeras, fue una especie de Izquierda de Tamal y Chocolate. Fue la era de Gilberto Vieira, Orlando Fals Borda, Gerardo Molina, Diego Montaña Cuéllar, Eduardo Umaña Luna y otros. Repentinamente surgió un esperpento, los guerrilleros del Chicó. Jóvenes de muy “buena familia”, ligados a grandes empresas periodísticas, se disfrazaron de marxistas. Alternaban costosas especializaciones en universidades del exterior con las predicas de la revolución, una Gauche Caviar criolla. 

Cuando se gastó el esquema surgió otro engendro, el marxismo-oportunismo. El heredero de una familia ultraconservadora se tornó un emisario de las Farc, una parlamentaria locuaz y mentirosa se volvió líder y mensajera de la subversión, anda cargada de joyas, desbarrando de Colombia en Venezuela, un parlamentario de dudosa seriedad se dedicó explotar su obituario personal y a inventar masacres para esquilmar el presupuesto nacional, un locutor petimetre se apoderó de los medios del Distrito de Bogotá para divulgar noticias sesgadas, una “politóloga” con apellido prestado cobra millones por escribir perogrulladas, un fiscal codicioso inauguró el sistema radial acusatorio y el mercadeo de falsos testigos y de contratos amañados. ¿Serán estos los futuros gobernantes de Colombia?    

Jaime Galvis Vergara  

Sunday, September 20, 2015

Decretos

Tradicionalmente se ha dicho que Colombia es un país de leyes, pero si se examina el devenir de los actos gubernamentales se puede afirmar que Colombia es un país de decretos. Las leyes a menudo son demasiado generales y cuentan con algún rosario de micos, por lo cual se expiden decretos para reglamentarlas (y de paso deformarlas), por tanto lo que el público recibe es toda una serie de decretos. Además continuamente se expiden decretos sobre todos los aspectos de la vida ciudadana. Se puede afirmar que Colombia se gobierna por una decretocracia.

Una de las definiciones de la palabra decreto dice así: “Un decreto es un tipo de acto administrativo emanado usualmente del poder ejecutivo y que generalmente posee un contenido normativo reglamentario, por lo que su rango es jerárquicamente inferior a las leyes.”

Los decretos los emite el Presidente de la República, los ministros, los gobernadores y los alcaldes y en esto los mandatarios de los diversos niveles son supremamente prolíficos y solamente están limitados por la imaginación del funcionario y por sus conocimientos, ambiciones y prejuicios. Debido a esto el País está sometido a toda una serie de disposiciones absurdas. Por ejemplo, posiblemente la disposición del pico y placa se justifique en Bogotá, pero esto en  Popayán es un poco ridículo. El invento del día sin carro es un  absurdo en cualquier parte, pero que esto se decrete en Bucaramanga o en Duitama es absolutamente esnob. Muchos alcaldes decretan áreas de reserva para impedir las actividades del subsuelo ¿Tienen alguna noción del objeto de esa veda? ¿Creen que con esto detienen el calentamiento global o defienden la capa de ozono dela Tierra? Otros resultan prohibiendo la sísmica petrolera aduciendo que agota el agua o que produce sequias. La cultura de revista estáproduciendo estropicios. Pero la cosecha de decretos absurdos no solamente se presenta en las alcaldías, los ministros compiten seriamente, hace menos de un año una ministra propuso la prohibición de toda actividad humana por encima de 2.900 metros de altura (parece que era enemiga de los Incas), hace unos meses otro ministro del mismo ramo propuso un corredor ambiental con más de 600.000 kilómetros cuadrados (Ese señor no sabe que las grandes migraciones faunísticas se presentan en Africa Oriental y en la Tundra Siberiana, pero no en Colombia). Otra ministra está empeñada en bajar los aranceles aduaneros para la importación de azúcar, cuando el País presenta un enorme déficit en su balanza comercial.

El síndrome del decreto está produciendo en Colombia una parálisis de iniciativas, un empresario emprend una cría de ranas para la exportación, el consabido decreto le prohibió hacerlo porque esos batracios eran especies foráneas. Algunos exploradores hallaron tantalita (“Coltan”) en territorio Colombiano, automáticamente llovieron decretos prohibiendo su explotación. En países vecinos se explotan especies vegetales tales como la sarrapia, el guaraná, el Camucamu, en Colombia nadie se atreve a emprender algo similar por temor al decreto. En el Siglo XIX se extrajo quina y caucho de las selvas, el que lo intente ahora puede ser “judicializado”. La minería de oro es perseguida y satanizada, la explotación forestal esta moribunda, en Colombia se importa más madera que la que se importa (El censo agropecuario indicó que el 51 % del territorio es selva).

Ante el peligro del decreto quien puede emprender ? Lo vergonzoso y triste del caso es que hay millones de migrantes colombianos en el exterior buscando la subsistencia. La misma situación de Irlanda o Italia a finales del Siglo XIX.   

Jaime Galvis Vergara

Monday, September 07, 2015

EXPORTACIÓN

La escasez de artículos exportables ha sido un problema para la economía de Colombia. Un País con casi 50 millones de habitantes tiene una economía muy pequeña. La producción agrícola, industrial y minera es desproporcionadamente reducida en relación al tamaño del País. La infraestructura es muy deficiente, el sistema educativo pésimo, la maraña de trámites burocráticos es inverosímil, la corrupción está generalizada, la seguridad y el sistema judicial son caricaturescos.
Si se hace un examen sobre los posibles rubros de exportación, la situación no es halagadora. En primer lugar cabe mencionar la principal fuente de divisas, el petróleo, a la caída de los precios internacionales se agrega el agotamiento paulatino de las reservas. La exploración petrolera es un fracaso, porque el conocimiento geológico del territorio es en extremo deficiente. A esto se agrega una legislación incoherente y cambiante y condiciones de seguridad deplorables. Un sistema de contratación que parece diseñado para ahuyentar la inversión. 
El carbón, segundo rubro de exportación presenta un cuadro igualmente preocupante. Unos precios por el suelo, unas reservas que no son tan grandes como se creía, muy pocos depósitos explotables a cielo abierto. En el interior del País una minería semi-artesanal, de yacimientos pequeños, alejada de los puertos, sin posibilidades de progreso.
Un tercer rubro de exportación es el oro, en este mineral Colombia tiene un importante potencial, pero los medios de comunicación y amplios sectores del gobierno se han dedicado a satanizar la minería de metales preciosos; se han torpedeado los grandes proyectos y a los pequeños mineros se les considera poco menos que delincuentes. Los excesivos trámites burocráticos y el hostigamiento por parte de las corporaciones ambientales, las “comunidades”, las guerrillas y los mandatarios locales tienen la explotación de oro en un mínimo. Es triste saber que la mayor empresa extractora de oro en Colombia está trasladando sus actividades a Nicaragua. 
El mineral de hierro y al siderurgia pudieran ser toda una fuente de empleo y un multiplicados de empresas  para la exportación, pero la torpeza gubernamental ha hecho que las áreas con yacimientos ferríferos se declararan parques nacionales.  
La agricultura colombiana está muy limitada en sus posibilidades, el café se encuentra en franca decadencia, el cacao nunca despegó, la geografía de Colombia y sus suelos no son aptos para la producción de cereales en gran escala; la producción de soya es un sueño difícil de cumplir. La exportación de carne no ha despegado y en general la industria de alimentos para animales depende de insumos importados a altos precios. La palma africana que despegó con notable impulso se halla en crisis. El cultivo de algodón a gran escala fracasó. El tabaco va en vías de desaparecer por la persecución mediática del cigarrillo, parece que va a ser reemplazado por la marihuana. La producción de frutas es un tema bastante publicitado, pero exceptuando el banano, lo demás tiene unas dimensiones muy reducidas. La exportación de flores se encuentra prácticamente estancada. La madera y la celulosa pudieran ser importantes generadores de divisas, pero en un país donde la información oficial indica que más del 50 % del territorio son selvas, la industria forestal se encuentra casi proscrita por el ambientalismo histérico. Según algunas informaciones Colombia importa más madera de la que exporta.
Los dos litorales colombianos podrían tener una industria pesquera pero este tema no ha tenido mayor impulso, no hay una flota para pesca de altamar. La piscicultura litoral no ha prosperado, el cultivo de langostinos fue un fracaso. En Colombia se importa pescado de lugares tan remotos como Vietnam.
¿Cómo se van a conseguir divisas?
Jaime Galvis Vergara.

Sunday, August 23, 2015

Frivolidad

La frivolidad ha sido una característica de la decadencia, las naciones se tornan superficiales en su declinación. Un país en ascenso es serio, es austero y trascendental, el circo surge con la decadencia.  Colombia es un país especial, se ha transitado del  parroquialismo a la frivolidad. Algo asícomo un individuo que usa sacoleva pero no sabe calzarse unos zapatos.
Durante la primera mitad del siglo XX una Bogotá provinciana y aislada con pésimos servicios públicos, pobre y cundida de analfabetos empezó a lucir presuntuosos y exclusivos clubes sociales, en una absurda imitación del Londres imperial. 
Con el transcurrir del tiempo, surgieron nuevos signos de frivolidad, en el segundo período del Siglo XX a imitación de los achaques de sociedades afluentes y satisfechas, empezaron una serie de campañas  acerca de problemas ajenos, la obsesión por la contaminación ambiental, las chimeneas industriales pasaron a ser un peligro para los seres humanos, en un país donde brillan por su ausencia. Un enorme barullo por la escasez de agua, en una tierra donde las inundaciones son mucho más frecuentes que las sequias. La tala inmisericorde de árboles se volvió un tema iterativo en los medios de comunicación, según el último censo agropecuario más del 50% del territorio de Colombia está cubierto de selvas. Los informes de prensa indican que este país importa más madera de la que exporta.
Según medios oficiales, Colombia presenta la mayor biodiversidad del Mundo, aunque no hay investigaciones taxonómicas que lo prueben, todo es un cúmulo de mentiras de autocomplacencia.
Los verdaderos problemas nacionales tales como la crisis económica que se avecina, la decadencia de la industria, el atraso de la agricultura, el pésimo sistema educativo, el completo caos en los servicios de salud  y la proliferación de mafias, son asuntos secundarios ante temas tan importantes como la aprobación de la dosis personal de drogas psicoactivas, el matrimonio gay, la adopción de niños por parejas homosexuales, la eutanasia y la persecución de los fumadores. En el tema de salud son importantes el papiloma humano, el colesterol, la celulitis, los triclicéridos, la bulimia, el estrés, el surmenage y otros achaques por el estilo. No merecen la atención del gobierno enfermedades que carecen de glamour tales como la amebiasis, la uncinariasis, el paludismo, el cólera, el chagas, el dengue y otras. Además  estas son  endemias de tierra caliente.
A semejanza de los países desarrollados, Colombia debe dedicarse a combatir el calentamiento global, proteger la capa de ozono de la atmósfera, crear una extensión desmesurada de parques nacionales y reservas étnicas y además ingresar a la OCDE.
No importa que el País carezca de vías de comunicación, que haya zonas como el Pacífico de una pobreza aberrante, el Congreso se dedica a banalidades tales como decretar honores a los cientos de “próceres de nuestra historia” a celebrar efemérides de todo lo imaginable.
El poder judicial es otro foco de banalidad, ha creado un increíble enredo de entelequias jurídicas que no tienen relación con la situación del país,para obstaculizar toda iniciativa, en Colombia las cosas no pueden ser necesarias, indispensables o urgentes, lo único importante es que sean exequibles. Para la infinita vanidad de los magistrados las necesidades de la ciudadanía carecen totalmente de importancia. Ante un Mundo que avanza muy rápidamente Colombia permanece anclado en la frivolidad y la ineptitud.
Jaime Galvis Vergara