Sunday, May 28, 2017

MALDICION GITANA

En estos últimos años parece que a Colombia le cayó la maldición gitana, todo sale al revés, parece que el zodiaco se encontrara patas arriba. Se generalizan el fatalismo y la negatividad. 


Una economía basada en unos altos precios del petróleo se desploma al caer las cotizaciones de los hidrocarburos. Naturalmente los ingresos de esa bonanza  se despilfarraron, de toda esa fiesta no quedo ni el confetti. Para mantener el tren de gastos empiezan cometerse disparates, se vende la mayor empresa de energía eléctrica del país, se apela a un endeudamiento absolutamente desmesurado y se presentan dos reformas tributarias sucesivas cuyo increíble afán alcabalero ha llevado a la parálisis de la inversión extranjera y criolla. Tratando de mostrar algo se emprende un ambicioso programa de obras públicas, sin con qué ejecutarlo. 


Pero el empeño presidencial más importante es iniciar un proceso de paz con las Farc, esto a espaldas de la opinión pública, con una buena dosis de misterio y grandes gastos pues dicho proceso se realiza en Cuba bajo los auspicios del gobierno de dicho País.


Mientras tanto la economía continúa deteriorándose en gran  parte por disparates del mismo Gobierno. Se cancelaron proyectos mineros de oro a punto de iniciación en el Páramo de Santurban. Se declaró parque nacional una zona del Sur del Vaupes donde se estaba iniciando un proyecto minero de oro y donde se encuentra la mayor reserva de mineral de hierro de Colombia y una de las mayores del Mundo.  Paulatinamente se creó un ambiente hostil a toda clase de explotación del subsuelo. En varias regiones se satanizó la actividad petrolera atribuyéndole toda una serie de perjuicios imaginarios. Las licencias ambientales para los pozos petroleros se volvieron un trámite paquidérmico.  


Se le canceló la licencia al proyecto exploratorio de hidrocarburos de Hupecol el más promisorio del País aduciendo pretextos ambientales. La exploración petrolera se paralizó y las reservas descienden en picada. Comenzó una cascada de escándalos, en entidades financieras Interbolsa, Fidupetrol, etc. En el sector de la salud se presentan una serie de quiebras fraudulentas de entidades como Coopsalud, Caprecom, etc. La Universidad Nacional presenta un déficit multimillonario mientras buena parte de sus edificios se caen a pedazos.


El plan de infraestructura empieza tambalear ante los escándalos de Obebrecht, se paraliza la Autopista del Sol al igual que el ramal Gamarra-Ocaña, queda en el limbo la canalización del río Magdalena. Se paralizó el Túnel de La Línea. La Vía Buga-Buenaventura está en veremos. La carretera Puerta del Hierro-Palmar de Varela no arranca por problemas de estudio de suelos y esto involucra a la empresa Sacyr que maneja por lo menos cinco grandes contratos. Empresas de servicios de la Costa, tales como Electricaribe y Triple A se encuentran en liquidación. Se presentan sonados escándalos en el Departamento de la Guajira que llevaron a la destitución de la Gobernadora. El presupuesto de la educación del departamento Córdoba literalmente se lo robaron. Los dineros para las obras deportivas de los Juegos Nacionales en Ibagué se esfumaron. El proyecto de una refinería de petróleo en Villavicencio terminó en un desfalco mayúsculo.


Ante el caos de informaciones falsas y tendenciosas hicieron un plebiscito en Cajamarca Tolima acerca de un desarrollo minero aurífero y un resultado adverso llevó a la cancelación del proyecto. En medio de todo esto se estancó la inversión minera y petrolera en el País. La fuga y quiebra de empresas industriales es imparable por consiguiente el desempleo aumenta. Es inconcebible que una fábrica de Cemento como la de Maceo permanezca meses paralizada esperando una licencia ambiental. Las Salinas de Manaure se hallan en quiebra.


Para completar el desastre el Gobierno impuso un acuerdo con las Farc con implícitos sesgos ideológicos que hacen  hostil el ambiente a inversionistas nacionales y extranjeros. 


Jaime Galvis Vergara

Sunday, May 21, 2017

LITERATURA DE EVASION

Cuando el izquierdismo latinoamericano estaba en su apogeo un profesor de literatura de secundaria nos enseñó que la literatura de dividía en dos clases, literatura social y literatura de evasión; la primera se refería a el marxismo y el Leninismo en todas sus facetas y en su enfoque de la sociedad y la historia. La segunda se refería a todos los temas divinos y humanos que ha tratado la literatura a lo largo de la historia.  Naturalmente era una división tendenciosa y fanática de la actividad literaria. 


Actualmente en el periodismo colombiano se está presentando una división similar pero a la inversa, existe un periodismo insulso que toca multitud de temas, generalmente en forma superficial y muy poco interesante, editorialistas pontificando acerca de la biodiversidad, el cambio climático, el peligro de los cultivos transgénicos, los accidentes de tráfico, la meteorología, las ideas políticas del Siglo XIX, la poesía en Colombia, los “humedales”, la enorme riqueza agrícola del País, etc. Otro tanto hacen multitud de columnistas, refiriéndose a nuestras instituciones, a los logros deportivos, a la belleza de nuestras mujeres, al cuidado de las mascotas y mil temas más. Todo esto es el periodismo de evasión.

 

La otra vertiente del periodismo en Colombia, actualmente casi reducida a nada, es aquella que critica, polemiza, pone presente la multitud de problemas que están perjudicando la estabilidad económica y social, en síntesis, la que hace oposición. En un régimen cuyo desempeño ha sido deplorable este periodismo es muy necesario. La crítica a los problemasde un gobierno tiene el mismo efecto que el dolor respecto a las enfermedades, la sensación dolorosa indica que hay una enfermedad, que algo no funciona bien. La carencia de dolor en la lepra, hace que el enfermo pierda partes de su cuerpo si darse cuenta. El periodismo obsecuente que predomina aquí es un verdadero veneno. Esto recuerda una anécdota que relata Indro Montanelli en su libro “Italia Lictoria”, salieron Benito Mussolini y el Mariscal Badoglio de una conferencia acerca de gases venenosos,  pregunta Mussolini cuál cree que es el gas más peligroso que hay, Badoglio responde “el incienso, Duce, el incienso”.


Aquí en Colombia los turiferarios del periodismo han llegado a extremos verdaderamente ridículos, se dedicaron a presentar el tema de “la paz” que es una simple comedia de carácter local como si se tratara de un evento trascendental de repercusiones mundiales, después del cual vendría una especie de Plan Marshall, que traería ríos de leche y miel.Nada más lejano de la realidad, la culminación del proceso se presenta en medio de un retroceso económico acelerado y sin fondos para respaldar la plétora de promesas que el Mandatario pactó con la guerrilla.


Sistemáticamente los principales medios de comunicación ocultaron o soslayaron una serie de errores que están incidiendo gravemente en la economía. Una deuda externa casi duplicada, una decadencia de la actividad manufacturera, descenso continuado de las exportaciones legales, un hostigamiento a las actividades mineras y petroleras con pretextos ecológicos o de minorías raciales, lo cual está llevando al estancamiento de las actividades inherentes al subsuelo, un abandono del sector agrícola que ha producido paros.  De remate,  a todo lo anterior se suma un poder judicial desbocado persiguiendo a la oposición y cometiendo arbitrariedades y un aumento desbordado de los cultivos ilícitos. Mientras todo esto ocurre, los principales medios de comunicación se dedicaron a una modalidad de periodismo de invención criolla, hacerle oposición a la oposición. Investigan y critican a los opositores sus negocios y actividades, si en alguna ocasión saludaron a un mafioso, si alguno de sus parientes está preso, si tiene alguna parienta prostituta o cosas por el estilo.   


Jaime Galvis Vergara

Monday, May 15, 2017

IMPUESTOS

Hay una regla no escrita, la mejor manera de impulsar una economía es bajar impuestos y disminuir la burocracia. Sin embargo es demasiado frecuente que los gobiernos hagan lo contrario. Un ejemplo cercano es el caso de Chile, el país que llegó a tener un desarrollo acelerado durante varios años llegando a ser la economía más promisoria de Latinoamérica. Llegó al poder la señora Bachelet cargada de ideología, implanto un alza acelerada y exagerada de impuestos, multiplicó la burocracia y el milagro chileno se detuvo. En muy poco tiempo pudo detener el progreso del país y  una nación que respiraba optimismo se consume en la frustración y el desencanto.

Irlanda es un buen ejemplo de lo que puede significar una baja de impuestos. Luego de ser un  país paupérrimo sin recursos naturales, que perdía su juventud más educada por la emigración,  junto con otras reformas emprendió una rebaja decisiva de impuestos lo cual le permitió recibir inversión extranjera masivamente. Al mismo tiempo el alivio tributario para los asalariados, cuyo impuesto de renta alcanzaba el 60 % permitió un mejoramiento del nivel de vida y una capacidad adquisitiva que incentivó el comercio.

En la Unión Europea es muy interesante comparar la situación de Francia y Alemania. La productividad per cápita de estos dos países es muy similar, sin embargo el ingreso bruto per cápita en Alemania es muy superior al de Francia, el desempleo en Alemania es mucho más bajo que en Francia. Es muy notable la diferencia entre las dos economías y hay una explicación para eso, el gasto público en Francia es un 56 % del producto interno bruto, en Alemania llega al 44 %. Esa congelación de capital en manos del Gobierno, naturalmente sirve para mantener una numerosa burocracia y una serie de gastos que en nada contribuyen al desempeño global de la economía. Dicha burocracia frecuentemente actúa según sus creencias ideológicas.

Estados Unidos tiene el mayor presupuesto del Mundo, la cantidad de dinero que maneja el Gobierno Norteamericano es inmensa. Los compromisos de dicho gobierno en defensa, ayuda internacional, organismos internacionales y mil aspectos más son enormes. Pero todo ese dinero proviene de impuestos, por lo cual la tributación es alta y estricta.  Esto ha traído como consecuencia un descontento en diversas capas de la sociedad. Las empresas tienen  dos problemas para su competitividad, por una parte un costo salarial muy alto y por otra parte unos impuestos elevados. Esto llevó a muchas empresas industriales a trasladar sus actividades manufactureras a otros países, lo cual creó desempleo y prácticamente la ruina de algunas regiones. Esto produjo un descontento generalizado, por lo cual el actual gobierno se propone una baja generalizada de impuestos, con lo cual las empresas invierten en el país dando empleo y los trabajadores disminuyen su carga tributaria. Este alivio permite favorecer a empleadores y empleados.

El Gobierno de Colombia está siguiendo una vía inversa. Un aumento desmedido de impuestos en un país que está económicamente paralizado, basta anotar que el impuesto de renta es el mayor de los siete principales países latinoamericanos. Aumentaron el IVA y el gasto público está desbordado. Una creación desmedida de cargos burocráticos, Una serie de institutos y agencias inútiles con directivos demasiado bien remunerados. Un despilfarro desmedido en propaganda oficial, lo que se pudiera llamar la compra de aplausos. Una serie de dádivas y donaciones a “fundaciones” adictas al Gobierno. Un tren de pompas y ceremonias nacionales e internacionales a expensas del presupuesto. Entre las pocas inversiones en infraestructura se proyectan esperpentos tales como un segundo aeropuerto internacional en la Sabana de Bogotá  o un viaducto inútil en Cartagena para cruzar una ciénaga. ¡Así vamos a entrar en recesión!    

Jaime Galvis V.