Tuesday, November 22, 2011

Conocimiento Geológico y la Agencia Nacional Minera


por Jaime Galvis
Noviembre 22 de 2011

El territorio de Colombia es poco conocido. En la época colonial, la exploración no fue una actividad estimulada, por el contrario la burocracia virreinal fue ajena a todo lo que significara conocimiento de las grandes áreas del País. La única excepción fueron algunas tímidas actividades al final del virreinato tales como la Expedición Botánica. Nunca hubo grandes  expediciones de aventureros buscando minerales tales como los Bandeirantes en el Brasil. Luego de la Independencia la actividad exploratoria fue casi nula, un área como el Valle Medio del Magdalena, situada en el centro del País permaneció siendo en su mayor parte una selva casi inexplorada durante más de la mitad del siglo XX.El conocimiento geológico del País es en extremo deficiente, la cartografía geológica publicada es deplorable, no existe un tratado de geología de Colombia, no hay estudios metalogénicos. No hay claridad en los modelos de generación y almacenamiento ni siquiera en los hidrocarburos, todo se reduce a estudios puntuales mal orientados e inconexos.El Gobierno Nacional ha creado una entidad denominada Agencia Nacional de Minería, para administrar los recursos mineros, dentro del esquema de funcionamiento de dicha agencia, esta podrá reservar áreas especiales y hacer subastas de ellas. Ante la pobreza de la información existente ¿con que criterio van a definir las áreas especiales? ¿Se van definir por consejas y mapas del tesoro? O posiblemente basándose en la alharaca de periodistas ignorantes del tema que frecuentemente hacen “hallazgos”. En estos asuntos es muy fácil hacer el ridículo, basta anotar aspectos como el “coltan”, como están denominando la tantalita; el ruido empezó por Venezuela y luego se extendió al Oriente de Colombia, menudearon las declaraciones oficiales amenazando a quienes se apropiaran de semejante tesoro. La tantalita se presenta en unas mineralizaciones denominadas greisen donde se encuentran cuarzo, topacio, casiterita, ilmenita, rutilo y tantalita. Dichos minerales se encuentran muy diseminados por lo cual no permiten una explotación a escala industrial, se necesita hacer pequeñas excavaciones donde presentan escasos cristales, de los cuales la mayoría (mas del 60%) son de casiterita, mineral de estaño de bajo precio, la tantalita es el más escaso de los minerales mencionados. Por tanto esas manifestaciones no tienen un interés especial como para hacer subastas internacionales. Cabe anotar que la primera mineralización de esta clase en Venezuela, fue hallada hace más de treinta años y nunca ha sido objeto de una explotación industrial, allí los indígenas extraen artesanalmente estos minerales y los venden en Puerto Carreño, las ocurrencias halladas en territorio colombiano se extraen en la misma forma. Esto dista mucho de ser un gran negocio considerando que la mayor parte de lo extraído es casiterita. Este mineral se presenta diseminado también en Brasil (Territorio de Rondonia) y al considerar antieconómica su explotación por medio de excavaciones, solamente lo extraen de algunos aluviones.Respecto al oro el desconocimiento genético de los depósitos conocidos es pasmoso, prácticamente se practica una guaqueria mecanizada, sin ninguna idea clara del potencial existente. Respecto a otros metales la situación es peor aún, exceptuando el níquel, en explotación, de los demás se desconoce si hay depósitos explotables, solo hay datos muy fragmentarios y especulaciones. Hay indicios de un yacimiento de hierro bandeado pero datos oficiales brillan por su ausencia.Ante lo anterior cabe preguntar que va a subastar la Agencia Nacional de Minería? Leyendas como el uranio de La Macarena o los diamantes de Tena? Hace años, Ecominas creó un esquema similar, los “aportes” con lo cual congelaron amplias zonas del País sin resultado alguno, de eso no salió ningún proyecto minero, quizás exceptuando los aportes de esmeraldas, de los cuales no es un secreto el dato de quienes ganaron la subasta.Hay mucho ruido acerca del auge de la minería en Colombia y de los grandes recursos existentes, nada más lejano de la realidad. Cualquiera que lee los titulares de prensa cree que el País está tachonado de depósitos de oro, lo cual no es cierto, Colombia no es Suráfrica. Aquí se conocen media docena de ocurrencias auríferas que pueden ser depósitos de gran tamaño, lo demás son manifestaciones pequeñas o a lo sumo medianas. Por tanto es ilusorio creer que se va a presentar una avalancha de grandes compañías tras la ofertas de la mencionada agencia. Durante más de ocho años varias compañías mineras han explorado el territorio nacional y los hallazgos son pocos, por lo cual empresas como Barrick, Rio Tinto y otras se han retirado, no hay razón para considerar que las subastas van a crear un interés que no existe. Lo único que las áreas de reserva pueden ocasionar es la congelación de pequeños prospectos que pueden ser interesantes en pequeña escala y el atropello de muchos mineros de subsistencia.Además la Agencia Nacional de Minería debe advertir  a los posibles licitantes que en Colombia existe un verdadero colectivo de ONGs, ecólogos, antropólogos, sociólogos, abogados y comunidades de papel dedicado a sabotear los proyectos mineros. Esto ha llevado a que los escasos proyectos  importantes se encuentren totalmente paralizados.                

Jaime Galvis Vergara
Geólogo, escritor y agudo observador, de a pié, de las más remotas regiones del país.

Tuesday, November 08, 2011

Fomento del Tribalismo



por Jaime Galvis
Noviembre 8 de 2011
En la vida política de Colombia en los últimos años se ha fomentado una mentalidad tribal cuyas consecuencias en el futuro del País pueden ser funestas. Tradicionalmente Colombia ha sido un país pluri-racial en el cual se pueden observar todos los matices del mestizaje. En los conflictos nunca fue un factor determinante el racismo y el alto grado de mestizaje determinó que entre los colombianos nunca se presentara una verdadera segregación racial.
Desde hace varias décadas se ha presentado un verdadero bombardeo mediático por parte de entidades internacionales, algunas agencias estatales criollas, medios universitarios, medios de comunicación e “ideólogos” con el firme propósito de fomentar diferencias raciales y sus consecuentes odios. Por influencia de ONG internacionales y algunas presiones diplomáticas se crearon numerosas reservas indígenas para aislar cada grupo racial del entorno nacional, algo muy similar a los bantustans que creó el Imperialismo Británico en África. Dichas reservas se consideran exclusivas para cada grupo lingüístico indígena, dándoles el aspecto de pequeñas nacionalidades. Además en dichas zonas no operan las leyes del Gobierno Nacional, “Los Resguardos” aplican sus propias leyes. Por otra parte sus habitantes están exentos de deberes tales como el pago de impuestos o el servicio militar. Las reservas indígenas son áreas enormes en relación al volumen de población que las habita y presuntamente las usufructúa.
Hay toda una serie de gabelas paternalistas que han convertido a los “indígenas” en grupos privilegiados, lo cual ha generado resentimientos y odios en comunidades campesinas pobres que por no llevar el membrete de “indígenas” no gozan de esos privilegios. El favoritismo  por los habitantes de los “resguardos” no ha engendrado en ellos apego y lealtad a la nacionalidad, todo lo contrario esto solamente ha generado una continua exigencia de más privilegios y tierras (generalmente amenizada con motines y cierre de carreteras); además de actitudes hostiles hacia las autoridades del País. Frecuentemente se han aliado a grupos guerrilleros y de delincuencia común. Se ha generalizado un rechazo a la construcción de obras públicas en sus “territorios”, en resumen en ellos no hay un sentido de pertenencia a la nacionalidad. Esto muchas veces ha llevado a actitudes francamente ridículas tales como las protestas por el descubrimiento de América y cosas por el estilo. Es francamente absurda la existencia de esas reservas o resguardos, cuando países de gran población indígena como México, Perú, Bolivia o Paraguay  no han establecido esa clase de cotos territoriales.
La legislación de Colombia es aún más absurda en lo que respecta a la población de raza negra. Establecieron unas zonas de “negritudes” las cuales tienen unas reglamentaciones económicas y sociales especiales. Todo esto lo rige una “ley de negritudes” originada en la constitución de 1991, en la cual curiosamente no hubo representantes de las gentes de raza negra, ni en lo que se sabe se les consultó al respecto. Debido a esto la vertiente del Océano Pacífico, donde se halla la mayor parte de la población afroamericana o negra como ellos prefieren que los denominen. Se establecieron una serie de normas absurdas como aquella de la propiedad “comunitaria” en vez de propiedad privada y otras genialidades por el estilo que han contribuido a acentuar el aislamiento y la miseria de las poblaciones del Litoral Pacífico, con esto la región se convirtió en una base de delincuencia en Colombia. Al vedarse las actividades económicas lícitas, allí prosperó el narcotráfico hasta niveles increíbles. Al depender de actividades ilícitas, la población negra ha tomado actitudes hostiles a la presencia de forasteros, una xenofobia en pequeña escala acentuada por la escasa o nula inversión gubernamental en infraestructura.
Debido a toda esa serie de legislaciones disparatadas, la delincuencia domina el Litoral Pacífico y  zonas indígenas como las del Cauca son un polvorín, con o sin presencia guerrillera. Es increíble que al mismo tiempo que países como Suráfrica o Namibia están suprimiendo los bantustanes con el fin de favorecer la integración racial y grandes estados pluri-raciales y pluri-lingüisticos tales como La India hacen grandes esfuerzos para integrar los diversos grupos humanos, en Colombia agencias estatales, ONG y muy numerosos “ideólogos” procuren fomentar un tribalismo suicida. Ahí se está gestando el próximo conflicto de consecuencias impredecibles.

Jaime Galvis Vergara
Geólogo, escritor y agudo observador, de a pié, de las más remotas regiones del país.

Tuesday, September 27, 2011

Problemas económicos del sistema democrático


Por Hans-Hermann Hoppe

Imaginemos un gobierno mundial, elegido democráticamente. ¿Cuál sería el probable resultado donde todos los habitantes del planeta votan? Seguramente ganaría una coalición de China y la India y el nuevo gobierno mundial, para ser reelecto, probablemente decidiría que hay demasiada riqueza concentrada en el occidente y mucha pobreza en el resto del mundo, por lo cual es necesario instrumentar una sistemática redistribución de la riqueza. O imagínese que en su país la votación es ampliada para incluir a los mayores de 7 años; el resultado sería una legítima preocupación de que los niños tengan igual y adecuado acceso a refrescos, hamburguesas y videos gratuitos. El sufragio universal en cada país ha logrado lo que una democracia mundial alcanzaría: una permanente tendencia a la redistribución del ingreso y de la riqueza.

La implicación es que bajo la democracia la propiedad personal se vuelve alcanzable por los demás. La mayoría tratará de enriquecerse a costa de la minoría. Esto no implica que habrá una clase rica y otra pobre y que la redistribución será uniforme, de los ricos a los pobres. Frecuentemente son los poderosos quienes logran ser subsidiados por los pobres. Por ejemplo, la educación universitaria “gratuita” no suele beneficiar a la clase trabajadora que no va a la universidad, sino a la clase media y alta que sí. Y pronto se redefine quién es “rico” y merece ser saqueado y quién es pobre y merece recibir el producto del saqueo.

Si vemos a la democracia como una maquinaria popular de redistribución y le añadimos el principio económico de que alguno siempre recibirá más de cualquier cosa que sea subsidiada, obtenemos la clave para comprender la era actual.

La redistribución reduce el incentivo del dueño o productor y aumenta el incentivo de quien no es el dueño ni productor de la cosa. El resultado de subsidiar a individuos porque son pobres es más pobreza. Si se subsidia al desempleado habrá más desempleo. Financiar a las madres solteras producirá más niños sin padre conocido y más divorcios. Prohibir el trabajo de los menores transfiere el ingreso de las familias a parejas sin hijos y se reduce la natalidad.

Subsidiar a los irresponsables, neuróticos, alcohólicos, drogadictos, enfermos de SIDA y a quienes tienen problemas físicos y mentales a través de seguros obligatorios de salud aumentará todos esos problemas. Al hacer que los demás paguen por la prisión de los delincuentes –en lugar de obligar a estos a reembolsar a sus víctimas y a pagar por su propia prisión– se incrementan los delitos. Al obligar a los dueños de tierras a subsidiar a las especies en peligro de extinción a través de legislación ambiental, los animales se benefician y la gente sale perjudicada.

Y lo más importante, al obligar a los dueños de propiedades y a los productores a subsidiar a los políticos, sus partidos y a la burocracia, habrá menos creación de riqueza, menos productividad y más parásitos.

Los empresarios y sus empleados no generan ingresos a menos que produzcan bienes y servicios que se venden en el mercado. Las compras de tales bienes y servicios son voluntarias y así los consumidores demuestran que los prefieren al dinero que cuestan. Nadie “compra” los bienes y servicios del gobierno. Son producidos, cuestan dinero, pero no se venden ni se compran en el mercado. Como nadie los compra, nadie puede demostrar si se justifica su costo. La implicación práctica de subsidiar a los políticos y funcionarios es que se trata de un subsidio a la producción en sí, sin consideración alguna del bienestar de los consumidores de tales servicios, sólo el bienestar de los “productores”, es decir, de los políticos y funcionarios. Entonces, la expansión del sector público aumenta la flojera, la incompetencia, el mal trato y el desperdicio, lo mismo que la arrogancia, la demagogia y las mentiras oficiales.

Debemos tener claro que la falta de democracia no fue lo que provocó la bancarrota del socialismo soviético. El problema no fue el método de selección de los gobernantes sino que las decisiones económicas estaban en manos de los políticos y funcionarios del régimen.

Bajo cualquier forma de gobierno, incluyendo la democracia, la clase dirigente (los políticos y funcionarios) es siempre una pequeña minoría. Y aunque cientos de parásitos pueden vivir de miles de cuerpos, miles de parásitos no pueden vivir de cientos de cuerpos.

Mi conclusión es que lejos de encaminarnos hacia un gobierno mundial, la vía correcta es la secesión y el separatismo hacia comunidades y territorios cada vez más pequeños, dándose así legitimidad al orden natural.

© Agencia Interamericana de Prensa Económica

Sunday, September 18, 2011

Derecho de Petición presentado al Sr Procurador Dr Alejando Ordoñez por Jaime Galvis


Señor Contralor

Doctor Alejandro Ordoñez


Estimado Doctor Ordóñez:


En Diciembre del año 2010, la Agencia Nacional de Hidrocarburos presentó un “Proyecto de invitación pública a ofertar (sic)  No. ANH-08-IP-2010” en el cual se expresa lo siguiente:


“Contratar  y coordinar una consultoría especializada que emprenda el examen detallado de los subsectores de hidrocarburos y minero, elabore un diagnóstico sobre su actual estructura económica y formule conclusiones y recomendaciones que sirvan de orientación y fundamento para ajustar la actual propuesta de reforma institucional o elaborar, implementar y desarrollar un nuevo esquema para alcanzar los objetivos de los subsectores en el corto, mediano y largo plazo de conformidad con las bases y lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo “010-2014.”


Antes de continuar, cabe preguntarse si la Agencia Nacional de hidrocarburos puede contratar estudios y planes para el sector minero ¿Acaso este tema no le corresponde al Ministerio de Minas y Energía?  El presupuesto del contrato se estableció en dos mil trescientos ochenta millones de pesos ($ 2.380.000.000).

La publicación del proyecto de invitación pública a presentar ofertas y sus documentos base se hizo en diez días hábiles entre el 31 de Diciembre y el 14 de Enero de 2011, el aviso de convocatoria se hizo en el mismo plazo. La audiencia de aclaraciones al proyecto(recepción de inquietudes y observaciones) se realizó el 6 de Enero de 2011. La presentación de propuestas se realizó durante 5 días hábiles entre el 17 y el 21 de Enero.


Como se puede observar, las fechas de la convocatoria y demás trámites, coinciden con época de vacaciones durante la cual no es factible reunir toda la documentación exigida por parte de compañías que no estuvieran previamente advertidas del proceso licitatorio. Claramente se observa un proceso de dudosa transparencia.


El organigrama de personal mínimo es muy curioso, ya que incluye un director que puede ser ingeniero, economista, administrador de empresa o abogado y una serie de asesores (8) que pueden ser economistas abogados, administradores de empresas, abogados y hasta politólogos, excepto uno que debe ser geólogo o ingeniero. Si se considera que el estudio comprende lo referente a hidrocarburos y minería, un ingeniero puede ser de petróleos o de minas pero no mixto y entre los geólogos generalmente hay especialistas en una de esas disciplinas no en ambas. Se nota en los términos del contrato un absoluto desdén por la parte técnica o un desconocimiento del tema.

Al concurso se presentaron tres firmas extranjeras:


·       Mckinsey & Company

·       Booz & Company de Colombia

·       The Boston Consulting Group


De estos proponentes salió ganadora la firma Mckinsey & Company  

Cabe preguntarse porque no hubo proponentes colombianos. En un proyecto donde la mayor parte del personal del organigrama son abogados, economistas y administradores de empresas no se ve que papel puedan tener firmas foráneas.


La fecha de iniciación del contrato fue el 3 de marzo de 2011 y el plazo de ejecución fijado fue de 14 semanas a partir de la fecha de iniciación.


Por el proceso del estudio de evaluación, se suspendieron los trámites mineros hasta la terminación del estudio. Toda la tramitación minera continua suspendida y los resultados del mencionado estudio se desconocen tres meses después del plazo fijado para su entrega. Sobra anotar el gran perjuicio que esta situación causa a la actividad minera. No hay derecho a que se traten con tanta ligereza aspectos claves en la economía del País


El contrato en mención tuvo alguna interventoría? Porque no se entregó en el plazo fijado?


Este asunto requiere intervención de los órganos de control. Ateniéndome al derecho de petición, solicito respuesta a esta comunicación.


Atentamente,


Jaime Galvis Vergara 
C.C. 17.053.070  




Sunday, July 17, 2011

Clarence Darrow enjuicia al estado

Por Doug French. (Publicado el 15 de julio de 2011)



Traducido del inglés por EUribe. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5448.

[El nuevo prólogo a Resist Not Evil (1903; 2011), de Clarence Darrow]

Siempre recuerdas libros que cambian tus pareceres, porque esos libros son pocos y espaciados. Nos dirigimos a libros que refuerzan lo que ya creemos. Nos ha sentir más inteligentes el que el autor comparta nuestra opinión y ofrezca palabras que podamos utilizar para defender nuestra postura por si acaso es necesario.


Después de que Murray Rothbard me abriera los ojos en la UNLV en 1990, entré en una borrachera compradora de libros que incluyó una edición del libre que tiene usted en sus manos, Resist Not Evil. Sinceramente, no puedo recordar por qué compré el libro en Loompanics, salvo que la descripción del catálogo del librero debió haberme picado el interés de alguna forma.


En el momento recuerdo estar entre dos aguas, con una ligera tendencia a apoyar la pena capital. El argumento de la disuasión me resonaba. Sin embargo era una cuestión difícil, equivalente a los asuntos del aborto y la inmigración. En el fondo, no apoyar la pena capital pone a uno entre los progresistas compasivos, compañía con la que no quería estar.


Pero esto pasa con muchas cosas. En lugar de analizar el problema por nosotros mismos, dejamos que el grupo con el que nos identificamos tome por nosotros la decisión de qué creer. Es una forma perezosa de vivir, que no requiere pensamiento, ni estudio, ni consideración, ni introspección.

Clarence Darrow no lo permite. No te permite ponerte sentarse en el lugar del jurado de la opinión pública y dejar que otros jurados tomen tu decisión. Resist Not Evil no es solo una crítica a la pena capital. Enjuicia al estado, y Darrow argumenta la acusación.


Y no hay un acusador más apasionado y expresivo que Darrow. Es imposible no verse arrastrado por su retórica. Como un buen abogado, Darrow se anticipa a todos los argumentos y procede a aplastarlos página tras página con alguna de la mejor prosa que nunca leeremos.


Aunque escribió en 1902, Darrow se anticipa a la nación prisión que es hoy Estados Unidos. Todas las áreas de la vida se han convertido en parte del código penal, con un ejército de personas operando como policía, legisladores y el sistema de tribunales para aplicar estas leyes a través de la fuerza y la violencia.

El estado está configurado no para administrar justicia, sino para sancionar. No se compensa a las víctimas, pero el estado se lleva su libra de carne. Escribiendo hace más de un siglo, Darrow se centra en los delitos contra la propiedad, el delito predominante por el que el estado penaba a los delincuentes en ese tiempo.


Hoy los robos, aparte de no ser atractivos, son demasiado difíciles de resolver y no son un generador de efectivo para la aplicación de la ley local, estatal o federal. Así que hoy es la guerra contra las drogas la que abarrota las prisiones de Estados Unidos, combinada con iniciativas desde Washington de “ser duros con el delito”.


Estados Unidos tiene el porcentaje de encarcelamiento más alto del mundo. Uno de cada 100 de entre nosotros está tras las rejas, juzgado por una monstruosidad creada solo para infligir venganza. La ciudadanía está muy contenta de congratularse cuando gente que no conoce es recluida durante años y décadas por lo que puede haber sido un error.


Darrow apunta que el estado no considera la totalidad de la vida de una persona cuando administra la sanción por el delito. Una vida de buen comportamiento no es una defensa para un profesor que ha tenido sexo consentido con una estudiante. La opinión pública grita que esto está mal y el juez, considerando las próximas elecciones, está demasiado dispuesto a castigarle durante décadas.


El estado se asegura de que no lleguemos a conocer a los perpetradores. Esos hombres y mujeres (muchos de ellos son mamás y papás) se convierten menos en gente que nos pudiera gustar o con la que pudiéramos identificarnos. Esto hace sencillo para el público permitir al estado juzgar, condenar y sancionar.


Ahora el estado dice que son criminales gente que compraba demasiadas veces en un periodo demasiado corto de tiempo lo que antes era
medicación contra la alergia que se vendía libremente. El periódico local cumple haciendo su papel, imprimiendo fichas policiales y calificando el delito para que los vecinos puedan expresar su disgusto. Pocos de los que leen los periódicos entienden que esta gente está sencillamente respondiendo a los incentivos económicos que ha creado la guerra del estado contra las drogas.

Si el estado dice que son malos deben ser castigados con varias décadas de penitenciaría y el periódico local confirma la historia estatal, entonces personas perfectamente extrañas les juzgan como ha hecho el estado. “Sí, enciérrenlos. Son malos”.


Darrow ve a los juzgados por el estado como más honorables que los que están dentro del estado realizando el enjuiciamiento. Hay numerosos ejemplos en la cultura popular moderna de personajes dedicados a actividades criminales que no solo tienen las simpatías de la audiencia, sino que se les ve como heroicos.


Las luchas emocionales y familiares del día a día del mafioso moderno de ficción Tony Soprano le muestran ante las audiencias a una luz muy diferente de la que usaría el estado para juzgarle en la vida real. Lo mismo pasa con el ama de casa convertida en vendedora de marihuana Nancy Botwin en Weeds o el profesor de química convertido en fabricante de metanfetamina Walter H. White en Breaking Bad. Nadie puede empatizar con el agente antidroga Nelson Van Alden, pero es fácil apoyar a los diversos criminales de Boardwalk Empire o el vigilante asesino en serie Dexter o la pastillera Nurse Jackie.


Aunque las cadenas de televisión siguen produciendo su porción de series de policías y tribunales, las audiencias actuales prefieren los realities o los espectáculos de nuevos talentos. Mientras que hace años a las audiencias les gustaban los detectives callejeros como el Joe Friday de Dragnet, hoy en día es el trabajo en el laboratorio criminal lo que estimula a los televidentes (primordialmente a los mayores). Los policías de la calle se retratan como borrachos, duros y oportunistas, como se ve mejor en The Wire.


Sin embargo, en la vida real, la comunidad no tiene ninguna simpatía por los que se dedican a estas actividades que el estado considera malas.


Darrow empieza Resist Not Evil calificando al estado como es: un agresor violento. Y una institución violenta debe tener ejércitos, funcionarios y gobiernos civiles para castigar a los delincuentes. Al contrario que Hans Hoppe, Darrow no considera a la monarquía mejor que la democracia, pero es interesante que Darrow apunta que los monarcas se respetaban entre sí y por tanto no se dedicaban a la dominación del mundo.


A Darrow le faltaba el beneficio de la idea de Hoppe de que los monarcas tienen menores preferencias temporales porque el poder queda en la familia, permitiendo a los gobernantes pensar a largo plazo y ser más pacíficos que sus vecinos. Los gobernantes elegidos con altas preferencias temporales de las democracias deben robar y saquear en el poco tiempo en que están en los cargos con poder.


A veces Darrow escribe que hacer negocios es el equivalente a la extorsión y la malversación, creyendo que las clases marginadas con saqueadas por las clases superiores que están protegidas por las leyes de la propiedad y el aparato de fuerza del estado


Ludwig von Mises explicaba que en un mercado libre es el consumidor el que manda realmente y que los ricos solo llegan a serlo sirviendo a los consumidores.


Sin embargo, si las palabras de Darrow se ven a la luz del capitalismo amiguista, donde se permite a los privilegiados obtener ganancias privadas, quedando para el público absorber cualquier pérdida y donde la apertura de cualquier tipo de empresa es un privilegio a otorgar solo con la aprobación del estado, entonces sus palabras en este aspecto no pueden rechazarse fácilmente.


Acercándose el 110 aniversario de Resist Not Evil, hay millones de estadounidenses capturados en el sistema penal nacional, la mayoría castigados por delitos arbitrarios creados por el estado. Va también contra el momento de Clarence Darrow, ofreciendo la más clara acusación al estado y su violencia.






Douglas French es presidente del Instituto Mises y autor de Early Speculative Bubbles & Increases in the Money Supply y Walk Away: The Rise and Fall of the Home-Ownership Myth. Es doctor en economía de la Universidad de Nevada-Las Vegas, dirigido por Murray Rothbard, con el Profesor Hans-Hermann Hoppe en su tribunal de tesis. French enseña en la Academia Mises.




Este artículo es el nuevo prólogo a Resist Not Evil (1903; 2011), de Clarence Darrow.

Saturday, July 02, 2011

¿Por qué legalizar ahora?

Por Mark Thornton.


(Publicado el 1 de julio de 2011)


Traducido del inglés por euribe. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5427.


De repente, el mundo se alborota con discusiones acerca de legalizar la marihuana y otras drogas. Candidatos, políticos, antiguos presidentes, grupos de interés e incluso la Comisión Global sobre Política de Drogas están pidiendo una reforma de la política de drogas. Dado que estamos en una crisis económica y fiscal en todo el mundo, ¿por qué les interesa a todos la política de drogas? ¿Hemos recuperado repentinamente la sensatez y nos hemos dado cuentas que la prohibición es irracional?


No, la razón más importante para el interés en este asunto es la sensatez económica. La prohibición de las drogas es una carga para los contribuyentes. Es una carga para los presupuestos públicos. Es una carga para el sistema de justicia penal. Es una carga para el sistema sanitario. La crisis económica ha intensificados el dolor de todas estas cargas. La legalización reduce o elimina todas estas cargas. No debería sorprender que la prohibición del alcohol fuera abolida en lo más profundo de la Gran Depresión.


Dos candidatos presidenciales republicanos, el antiguo gobernador Gary Johnson y el congresista Ron Paul, apoyan la legalización. Ron Paul y Barney Frank han presentado legislación que permitiría a los estados legalizar la marihuana sin interferencia federal. El antiguo presidente Jimmy Carter publicó recientemente un editorial en el New York Times pidiendo el final de la guerra global contra las drogas, una postura que ha mantenido desde que era presidente.


La organización LEAP, Law Enforcement Against Prohibition, ha publicado recientemente un informe titulado “Acabar la guerra contra la drogas: Un sueño aplazado” en el 40 aniversario de la Guerra contra la drogas. Critican la guerra y apuntan que el Presidente Obama era en realidad poniendo peor las cosas. Finalmente, y tal lo más importante, la Comisión Global sobre Política de Drogas ha emitido un informe que declara a la guerra contra las drogas un fracaso y ofrece recomendaciones para una reforma.


La crisis económica está acelerando la comprensión de que la guerra de las drogas ha fracasado y no puede ganarse. Los contribuyentes han estado lentos en entender la carga económica de la prohibición de las drogas. Se les ha dicho durante décadas que solo necesitaban gastar un poco más y eliminar una pocas protecciones constitucionales más a nuestros derechos para ganar la guerra contra las drogas. Tras décadas de promesas rotas, presupuestos, presupuestos rotos con agujeros de billones de dólares y una tambaleante economía en crisis, cada vez más gente está diciendo no a la guerra contra las drogas.


La prohibición de las drogas es la mayor partida individual en el presupuesto de la justicia penal. Es asimismo una gran carga para más de una docena de presupuestos y es una carga creciente en presupuestos estatales y locales. El encarcelamiento de cientos de miles de delincuentes relacionados con las drogas lleva a menudo a la ruptura de familias y a la pérdida de quienes sostienen las familias, suponiendo cargas adicionales para los servicios sociales.


El sistema de justicia penal está saturado y las prisiones llenas mucho más allá de su capacidad. Como consecuencia, los criminales violentos están recibiendo rebajas en sus sentencias. Otras mediciones del delito y la violencia son asimismo perturbadoras. Las bandas callejeras utilizan los negocios de droga ilegal para financiar y extender sus actividades. Se ha estimado que hoy en Estados Unidos hay casi 800.000 miembros de bandas. El crimen organizado continúa aumentando en número y sofisticación (así como en nivel de violencia). El ejército mexicano ha reemplazado a la policía local a lo largo de la frontera para restaurar el orden y reducir los más de 10.000 asesinatos relacionados con la prohibición del pasado año. De Afganistán a Zimbabue, la guerra contra las drogas está socavando la civilización.


También la gente se está dando cuenta de que la lucha en la guerra contra las drogas (es decir, la prohibición) solo empeora los problemas sociales. El número ingresos en urgencias relacionados con drogas en Estados Unidos excede ahora mismo de los 2 millones al año por drogas ilegales y uso no médico de medicinas con receta. El aumento en el uso de drogas, de la marihuana a la cocaína, heroína y metanfetaminas es claramente negativo para la salud, y ese aumento se ve cada vez más y más correctamente como consecuencia de la prohibición, no de la adicción.


Como demostré, el fracaso de la Proposición 19 de California legalizando la marihuana no debería verse como una señal descorazonadora. Más bien debería verse como una señal del porvenir. En todo el mundo, la prohibición de las drogas y su derogación o reforma es ahora asunto de debate. En muchas áreas del mundo, la guerra contra las drogas se ha vuelto atrás.


Portugal es un buen ejemplo. No estaban ganado la guerra: la estaban perdiendo. También estaban perdiendo la guerra más general de la prosperidad. En su desesperación legalizaron de hecho todas las drogas. El resultado no fue un abuso desenfrenado y extendido de las drogas. En realidad, el uso y la adicción a las drogas realmente disminuyeron, igual que la violencia y las enfermedades.


Cinco años después, el número de sobredosis de drogas en la calle cayó de alrededor de 400 a 290 anuales y el número de nuevo casos de SIDA causados por uso de jeringuillas sucias para inyectarse heroína, cocaína y otras sustancias ilegales cayó drásticamente de cerca de 1.400 en 2000 a 400 en 2006, de acuerdo con un informe publicado recientemente por el Instituto Cato, un think tank libertario de Washington DC.


Se ha dicho a la mayoría de los estadounidenses que el Franklin Delano Roosevelt fue un gran presidente y uno de los más populares de todos los tiempos. Sin embargo, la mayoría de la gente (incluso la mayoría de los historiadores) no sabe que la razón de su popularidad fue la abolición de la Ley Seca. Obtuvo la nominación demócrata a la presidencia en la convención de 1932, al cambiar de ser Seco a ser Mojado (es decir, alineándose con la abolición). La abolición de la Ley Seca fue la propuesta más popular en el programa del Partido Demócrata y el asunto y promesa de campaña número uno de FDR. Hizo de él su prioridad número uno cuando estuvo en el cargo. (También recortó la nómina del trabajador federal en un 25%).


Los resultados de la abolición fueron al tiempo inmediatos y asombrosos. Se abrieron de nuevo tabernas, restaurantes, cervecerías, destilerías y bodegas. Hubo trabajo repentina y notablemente por primera vez en años. La tasa de desempleo cayó desde su máximo histórico del 25%. El crimen y la corrupción se hundieron, con la tasa de asesinatos cayendo a su nivel anterior a la Ley Seca en cosa de unos pocos años. Para políticos y funcionarios, la abolición supuso una nueva fuente de ingresos fiscales y el final de los recortes presupuestarios. Las revueltas fiscales, que se habían extendido por el país en oposición al gobierno se esfumaron tristemente. La gente se felicitaba porque “Los días felices están aquí de nuevo”.


Aparece una posibilidad similar en nuestro futuro a medida que la crisis económica continúa ampliándose y empeorando. Necesitamos continuar aprendiendo y enseñando las lecciones reales de la prohibición, algunas de las cuales pueden encontrarse en este libro gratuito. Para desenmascarar la verdadera naturaleza del control público y demostrar la superioridad del individualismo dentro de un entorno liberal clásico, debemos hacer de acabar la guerra contra las drogas una prioridad.





Mark Thornton es miembro residente senior en el Instituto Ludwig von Mises en Auburn, Alabama, y es editor de la crítica de libros del Quarterly Journal of Austrian Economics. Es autor de The Economics of Prohibition, coautor de Tariffs, Blockades, and Inflation: The Economics of the Civil War y editor de The Quotable Mises, The Bastiat Collection y An Essay on Economic Theory.

Saturday, June 25, 2011

Ley y justicia en la sociedad celta irlandesa


por Murray Rothbard

El ejemplo histórico más notable de una sociedad con leyes y cortes libertarias, sin embargo, ha sido descuidada por los historiadores hasta muy recientemente. Esta fue también una sociedad donde no sólo habían cortes y leyes libertarias, sino que éstas funcionaban dentro de una sociedad sin gobierno y puramente libertaria. Ésta era la Irlanda antigua -una Irlanda que persistió en esta trayectoria libertaria por unos mil años hasta su conquista brutal por parte de Inglaterra en el decimoséptimo siglo. Y, en contraste con muchas tribus primitivas de funcionamiento semejante (tales como los Ibos en África del oeste, y muchas tribus europeas), la Irlanda de antes de la conquista no era en ningún sentido una sociedad “primitiva”: era una sociedad altamente compleja que fue, por siglos, la más avanzada, la más aprendida, y más civilizada en toda la Europa Occidental.

Entonces, por mil años la Irlanda céltica antigua no tuvo ningún Estado o cualquier cosa parecida. Como escribió la autoridad principal en la ley irlandesa antigua: “no había legislatura, ningunos administradores, ninguna policía, ninguna aplicación pública de la justicia… No había rastro de justicia administrada por el Estado. “

¿Cómo era asegurada entonces la justicia? La unidad política básica de la antigua Irlanda era el tuath. Todos los “hombres libres” que poseyeran tierras, todos los profesionales, y todos los artesanos, podían ser miembros de una tuath. Los miembros de cada tuath formaban una asamblea anual que decidía todas las políticas comunes, declaraban la guerra o la paz a otra tuath, y elegían o deponían a sus “reyes.” Un punto importante es que, en contraste con las tribus primitivas, nadie era apegado o limitado a una tuath dada, así sea debido a el parentesco o a la localización geográfica. Los miembros individuales eran libres, y a menudo, se separaban de una tuath y ensamblaban una tuath competidora. A menudo, dos o más tuatha decidían combinarse en una sola unidad, más eficiente. Como afirma el profesor Peden, “el tuath es un cuerpo de personas unidas voluntariamente para propósitos sociales beneficiosos y la suma total de los terrenos de sus miembros constituía su dimensión geográfica.” En pocas palabras, ellos no tenían al estado moderno con su demanda a la soberanía sobre un área territorial dada (que generalmente se expandía), divorciado de los derechos de propiedad de sus sujetos; por el contrario, los tuatha eran asociaciones voluntarias que solamente abarcaban los territorios propios de sus miembros voluntarios. Históricamente, cerca de 80 a 100 tuatha coexistieron en un momento dado a través de Irlanda.

¿Pero qué hay del “rey elegido”? ¿Constituía él una forma de gobernante de estado? Principalmente, el rey funcionaba como un sumo, presidiendo los rituales de adoración de la tuath, la cual funcionaba como un voluntariado religioso, así como una organización social y política. Como en los sacerdocios paganos y pre-cristianos, la función real era hereditaria, extendiéndose esta práctica a las épocas cristianas. El rey era escogido por la tuath de un grupo de estirpe real (el derbfine), que llevaba la función hereditaria sacerdotal. Políticamente, sin embargo, el rey tenía funciones estrictamente limitadas: él era el líder militar de la tuath, y él presidía sobre las asambleas de la tuath. Pero él solamente podía conducir las negociaciones de guerra o paz como agente de las asambleas; y él en ningún sentido era soberano ni tenía algún derecho de administrar justicia sobre los miembros de la tuath. Él no podía legislar, y cuando él mismo era parte de algún pleito, tenía que someter su caso a un árbitro judicial independiente.

Entonces de nuevo, ¿cómo fueron desarrolladas y mantenidas la ley y la justicia? En primer lugar, la ley en sí misma estuvo basada en un cuerpo de costumbres antiguas e inmemoriales, pasadas de generación en generación primero de forma oral y después escrita por una especie de juristas profesionales llamados brehons. Los brehons no eran en ningún sentido funcionarios públicos o gubernamentales; eran seleccionados simplemente por las partes del conflicto en base a su reputación en sabiduría, conocimiento de la ley-costumbre, y la integridad de sus decisiones. Como indica el profesor Peden:

“. . .los juristas profesionales eran consultados por las partes involucradas en los conflictos para consejos sobre cual era la ley que debía aplicarse en casos particulares, y estos mismos hombres actuaban a menudo como árbitros entre los demandantes. Seguían siendo siempre personas privadas, no funcionarios públicos; su funcionamiento dependía de su conocimiento de la ley y de la integridad de sus reputaciones judiciales.”
Mucho más importante aún, los brehons no tenían conexión personal alguna con la tuatha individual o con sus reyes. Eran totalmente privados, nacionales en alcance, y fueron utilizados por las partes en conflicto a través de Irlanda. Por otra parte, y éste está un punto vital, en contraste al sistema de abogados romanos privados, el brehon era todo lo que había para ese entonces; no habían otros jueces, ningunos jueces “públicos” de cualquier tipo, en la Irlanda antigua.

Eran los brehons que fueron enseñados en la ley, y que agregaron lustres y usos a la ley para adaptarlas a las condiciones cambiantes. Además, no había monopolio en sentido alguno de los juristas del brehon; en lugar de ello, varias escuelas competentes de jurisprudencia existían y competían por la costumbre de la gente irlandesa.

¿Cómo se hacían cumplir las decisiones de los brehons? A través de un elaborado sistema de “seguro” o de garantes/fiador, voluntariamente desarrollado. Los hombres estaban ligados por una variedad de relaciones de seguridad por las cuales se garantizaban el uno al otro el reparo de los males cometidos, de la aplicación de la justicia y de las decisiones hechas por los brehons. En pocas palabras, los brehons no estaban implicados en la aplicación de las decisiones, se valían de los individuos privados ligados a través de garantes. Había varios tipos de seguridad. Por ejemplo, los garantes garantizarían con su propiedad el pago de una deuda, para después unirse al demandante y exigir el cumplimiento de un juicio de deuda si el deudor rechazaba pagar. En ese caso, el deudor tendría que pagar daños dobles: uno al acreedor original, y otro como remuneración a su garante. Y este sistema se aplicó a todas las ofensas, agresiones y asaltos así como contratos comerciales; es decir, se aplicó a todos los casos de lo que hoy llamaríamos “ley civil” y “penal”. Todos los criminales se consideraban “deudores” que debían la restitución y la remuneración a sus víctimas, que se convertían así en sus “acreedores.” La víctima juntaría a sus garantes y procedían a aprehender al criminal o proclamar su demanda en público y exigir que el demandado sometiese su pleito al juicio de los brehons. El criminal podía entonces enviar a sus propios garantes para negociar un arreglo o para acordar someter el conflicto a los brehons. Si él no hacía esto, era considerado “forajido” por la comunidad entera; no pudiendo hacer cumplir más cualquier demanda propia en las cortes, tratándolo como oprobio en toda la comunidad.

Habían “guerras ocasionales” en los mil años de la Irlanda céltica, pero eran reyertas de menor importancia, insignificantes comparadas con las guerras devastadoras que atormentaron el resto de Europa. Como precisa el profesor Peden, “sin el aparato coactivo del estado que pudiese con impuestos y el reclutamiento forzado movilizar cantidades grandes de soldados y de mano de obra, los irlandeses no podían sostener cualquier fuerza militar de gran escala en el campo por un largo tiempo. Las guerras irlandesas. . . eran simples reyertas y peleas de ganado según los estándares europeos.”

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  • Extraído del Libro “For a New Liberty”. Capitulo 12 Sobre el Sector Público: la policía, las leyes y las cortes. Traducción de Ricardo D. Flores. Capítulo en versión digital:http://mises.org/rothbard/newliberty11.asp

Monday, June 06, 2011

El desarrollo sustentable: aportaciones de la Escuela Austriaca de Economía (1)

Por Edgar Piña O. (2)
Licenciado en economía egresado de la Facultad de Economía
de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Master en Ciencias; profesor universitario; consultor de empresas.

“La ciencia económica tiene que ver con los problemas
fundamentales de la sociedad, concierne a todos y se involucra
en todo. Es el estudio principal y más propio de todo ciudadano.”

Ludwig von Mises


Introducción

Tanto en la literatura como en el discurso de los especialistas del ambiente prevalece la opinión de que la racionalidad económica es contraria a los procesos espontáneos de la naturaleza y existen aún los que confundiendo la ciencia económica con los procesos de la economía llegan al extremo de cuestionar los conocimientos de esta rama de las ciencias sociales, llamándola, entre otras cosas, anquilosada, unidimensional, parcelaria, estrecha y opuesta a la sabiduría de la naturaleza (3). La satanización de los procesos económicos es la que lleva a considerar a la “capitalización de la naturaleza”, como la causante de los grandes males del ambiente, cuando por el contrario es este fenómeno lo que asegura su conservación y mejora, en la misma forma y por las mismas razones por las que un propietario cuida y mejora su propia casa.
En este trabajo se parte de la premisa que la praxeología, ciencia de la acción humana, y la economía no son de ninguna manera contrarias a la naturaleza y al ambiente; que no están anquilosadas, no son unidimensionales y que por el contrario pueden proveer fundadamente de los marcos teóricos y conceptuales que las diversas corrientes de ambientalistas y ecologistas requieren para llevar adelante el enfoque relativamente nuevo de la sustentabilidad.
Se sostiene en este ensayo que muchos años antes de que alguien diera el grito de alerta sobre los riesgos ambientales, un destacado miembro de la escuela austriaca de economía,Ludwig von Mises (1881-1973), en su brillante y genial obra sobre la acción humana, publicada en 1949, ya había considerado a la naturaleza como un factor de producción finito y destructible que debía ser manejado en la misma forma y bajo similares criterios a los utilizados para el resto de los factores que constituyen los procesos productivos (Mises, 1963)
Con el propósito de contextualizar esta aportación al análisis económico, en este documento se revisan brevemente algunos antecedentes de la escuela austriaca de economía y se proporciona una semblanza sobre el autor aludido, para luego examinar el capítulo correspondiente de La Acción Humana, Un Tratado de Economía, en el cual Mises reflexiona sobre la naturaleza y la producción económica y sobre el mito de la Madre Tierra.

La escuela austriaca de economía

Parece haber coincidencia entre los especialistas en que la escuela austriaca de economía nació en el segundo tercio del siglo XIX, fundada en 1871 por Carl Menger (1840-1921) con su libro Principios de Economía Política (Menger 1950) dando origen a la revolución marginalista, continuada por Eugen von Böhm Bawerk (1851-1914) con su libro Karl Marx and the Close of his System (Böhm-Bawerk 1949).
Carl Menger fue el verdadero y único fundador de la escuela austriaca de economía. El merece este título por haber creado la teoría del valor y los precios que constituye el corazón de la escuela. También se distinguió por originar y aplicar consistentemente el método praxeológico para la investigación teorética en economía. La preocupación intelectual de Menger fue establecer una conexión causal entre los valores subjetivos subyacentes en las decisiones de los consumidores y los precios objetivos usados en los cálculos de los empresarios.
El mayor logro y la esencia de su “revolución” en la ciencia económica fue la comprobación que los precios son ni más ni menos que la manifestación objetiva de procesos causales voluntariamente iniciados y dirigidos a la satisfacción de deseos humanos. Por ello se considera que la teoría de los precios es el corazón de la escuela austriaca de economía.
Después de estudiar a David Hume, Adam Smith y David Ricardo, entre otros clásicos, y junto a los escritos de sus contemporáneos Leon Walras y Stanley Jevons, Menger estableció las bases subjetivas del valor económico y, por primera vez, explicó la teoría de la utilidad marginal. Con su libro Principios de Economía, publicado en 1871, estableció las bases de la “revolución marginalista” en la historia de la ciencia económica. Al igual que sus predecesores en la tradición liberal clásica, Menger fue un individualista metodológico que entendió la economía como la ciencia de la elección individual.
De Eugen von Böhm-Bawerk se dice que estuvo en el lugar correcto en el momento preciso para contribuir en forma importante al desarrollo de la escuela austriaca. El primer volumen de su libro Capital e Interés, titulado Historia y Critica de las Teorías del Interés, publicado en 1884, es una investigación exhaustiva de los tratamientos alternativos dados al fenómeno de la tasa de interés. Sin embargo, lo más significativo de este trabajo es la crítica devastadora a la teoría de la explotación, tal como la expusieron Carlos Marx y sus seguidores. Para Böhm-Bawerk los capitalistas no explotan a los trabajadores, sino que los emplean y les pagan un salario anticipadamente sobre la ganancia del producto que ellos ayudan a producir. Posteriormente, en el libro Karl Marx and the Close of His System, estableció que la cuestión de la distribución del ingreso entre los factores de la producción es fundamentalmente un asunto de la economía más que de la política (Böhm-Bawerk 1959).
Como ahora todos podemos apreciar, el siglo pasado se distinguió porque el marxismo y el keynesianismo se impusieron en todo el mundo. Los hechos históricos así lo demuestran. Algunos de ellos bastan para no abundar sobre esta declaración. La revolución de Mao Dze Dong en China (1905), la revolución Mexicana (1910), la revolución rusa (1917), el movimiento nazi de Hitler (1934), la revolución cubana (1959), fueron todas ellas ni más ni menos que el triunfo del colectivismo, mientras que el estatismo y el proteccionismo, lamentablemente aun presentes en nuestra realidad, son prueba del predominio keynesiano en América Latina.
Incluso países que se han distinguido por su respeto a los derechos humanos y a la libertad de los individuos, como lo son Estados Unidos, Inglaterra y Francia, aunque no se declaran socialistas y más aún, se alinean en el hemisferio ideológico del mundo libre, se han hecho partidarios, en diversas épocas de su historia, de la intervención estatal en la vida económica, política y social de sus naciones.
En este ambiente global, sólo los austriacos encabezados por Ludwig von Mises, con obras como Socialismo: Un Análisis Económico y Sociológico (Mises 1981) y Human Action: A Treatise on Economic y Friedrich von Hayek (1889-1992) con The Road to Serfdom (1944) advirtieron que los sistemas comunistas, socialistas, fascistas y nazis tendrían que fracasar porque todos ellos se basan en la eliminación de la propiedad privada, de las libertades económicas y en la abolición del mercado. Tarde o temprano las estructuras autoritarias donde el Estado se transforma en el amo y señor de la economía tienen que caer, llevando toda clase de perjuicios a la sociedad.
La razón del fracaso radica en que ningún aparato burocrático, aún cuando esté formado por hombres genios, doctos y honestos, es capaz de asimilar la información de los gustos, preferencias, anhelos y necesidades de la gente. Todos los sistemas autoritarios pretenden manejar la economía como si un país fuera una sola empresa encabezada por un grupo, una familia o un solo líder. Los gobiernos socialistas o nazis organizan la producción a través de monopolios encabezados por un burócrata que debe obedecer órdenes centrales.
Naturalmente, se genera una enorme descoordinación que conduce a aumentar sin límites la burocracia de cada unidad productiva; la producción es poco diversa y onerosa; se genera derroche de recursos, y sobre todo, se desperdicia el talento de millones de personas. El caos que genera el estatismo llega a ser de tal magnitud que no hay fuerzas humanas que lo corrijan y el sistema se colapsa. Las desafortunadas experiencias vividas en nuestro país, [México] durante todo el siglo veinte, son prueba de la validez de esta afirmación.
Estas ideas defendidas por los economistas de la escuela austriaca, nunca fueron del gusto de los gobernantes. Muchos de ellos se creían con conocimientos y poderes sobrenaturales y no estaban dispuestos a escuchar a los teóricos de la escuela austriaca. Por el contrario, autores como John Maynard Keynes (1957), Vladimir I. Lenin (1966), Oscar Lange (1970), Paul Baran (1966) y Gunnar Myrdal (1990) llegaron a ser muy apreciados por la academia y los hombres del poder porque justificaban “desde el punto de vista teórico” el por qué el Estado debía ejercer el control de la economía.
A los pensadores austriacos en cambio se les aisló, se les persiguió y se les condenó en el olvido. Sólo a finales del siglo XX, cuando las crisis económicas derivadas de las recetas marxistas y keynesianas provocaron las peores crisis económicas de la historia humana, el mundo empieza a voltear hacia los pensadores liberales.
Lamentablemente Ludwig von Mises, Friedrich von Hayek y otros inscritos en la escuela(4) ya no viven, pues de otra manera serían testigos de que la historia les está dando la razón y que ahora se empieza a apreciar y estudiar toda su teoría, lo cual no está exento de la grave dificultad que implica la pesada carga filosófica y metodológica del marxismo y el estatismo presente en la ideología de los empresarios, burócratas y políticos que toman las decisiones de política que afectan la economía y la sociedad de nuestros días.

¿Quién fue Ludwig von Mises?

Como se dice en uno de los sitios web dedicados a promover las obras de la escuela austriaca (5) cuando Ludwig Heinrich Edler von Mises murió en la ciudad de Nueva York en 1973 a la edad de 92 años, no hubo obituarios de primera plana en los diarios de la ciudad. Sin embargo, los creyentes en la libertad y la economía de mercado supieron que un gigante había caído.
Mises nació en 1881 en Lemberg, ciudad en ese entonces perteneciente al imperio Austro-Húngaro y fue hijo de un exitoso ingeniero. A la edad de 19 años ingresó a la Universidad de Viena obteniendo su doctorado en leyes a la edad de 27.
De entre una prolífica obra sobre teoría monetaria y del crédito, epistemología y metodología económica, permítaseme destacar por ahora su libro titulado Socialism: An Economic and Sociological Analysis (Mises 1981), escrito en 1922 en plena materialización del fantasma comunista en Europa. Desapercibido e incomprendido en su tiempo, este libro es reconocido ahora como un clásico dónde Mises predijo el rotundo fracaso del experimento comunista.
Él argumentó que el socialismo no podía funcionar en una economía industrial porque no habría un mercado de capitales y en consecuencia no existiría un sistema de precios para calcular pérdidas y ganancias. El resultado dijo, será el caos y el estancamiento. En la misma forma, él mostró que las economías mixtas no pueden funcionar eficientemente, debido a que los impuestos, las regulaciones y el gasto público, distorsionan el sistema de precios y la asignación de recursos hacia su máxima redituabilidad.
En oposición a las filosofías colectivistas, Mises presenta una persuasiva defensa de la sociedad civil como estructura mediadora entre el individuo y el Estado. La cooperación social, dijo, descansa sobre la desigualdad humana, la división del trabajo y las jerarquías institucionales.
No satisfecho de trabajar en las áreas de la ciencia económica, historia y sociología, Mises también se dedicó a reconstruir metodologías y los fundamentos de la economía. En su tiempo, la disciplina económica estaba cayendo en el convencimiento del institucionalismo y el positivismo. El primero niega la ciencia económica, mientras que el segundo no distingue entre las ciencias físicas y las sociales. La gran respuesta de Mises a esta situación fue la praxeología, la ciencia de la acción humana, la cual ve a cada actor económico individual como sujeto que tiene sus propios propósitos y metas.
Mises apreció el positivismo como especialmente peligroso, no sólo por ser científicamente inválido sino porque trata a las personas como objetos inanimados que pueden ser manipulados a voluntad, lo que les da los “ingenieros sociales” el marco perfecto para justificar sus actividades.

La sustentabilidad de la escuela austriaca

Un análisis precursor de la sustentabilidad que debe caracterizar a la actividad económica de acuerdo a los enfoques recientes (6), lo encontramos en el capítulo XXII de la obra máxima de Mises, Acción Humana, relativo a “Los factores originales no humanos de la producción”. Publicado por primera vez en 1949 por Yale University, en este libro Mises analiza la teoría de la renta de David Ricardo (Ricardo 1821), a partir de la cual argumenta desde un punto de vista económico sobre la explotación de los recursos naturales y sobre el Mito de la Tierra, con base en una visionaria e irrefutable percepción de la agotabilidad de dichos recursos, con lo cual mejora la concepción ricardiana consistente en considerar a los poderes de la tierra originales e indestructibles.

La naturaleza y la producción

Inicia Mises su análisis con algunas observaciones generales concernientes a la teoría de la renta de los factores de producción. Dice que en el marco de la economía ricardiana la idea de la renta constituye claramente un intento de enfocar este tipo de aspectos con lo que hoy conocemos como análisis de la utilidad marginal. La teoría de Ricardo, escribe el economista Austriaco, luce más bien insatisfactoria si se juzga con el conocimiento disponible hoy en día, ya que el método de la teoría subjetiva del valor es con mucho superior.
No hay razón, dice, para que la historia del pensamiento económico se avergüence de la teoría de la renta de Ricardo, ya que sobre ella se construyeron los cimientos de las nuevas concepciones. El hecho de que tierras de distinta calidad y fertilidad rindan diferente utilidad por unidad de insumo, no es ningún problema de entendimiento actual, ya que la generación de renta de los recursos naturales, cae dentro del mismo tipo de análisis para los otros factores de la producción (Mises 1963, p. 635)
La teoría moderna del valor y los precios, dice Mises, no está basada en la clasificación de los factores de la producción como la tierra, el trabajo y el capital, sino en la distinción fundamental entre mercancías de un orden mayor o menor, es decir entre bienes para la producción o para el consumo. Cuando se clasifican los factores de la producción como originales de la naturaleza y producidos por el hombre, y luego todavía se clasifican los primeros como humanos (trabajo) y no humanos (recursos naturales); y los segundos, los producidos, como intermedios y de capital, no se rompe la uniformidad del razonamiento concerniente a la determinación de los precios de los factores de la producción.
El hecho de que diferentes rendimientos generados por los factores de la producción sean valorados, apreciados y tratados en forma diferencial, solo puede asombrar a las personas que no distinguen las diferencias en servicialidad de dichos factores (Op. Cit., p.636).
A ningún agricultor, dice Mises, le asombra que un comprador esté dispuesto a pagar más por una tierra fértil que por una que no lo es. La única razón por la cual los primeros economistas estaban intrigados por este hecho empírico es que ellos usaban el concepto general de tierra sin distinguir entre diferentes productividades. El gran mérito de David Ricardo, continúa explicando Mises, fue su conocimiento de que la tierra marginal no produce ningún rendimiento. De este concepto al principio de la teoría subjetiva del valor, solo hay un paso.
Sin embargo, cegados por la noción del costo real ninguno de los economistas clásicos ni sus seguidores dieron este paso. Para sustanciar este argumento el autor de Acción Humana, toma el ejemplo de los vinos en Europa. Así, se pregunta porqué el precio de un Borgoña es mayor que el de un chianti de Toscania. No es porque los viñedos de Borgoña se coticen más alto que los de Toscania, sino al revés, la preferencia del consumidor asigna más valor al Borgoña que al Chianti y es eso lo que aumenta el valor de la tierra en Borgoña (Ibidem, p. 637).
Así el error de la economía clásica, de acuerdo a la argumentación de este autor, fue que asignó a la tierra un lugar distinto en el esquema teórico, mientras que ahora la tierra, en el sentido de los recursos naturales, es un factor de producción que se somete a las mismas leyes que determinan la formación de precios de los otros factores de la producción.
El primer punto de la enseñanza de la economía concerniente a la tierra es, dice Mises, la distinción entre dos clases de factores originales de la producción: humanos y no humanos. Tratándose del problema económico del valor del factor original no humano, esto es, los poderes de la tierra -los recursos naturales-, el analista deberá hacer una clara distinción para separar el punto de vista cosmológico del praxeológico.(7)
La primera reflexión de Mises sobre la teoría cosmológica es que según esta concepción, prevaleciente todavía a mediados del siglo XX (tiempo en que se publicó por primera vez su libro), es que la acción del hombre no alcanzaría a afectar los poderes de la tierra o que el daño en el peor de los casos sería de poca importancia en la esfera de la acción humana. Era claro que todavía entonces se actuaba en el convencimiento de que los recursos naturales, excepto los no renovables, se regeneraban por sí mismos periódicamente. (8) Frente a esta concepción, Mises advierte que: “eso de la auto-recuperación de los recursos naturales ante el efecto de la acción humana, está por verse, ya que es posible que el uso humano de la tierra sea en tal forma devastador que los procesos de regeneración de sus poderes productivos sean tan lentos que requieran largos períodos o, lo que es peor, que se destruyan y que sólo puedan ser restaurados mediante un uso considerable de capital y trabajo.” (Ibidem, p.638).
Es aquí donde nuestro autor, se coloca en la línea del tiempo como el primer filósofo, praxeológo y economista que trata científicamente el problema de la necesidad de dar sustentabilidad al desarrollo, aún cuando este concepto en su tiempo no se utilizaba.
Más adelante, Mises continúa su argumento, diciendo que tratándose de los recursos naturales, el hombre tiene para escoger entre varios métodos, diferentes unos de otros, en relación a la preservación y regeneración de su poder productivo. No menos que en cualquier otra rama de la producción, el factor tiempo entra también en las actividades de explotación de la tierra: caza, pesca, ganadería, agricultura, silvicultura y utilización del agua (Ibidem, p. 638) Aquí también el hombre debe escoger entre la satisfacción ahora o en el futuro, de acuerdo a los prerrequisitos (9) de la acción humana, tal como se explica en el capítulo 1 de la Primera Parte de Acción Humana (Ibidem, p.35).
Existen condicionantes institucionales, agrega Mises, es decir generadas por la sociedad, que causan que las personas prefieran la satisfacción de necesidades en el futuro cercano y no en futuros distantes. Si los recursos naturales, por un lado, no son propiedad de individuos concretos, y por otro, son concesionados como privilegios especiales a ciertos otros individuos, entonces éstos son libres de hacer uso temporal de ellos para su propio beneficio, sin ningún compromiso de pago para el futuro.
Lo mismo sucede cuando el propietario, cuando existe, vive con la expectativa de ser expropiado de un momento a otro. En ambos casos, los actores actúan exclusivamente en el intento de exprimir tanto como sea posible para su beneficio inmediato, sin interesarse por el futuro. Ellos no consideran las consecuencias de los métodos de aprovechamiento utilizados en su acción. El mañana no cuenta para los no propietarios (Ibidem, p. 639) Las consecuencias de esto son visibles en los casos del agua, la caza, la pesca, la madera y muchos otros ejemplos de explotación de los recursos naturales.
Examen aparte merecen, a nuestro juicio, los casos de propiedad comunal en los que la organización lograda por los miembros del grupo facilita el aprovechamiento de los recursos naturales sin deteriorar sus propiedades y sin sacrificar a las generaciones futuras. En todo caso, lo interesante de estas experiencias sería el análisis de las motivaciones o restricciones que dicha organización implica para sus miembros, lo cual se aleja de los propósitos de este ensayo.
Desde el punto de vista de las ciencias naturales, dice Mises, el mantenimiento de los bienes de capital y la conservación de la naturaleza pertenecen a dos categorías completamente diferentes. Agrega que cuando se trata de los bienes de capital, el productor se preocupa por reponerlos sino quiere acabárselos en el proceso productivo, pero cuando se trata de la naturaleza el hombre actúa como si fuera eterna. Pero tal actitud, solo tenía sentido bajo la concepción cosmológica superada por Mises, misma que en la actualidad luce completamente fuera de toda lógica.
Sin embargo, para la praxeología lo mismo se consumen los factores creados por el hombre que los originales de la naturaleza, respecto a los cuales los actores deben optar entre seleccionar procesos de producción que rindan mayores beneficios ahora a expensas del futuro –aún cuando éste sea el de la aniquilación-, o sacrificar ahora la ganancia para asegurar la conservación del recurso (Ibidem, p.640). Los economistas de ahora, concluyó Mises en su tiempo, a diferencia de los de la época de Ricardo, deben de valorar en la misma forma los factores creados por la acción humana y los originados en la naturaleza.

El mito de la Madre Tierra

Con un sentido de asombrosa actualidad, el fundador de la praxeología se refiere a los románticos (10) que se autonombran defensores de la Madre Natura. Ellos, dijo, condenan las teorías económicas concernientes a la tierra por su reducida mentalidad utilitaria. Según los románticos, los economistas miran a los recursos naturales desde el punto de vista del despiadado especulador que degrada los valores eternos a términos de dinero y ganancia.
La naturaleza, sin embargo, dicen ellos, es mucho más que un factor de producción. Es por el contrario la fuente inagotable de vida y energía humana. La agricultura no es simplemente una rama de la producción entre otras, sino la única natural y respetable actividad del hombre, la única que dignifica la existencia humana. Es malévolo, en consecuencia, tratarla como el factor al que hay que exprimir para sacarle el mayor beneficio. La naturaleza, continúan argumentando los románticos, no sólo provee los frutos que nutren nuestro cuerpo, sino que primero que todo produce las fuerzas morales y espirituales de la civilización. Las ciudades, las industrias, y el comercio, son fenómenos de depravación y decadencia; su existencia es parasitaria y son actividades que destruyen lo que el cultivador debe crear una y otra vez (Ibidem, 644).
Ante este discurso romántico, dice Mises que hace miles de años, cuando los antiguos pescadores y cazadores empezaron a cultivar la tierra, la nostalgia romántica era desconocida. Pero si los románticos hubieran vivido en esas épocas, ellos hubieran elogiado los altos valores morales de la caza y la pesca y habrían estigmatizado al cultivo de la tierra como un fenómeno de depravación. Ellos habrían reprochado al productor agrícola por explotar la tierra que los dioses dieran al hombre como campos de cacería y recolección. Pero en las eras prerrománticas nadie consideraba a la naturaleza como algo más que una fuente de bienestar humano, un medio de vida.
Los ritos mágicos y costumbres concernientes a la naturaleza, continúa el economista austriaco, estaban dirigidos a nada más que el mejoramiento de la fertilidad y al incremento de los frutos cosechables. Aquella gente no buscaba la unión mística con los poderes misteriosos y fuerzas ocultas de la tierra: todo lo que ellos querían era más y mejores frutos.
Ellos acudían a rituales mágicos y abjuraciones porque en su opinión ese era el método más eficiente de obtener los fines buscados. Son sus sofisticados descendientes, opinó Mises, quienes yerran al interpretar aquellas ceremonias con un punto de vista idealístico. Un campesino de la vida real no se da el lujo de extasiarse con plegarias a la tierra y sus poderes misteriosos. Para él la naturaleza es un factor de producción, no un objeto de emociones sentimentales. El quisiera más y mejores recursos naturales porque anhela incrementar y mejorar su nivel de vida. Los agricultores compran y venden tierras; las hipotecan y las arriesgan, porque ellos producen y venden cosechas y por lo mismo se indignan cuando los precios de sus productos no se venden de acuerdo a sus expectativas (Ibidem, 644).
Continuando con su argumentación sobre el mito político de la Madre Tierra, nuestro autor dice que el amor a la naturaleza y la apreciación del paisaje eran en cierta forma diferente en la población rural. Fueron los habitantes urbanos quienes empezaron a valorar a la naturaleza en forma distinta a como los granjeros la entendían. Mientras que los pobladores del campo aprecian la naturaleza desde el punto de vista de su productividad para la agricultura, la ganadería, la caza y la selvicultura, para los residentes en las ciudades el paisaje merece apreciarse con fines artísticos, de descanso y contemplación.
Desde tiempo inmemorial, recuerda Mises, las rocas y glaciares de los Alpes fueron solo un desperdicio de tierra a los ojos de los montañeses y fue cuando los citadinos se aventuraron a escalar los picos y llevaron dinero a los valles, cuando los nativos cambiaron su punto de vista. Los primeros montañistas y esquiadores fueron ridiculizados por los granjeros hasta que se percataron que podían obtener ganancias de su excentricidad.
No fueron pastores, sigue diciendo Mises, sino sofisticados aristócratas y habitantes urbanos los autores de la poesía bucólica. Dafnis y Cloe (11) son creaciones fantasiosas alejadas de la ruda realidad rural y no menos extraño a la naturaleza es el moderno mito políticode la Madre Tierra. Este mito, no emergió del musgo de los bosques y de la hierba de los campos, sino de los pavimentos de las ciudades y de las alfombras de los salones. Los agricultores de ahora se adhieren a la moda porque es una forma práctica de obtener consideración política y de aumentar los precios de sus productos, nada más, escribió este autor (Ibidem, Pág.644).
En nuestra época esta corriente romántica de pensamiento sigue estando bien representada, como puede comprobarse con la lectura de los textos mencionados en el pie de página 1 de este documento. Nuestra posición, al respecto, es que esta tendencia tradicionalista tiene, sin lugar a dudas, un espacio importante en los medios académicos y políticos de forma tal que sus propuestas sobre cultura ecológica, justicia étnica, conservación de valores y saberes consuetudinarios, y otros aspectos, están siendo considerados seriamente en el diseño de las políticas ambientales.

Conclusiones

Los economistas clásicos del siglo XVIII fundaron las bases de la ciencia económica imbuidos del conocimiento prevaleciente en su época, consistente en que la energía no se consume solo se transforma y en consecuencia los poderes de la tierra, esto es los recursos naturales, al ser inagotables, jugaban un papel distinto a los otros factores de la producción.
Fue David Ricardo, quien al estudiar la renta de los factores de la producción, estuvo a punto de descubrir el concepto de productividad marginal de la tierra, con lo cual hubiera estado en condición de considerar a los recursos naturales como un factor de producción finito y vulnerable.
Ludwig von Mises, de acuerdo con esta investigación, es el primer economista que al colocar a la naturaleza como factor de producción agotable y susceptible de deterioro, se sitúa como uno de los primeros en advertir la necesidad de que el crecimiento productivo tenga el carácter de sustentable, esto es que el empresario ante los recursos naturales tenga la opción económica implícita en los otros factores de la producción-trabajo y capital- que consiste en sacrificar o no su uso presente en previsión de un potencial uso futuro.
El desarrollo económico con sentido humano, sustentable, democrático, equitativo social-mente, sectorial y regionalmente balanceado, es un problema primordial de la praxeología y la economía, las cuales encuentran en la ciencia política, ecología, sociología, psicología, antropología y otras un apoyo indispensable en su búsqueda de soluciones dentro de la complejidad del tema.
Enfocar demasiado la atención y los esfuerzos de la investigación, la academia y la acción pública hacia debates y teorías sobre un mundo idealizado y cuya existencia pasada o presente es difícilmente comprobable, sólo contribuyen a complicar, a nuestro juicio, una problemática de por sí compleja.
Las visiones románticas e idealistas de una sociedad primitiva en armonía con la naturaleza, alejada de la tecnología y de las relaciones de intercambio del mercado, no son congruentes con la realidad de nuestra época.
No hay duda que lo que la población de un país, una región o una localidad, desea es contar con alimentos, empleo, ingreso, salud, vivienda, educación y servicios para el bienestar material y moral y sólo una vez logrado lo anterior y excepcionalmente buscará satisfacer inclinaciones místicas conectadas con la naturaleza y los saberes ancestrales.
Por supuesto, que los casos de supervivencia cultural existentes en nuestros días, encarnados en grupos indígenas, merecen el respeto a su diversidad y a sus creencias, así como la igualdad ante la ley, exactamente por las mismas razones y en la misma forma que cualquier otro grupo humano contemporáneo.
El desarrollo sustentable es alcanzable mediante la acción organizada de la sociedad, sobre los factores de la producción. Cualquier otra racionalidad que se le intente imprimir al proceso lo desvía de su factibilidad. Las características complementarias que se le señalen al proceso, ya sea que se trate de la equidad social, el equilibrio regional, la igualdad de género, la justicia étnica, la conservación del patrimonio cultural, la solidaridad con grupos en desventaja, o cualquier otro, deberán de integrarse sinérgicamente a los procesos productivos generados por una economía de mercado, libre de ataduras intervencionistas y barreras artificiales.
Finalmente, digamos que cualquiera que sea el enfoque con el que se quiera abordar la problemática del desarrollo, el interesado encontrará en la Praxelogía y en la Economía, insustituibles herramientas de conocimiento. Considérese al respecto que la primera es el estudio de la acción humana y la segunda es la que estudia los fenómenos de la producción, el empleo, el ingreso y el bienestar. El ingreso y el bienestar de todos, incluyendo a los que no creen o no desean saber de ellas.

Notas:
1. Publicado en Estudios Sociales, Revista de Investigación Científica, Vol. XIII, número 25, enero-junio de 2005, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C., Hermosillo, Sonora, México.
2. El autor es licenciado en economía egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene Maestría en Ciencias y es profesor universitario y consultor de empresas.
3. 3. Es prolífica la literatura dedicada a descalificar, bajo una variada perspectiva, la ciencia económica en general y al sistema de mercados en particular. Considérense las siguientes referencias: En el Límite: La vida en el capitalismo global, Hill Hutton y Anthony Giddens, eds., Kriterios Tusquets Editores, Barcelona, España 2001; Globalización, imperialismo y clase social, John Saxe-Fernández y James Petras, Grupo Editorial Lumen Humanitas, México 2001; La transición hacia el desarrollo sustentable. Perspectivas de América Latina y el Caribe, Enrique Leff, coordinador, PNUMA, México 2002
4. Mencionemos a Frank Fetter, Gottfried von Haberler, Heny Hazlitt, William Harold Hutt, Ludwig Lachmann, Fritz Machlup, Oskar Morgenstern, Wilhelm Röpke, Richard von Strigl, Friedrich von Wieser y Murray N. Rothbard.
5. www.mises.org/mises.asp
6. Son abundantes los escritos que discuten en torno a los nuevos paradigmas del desarrollo sustentable. Véase al respecto Desarrollo a Escala Humana: Una opción para el futuro, Manfred Max.Neef y otros, CEPAUR-Fundación Dag Hammarskjold, Suecia 1980; Desarrollo y Libertad, Amartya Sen, Ed. Planeta, S.A., Barcelona 2000; Fundamentos Teórico-Conceptuales del Desarrollo Regional Sustentable, Pablo Wong González, en La Economía Sonorense y sus Regiones, CIAD, 2001.
7. Mises da al término cosmológico el significado de que los eventos cósmicos tienen un sentido de permanencia y conservación de la masa y la energía. Praxeología, por su parte, es el estudio de la acción humana, tal como la concibió nuestro autor, como una ciencia más general que la economía, no obstante el mayor desarrollo alcanzado por esta última. Para una argumentación sobre estos términos y sus precisos significados véase la introducción de Acción Humana.
8. De acuerdo con los antecedentes disponibles el primer grito de alerta sobre la destrucción del ambiente fue dado en 1962 por Rachel Carson en su libro la Primavera Silenciosa, Houghton Mifflin Company, 2002
9. . La acción del hombre se da condicionada por tres requisitos: Primero, un estado de insatisfacción, segundo, la imagen de un estado más satisfactorio y, tercero, la expectativa razonable de que la acción desarrollada logre el cambio deseado.
10. Se conoce como romanticismo al movimiento filosófico, literario y artístico que a comienzos del siglo XIX creo una estética basada en la ruptura con la disciplina y reglas del clasicismo y el academicismo. El subjetivismo romántico produjo un intenso cultivo de la lírica, una valoración creciente del paisaje, un gusto retrospectivo por las cosas de la edad media, y un amor a lo folklórico y local. Schiller, Byron, Rousseau (precursor del siglo anterior), Lamartine, Chateaubriand. Hugo, Pushkin, Emerson y Melville son algunos apellidos de la larga lista de románticos.
11. Célebre novela pastoril escrita en el siglo IV por Longo.

Bibliografía
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