Saturday, January 14, 2017

FRANJA LUNÁTICA

En Colombia se está presentando una especie de hipocondría social, los medios de comunicación están procurando que la ciudadanía se preocupe por enfermedades que no padece. Con demasiada frecuencia aparecen titulares de prensa lastimeros, respecto al problema de la pureza del aire, de la escasez de agua, de la extinción de la “biodiversidad”, de la tala acelerada de los bosques, de la invasión de especies foráneas, del calentamiento global, etc. 


Uno de los tópicos más socorridos es acerca de la escasez de agua, esto en uno de los países más lluviosos de la Tierra. Se lamentan de la desaparición de quebradas y ríos, ignorando que en el territorio de Colombia se está presentando un paulatino aumento de la pluviosidad. Desde el fin de las glaciaciones el clima se ha tornado progresivamente más húmedo, por lo cual se puede observar que el antiguo Magdalena era un pequeño río cuyo estuario era la Ciénaga Grande, al cual desembocaba por su extremo meridional. El río Sinú desembocaba en un pequeño estuario en la bahía de Cispatá, hoy presenta un creciente delta en Tinajones. En la Amazonia se encuentran extensos arenales de lo que fue un desierto en la era glacial. La vertiente  del Pacífico es una de las áreas más lluviosas del Mundo.  


Otro tema de continuas jeremiadas es la polución atmosférica, cualquiera que lea la prensa refiriéndose a esto puede creer que las chimeneas industriales están cubriendo el territorio de humo. Esto en un país cuya actividad manufacturera  tiene dimensiones muy reducidas. Las termoeléctricas de carbón se pueden contar con los dedos de una mano. Hay una obsesión respecto a la contaminación del aire por el parque automotor, sin embargo en la mayor ciudad (Bogotá) se pueden ver los cerros orientales desde más de 10 kilómetros de distancia. Pero en este aspecto se ha llegado a extremos ridículos tales como establecer el día sin carro en las capitales y también en pequeños burgos de veinte o treinta mil habitantes.


Otro tema muy socorrido es la terrible tala de bosques. Según datos gubernamentales el 53 % del territorio del país está cubierto de selvas. La colonización agrícola es tema del pasado, sin vías de comunicación el único cultivo rentable es la coca y es la principal causa de deforestación. Cabe anotar que los bosques de Colombia en su mayor parte son selvas tropicales húmedas, las cuales son un medio que se regenera rapidísimo, solamente requiere calor y humedad. Total, la hecatombe silvícola es otra mistificación. Los suelos de la selva húmeda tropical no sirven para la agricultura, por tanto allí solo cabe la explotación forestal.


Hay un tema de moda, es la “biodiversidad” es un cuento de nunca acabar, porque la mayor parte de quienes hablan del asunto no saben que es. Esto pretende ser una especie de contabilidad de especies de lo cual hay pocas certezas, porque los estudios de taxonomía hace rato se paralizaron, y por otra parte, la biología molecular dejo sin piso las clasificaciones zoológicas y botánicas. Total el tema presenta grandes vacíos en su concepción. Todo esto llevó a la creación de extensos parques nacionales para proteger una fauna que no se conoce. Respecto a la invasión de especies foráneas cabe anotar que ese grupo incluye cerdos vacas, caballos, gallinas, ovejas etc. No se sabe si les van aplicar la eutanasia.


Por último cabe hacer referencia al embeleco del “calentamiento global”, esto ha ocurrido varias veces en la historia de la Tierra, como sucedió en la alta Edad Media cuando no había industria. Parece estar relacionado a los pulsos del vulcanismo submarino.


¡El País tiene problemas muy graves, para que se invierta tanto espacio mediático en propalar pendejadas!


Jaime Galvis V.

Monday, January 09, 2017

RENACIMIENTO ECONÓMICO

El progreso económico de Colombia, no solamente se estancó, está evidenciando un marcado retroceso. Lastimosamente varios diagnósticos para remediar esto tienen un sesgo muy centralista, con un desconocimiento muy grande de la realidad del País.


Para activar la actividad económica se necesita en primer lugar un cambio total en el aparato burocrático de Colombia. Esta nomenclatura criolla está obstaculizando las actividades productivas. Cualquier iniciativa está sujeta a una tramitación tortuosa y prolongada en la cual menudean los chantajes de la corrupción. Los vericuetos que presentauna licencia de construcción, todo el proceso que requiere un proyecto industrial o comercial, el increíble viacrucis burocrático para iniciar una exploración petrolera, las complicaciones y demoras que implica un contrato de explotación minera, los laberintos burocráticos para una adjudicación de terrenos baldíos, la tramitología para obtener una licencia de importación, la obtención de una licencia del Invima, el proceso para participar en una licitación, etc.


A todo ese enredo burocrático se agrega un Poder Judicial sobre dimensionado y absurdo que además legisla, crea vetos, impide proyectos, paraliza actividades; todo esto además de adelantar persecuciones políticas y de hacer gala de una parsimonia pasmosa. 


Un aspecto fundamental en el desarrollo futuro es saber cuál es el patrimonio natural real del País. Se menciona una riqueza agrícola muy grande, pero los datos oficiales anotan que solamente el 21,6 % del territorio tiene vocación agrícola. Los suelos de un trópico húmedo tienen serios inconvenientes por su acidez y el contenido de aluminio tóxico. Hay productos tales como los cereales con excepción de arroz que no pueden abastecer el consumo. Otro tanto sucede con leguminosas tales como  la soya, la lenteja, el garbanzo. Colombia no tiene suelos óptimos para cultivar algodón. Ciertos cultivos de trópico húmedo tales como el cacao, caucho y la palma africana presentan buenas perspectivas. Si a lo anterior se agregan algunos frutales,  a eso se reduce la nueva oferta agrícola exportable.   


El tema de los recursos del subsuelo ha sido objeto de una miopía absurda, medios de  comunicación irresponsables se han dedicado a satanizar todo lo referente a hidrocarburos y minería. El desconocimiento del país por la alta burocracia ha sido patético, se ignoró la existencia de grandes yacimientos de petróleo pesado, porque estos se hallan lejos de la Sabana de Bogotá. La explotación del recurso mineral más importante, el oro ha sido sistemáticamente saboteado por la agitación ambientalista. Alos mayores depósitos de mineral de hierro los declararon parque nacional, sin tomarse el trabajo de por lo menos visitarlos. En la vertiente del Pacífico hay prometedoras manifestaciones de metales básicos, pero están lejos de Bogotá y les crearon una tramoya de leyes absurdas para que no se pueda hacer nada. La explotación del carbón ha sido una simple actividad extractiva sin el valor agregado de una industria carboquímica. El mayor depósito de fosfatos está más cerca de la frontera que del altiplano, por tanto no amerita atención.


Por ultimo cabe mencionar el tema de desarrollo más importante, la industria. Además de todos los inconvenientes de burocráticos, legales y de la algarabía ecológica, la actividad manufacturera  de Colombia carece de industrias básicas, no hay un desarrollo siderúrgico que permita crear industria pesada. No hay metalurgia de aluminio, cobre o zinc. En la producción de fertilizantes faltan los insumos básicos tales como la úrea y el potasio. Los fosfatos son insuficientes. Colombia no produce celulosa. La industria de alimentos para animales depende en su mayor parte de insumos importados. En lo único que hay suficiencia es en materiales tales como cemento y cerámica para la construcción, por tanto salimos de la edad de piedra, falta entrar a la edad de los metales.  


Jaime Galvis V.