Wednesday, August 29, 2018

INCOHERENCIA

Algo que ha caracterizado los planes de obras públicas en Colombia es la absoluta incoherencia. Todo parece simple diseño de obras en un País desconocido. Esto viene de hace muchos años, se iniciaron una serie de ferrocarriles inconexos, líneas aisladas, la mayor parte de las cuales carecían de un volumen de carga que las justificara. Luego se hizo una línea troncal la cual duró muy poco tiempo en servicio, se abandonó sin pena ni gloria. Actualmente se estáestudiando un corredor férreo de Cali hasta La Uribe, en la Orinoquia. Se escogió un corredor en extremo accidentado en su topografía y geología. Dicho proyecto incluye un túnel  de una longitud de 40 kilómetros entre el valle geográfico del río Cauca y el caserío de La Herrera y toda una serie de viaductos y túneles que lo harían el proyecto de ingeniería más costoso de la historia de Colombia. ¿Para transportar qué? La Uribe es un caserío que carece de todo y muy poco produce. Esto se parece al proyecto ferroviario de Hugo Chaves en Venezuela para comunicar a Puerto Cabello con su poblado olvidado a orillas del Orinoco, llamado Cabruta. Lo poco que construyeron quedó abandonado.


Tienen proyectado un segundo aeropuerto internacional en la Sabana de Bogotá, a pesar que el aeropuerto de El Dorado está claramente subutilizado. Además de las limitaciones en capacidad de carga que impone la altura del Altiplano.


En lo referente a carretera hay un cúmulo de inconsecuencias, se construyen vías de poca utilidad a todo costo y carreteras indispensables para la integración del País de dejan abandonadas tal como ha sucedido con las obras de la variante del Sibundoy a Mocoa para evitar esa trocha tenebrosa que comunica actualmente a Pasto con la capital del Putumayo, la misma historia se presenta con la irónicamente denominada carretera de La Soberanía entre Pamplona y Saravena. Las dos carreteras de acceso al departamento del Chocó son unas trochas de muy pobres especificaciones. Las obras de la vía Animas-Nuquí fue abandonada, siendo un corredor que permitiría proyectar un tercer puerto en el Pacífico. La carretera para comunicar Tumaco con la ciudad de esmeraldas en Ecuador es otra sinfonía inconclusa.


Mientras tanto se invierten millonadas en obras suntuarias como el viaducto sobre la Ciénaga de La Virgen en Cartagena o el túnel de El Cabrero en esa misma ciudad. Otro ejemplo de esto es la construcción del viaducto (Roncador) más largo y costoso de Colombia para dar acceso a un centro turístico (Mompox) de 44.000 habitantes. Hay inversiones viales inexplicables tales como las que comunican a Girardot con Puerto Salgar o a Cáqueza con Sopó, quizás para fomentar veraneaderos o urbanizaciones. Todo esto en un País que teniendo fronteras con cinco países, escasamente tiene comunicación terrestre con dos de ellos. 


Las incoherencias son tan numerosas que sería muy prolijo mencionar todas ellas, pero cabe resaltar algunas. Por ejemplo, se está construyendo un puente sobre el río Magdalena en Barranquilla con seis carriles que van a desembocar en una carretera de solamente dos carriles. Sobra decir que dicha carretera entre barranquilla y Ciénaga es una de las más transitadas en Colombia. Se levantó el viaducto más alto del País en la vía Bucaramanga-Málaga, cabe agregar que dicha carretera de pésimas especificaciones, no está pavimentada.


En otros aspectos también la incongruencias son muy numerosas, en la Guajira se levantó una represa en el río Ranchería la cual lleva años sin prestar servicio alguno, porque no le han hecho 

conducciones. Por todo el país hay acueductos sin agua, puentes sin río (Como se ve entre Puerto Carreño y Casuarito), edificios públicos sin terminar etc. 


Jaime Galvis V.

Tuesday, August 21, 2018

La Frontera con el Ecuador

Jaime Galvis V


Es una zona neurálgica tradicionalmente abandonada por el gobierno de Colombia, una región invadida por los cultivos ilícitos. La vertiente amazónica colombiana allí, es tierra de nadie, del lado ecuatoriano hay una carretera desde el altiplano Andino hasta Lago Agrio. Del lado colombiano, selva y cultivos de coca en medio de una topografía agreste sin presencia gubernamental alguna. Quienes se desplazan de Orito u otras poblaciones del Putumayo hacia Ipiales lo tienen que hacer a través de la carretera de Lago Agrio a la  población del Carmelo en Ecuador y de allí por una trocha semicarreteable al corregimiento de la Victoria, municipio de Ipiales.


A pesar que el Putumayo ha sido un importante productor de petróleo, el Oleoducto Transandino es una obra subtilizada y en notable estado de abandono. Para controlarlo, se planeó hace bastantes años hacer una carretera de Orito a Monopamba, obra que debía llevar a cabo el desaparecido Instituto Nacional de Caminos Vecinales , esto nunca se ejecutó y la largo del oleoducto solamente existe una precaria trocha, principalmente usada para el narcotráfico y para acceder a hacer voladuras de dicha conducción.


El atraso de la vertiente amazónica en Nariño y Putumayo es verdaderamente patético, mientras en el Ecuador el petróleo ha dado un notable progreso a esa zona, en Colombia el gobierno hace gala de una indiferencia total,  hace poco una avalancha arrasó buena parte se la capital del departamento del Putumayo con un saldo de centenares de muertos, la reconstrucción brilla por su ausencia.


La comunicación del Altiplano Nariñense y la Llanura Amazónica es en extremo precaria, se hace al largo de una trocha infernal en la cual muerenanualmente decenas de viajeros. Hay proyectada una variante de 45 kilómetros que lleva casi diez años en “construcción” y no se sabe si la terminen.


El Altiplano Nariñense, en especial la provincia de Obando es un emporio de producción de papa (20 % de la producción  nacional), hortalizas y leche, sin embargo el área de producción está amenazada por el embeleco mentiroso de la riqueza hídrica de los páramos por lo cual es posible que hagan el disparate de desplazar a los agricultores que se encuentran a más de 2.900 metros de altura en no menos de una docena de municipios.  ¡A veces la torpeza burocrática es más peligrosa que el terrorismo! 


La situación en la región comprendida entre la Cordillera Occidental y el Océano Pacífico francamente alarmante. De la Cordillera hasta el Litoral, la zona es un monumento al abandono, Tumaco, el segundo puerto de Colombia en el Pacífico, es una ciudad pobre cuya ciudadanía actualmente vive presa del pánico. La mayor parte de las cabeceras municipales carecen de acceso por carretera. En el litoral de Nariño se encuentra la mayor extensión de tierras cultivables del Andén Pacífico sin embargo cultivos tales como el cacao y la palma africana se hallan en decadencia ante la indiferencia gubernamental. A la región se la tomaron las mafias del narcotráfico y el único cultivo en avance incontenible es la coca.


El Pacífico de Nariño ha sido una región de proyectos teóricos nunca realizados, tales como la refinería de Tumaco, los proyectos hidroeléctricos del río Patía, los criaderos de langostinos, la carretera a Esmeraldas (Ecuador) etc. Las escasas realidades son la carretera Túqurres-Tumaco, un oleoducto en pésimas condiciones de mantenimiento y un puerto de mezquinas proporciones. La región es rica en recursos minerales, ha sido una de las grandes áreas de producción aurífera en Colombia y hay importantes manifestaciones minerales en la Cordillera Occidental, pero la ausencia de gobierno hace que el contraste con la región vecina en el Ecuador sea verdaderamente aberrante.


Saturday, August 04, 2018

La Vida Ideal

Por Jaime Galvis V
Últimamente se ha despertado un inusitado interés en los medios de comunicación y en gran parte de los círculos políticos acerca de la calidad de vida de los colombianos. Hay mucho énfasis en la pureza del aire, en el manejo del agua, en toda clase de contaminaciones, sónica, lumínica, electromagnética, química, alimenticia etc. La salud se tornó un tema fundamental y  la prevención respecto a los peligros que asechan al ser humano es algo que ocupa muchas páginas en los medios escritos  y muchas horas en televisión, radio e internet.

A examinar el conjunto de la población de Colombia con sus características regionales se puede  concluir cual es el grupo humano que disfruta de más bienestar.  Considerando los aspectos que según la opinión generan una mejor calidad de vida, no cabe ninguna duda que la mejor situación se encuentra en el Chocó y en general en todo el andén Pacífico. Desde el delta del río Atrato, hasta el río Mataje se encuentran los habitantes más felices de Colombia. 

Cuando en la mayor parte del país hay una generalizada preocupación por el agotamiento del agua, los ciudadanos del litoral Pacífico disfrutan de este líquido en cantidades asombrosas, más aún no hay actividades como la exploración petrolera o la agricultura que afecten las reservas hídricas. Disfrutan tanto de sus inmensos humedales, que para no afectarlos construyen viviendas palafíticas, para no afectarlos. El placer de bañarse lo pueden tener sin necesidad de ducha.

Otro aspecto positivo es lo referente a la pureza del aire, no hay industrias que produzcan contaminantes atmosféricos, el número de vehículos automotores es muy reducido por lo cual la atmósfera es absolutamente diáfana, además cabe anotar que los accidentes de tráfico son casi desconocidos. Esta escasez de vehículoshace placentera la vida porque no hay contaminación sónica. Lo único que puede preocupar en este aspecto es el ruido de los motores fuera de borda, pero esto podría atenuarse estableciendo el día sin lancha y fomentando el sano ejercicio del remo y la palanca.
La alimentación de los habitantes del Chocó geográfico es muy saludable, ya que evitan las grasas saturadas y no saturadas, no consumen alimentos azucarados, no consumen pan por lo cual no tienen el problema de digerir el gluten.  No tienen problemas de ácido úrico, porque el consumo de carnes es mínimo, la gota es una enfermedad desconocida en el Litoral Pacífico. Los habitantes del valle del río Atrato no consumen peces contaminados con mercurio, tales como el atún que abunda en el Pacífico, ya que no hay comunicación con dicho océano. Se pescan especies acuáticas más sanas, tales como el guacuco

Otro aspecto que favorece en gran medida a los habitantes de esta región es la casi total ausencia de agricultura ya que se ven libres de los plaguicidas y fertilizantes que se requiere para la producción agraria,  además se protege la biodiversidad.  Afortunadamente el ganado vacuno no es apto para el clima de la zona, por lo cual se evita la erosión que causa el pastoreo. La alimentación se basa principalmente en el plátano y ciertas frutas autóctonas tales como el borojó, almirajó, el bacao, las guamas y algunos tubérculos como la papa china y el borelos cuales al tener escaso contenido de carbohidratos y proteínas evitan la obesidad y mantienen los habitantes en un saludable estado de esbeltez.

La casi total ausencia de animales de carga y silla, favorece el estado atlético de los habitantes por el sano ejercicio de acarrear pesados fardos y caminar largas distancias. En resumen se puede concluir que en el Chocó geográfico se encuentra la verdadera Arcadia de Colombia.