Friday, March 28, 2008

¿ Por qué no acuñar monedas de oro ?

Jorge Augusto Zelada

Desea realmente el Gobierno paraguayo librarse para siempre del flagelo de la inflación? Si la respuesta es afirmativa, la solución es fácil: Acuñar monedas de oro. No estamos hablando aquí de eliminar el guaraní, sino de darle compañía idónea. Si el Banco Central del Paraguay acuñara monedas de oro, de un determinado peso y composición áurica, esta divisa nacional paralela serviría como punto de referencia para grandes transacciones y negocios a largo plazo. El Peso Oro Paraguayo (POP) se cotizaría en el mercado como lo hacen el dólar y otras divisas extranjeras, la gente lo compraría y vendería, e incluso podría servir como base de transacciones en el Mercosur.

La posesión por parte del Paraguay de una moneda fuerte le daría, además, un gran prestigio internacional: el POP circularía por todo el mundo, llevando el emblema nacional a todos los confines del planeta, ya que aparte de su poder adquisitivo intrínseco, de aceptación universal, tendría también un valor numismático.

Nuestros contratos de alquiler, por ejemplo, podrían establecerse en Peso Oro Paraguayo en lugar de celebrarlos en dólar; lo mismo podría decirse de las operaciones de ahorro y préstamo, compras a largo plazo, etc., con mínimo o nulo recargo de intereses, ya que estamos hablando de la moneda más estable del mundo.

Incluso los salarios podrían establecerse en POPES, terminando de una buena vez por todas con las discusiones acerca de la canasta familiar.

¿Y qué pasaría a la larga con el guaraní? ¿Desaparecería? En absoluto: Adquiriría una relación de cambio con el POP, igual que la tiene actualmente con cualquier otra moneda del mundo.
Eso que dicen algunos economistas de que es imposible que en un país circulen al mismo tiempo dos monedas, porque una de ellas matará a la otra, es una simple falacia: el dólar es desde siempre moneda paralela en todo el mundo, y no mata a ninguna divisa nacional: solamente la pone en el lugar que le corresponde.

¿Pero por qué tenemos que seguir utilizando una moneda extranjera como punto de referencia para conocer el valor de nuestra propia divisa? Esto, además de ser levemente irritante para el orgullo nacional, constituye también un peligro para nuestras finanzas, ya que estamos a merced de los vaivenes, maniobras y políticas que puedan implementar gobiernos extranjeros. ¿Por qué no asegurarnos más bien con una bella y reluciente moneda de oro paraguaya? Algunos dirán: Muy linda idea, pero para eso necesitamos como siempre dinero, que no tenemos. Error. Sí que lo tenemos, y en cantidad más que suficiente: Las reservas del Banco Central. Y por favor que nadie se asuste: No se trata de gastar un sólo dólar, sino de transformarlo. El valor de las reservas será el mismo, pero en vez de tenerlas en dólares, parte de ellas la tendremos en oro, de igual e incluso mayor aceptación universal.

Para explicarlo de una manera burda: El Banco Central del Paraguay agarra esos lingotes de oro que tiene en sus bóvedas como parte de sus reservas, y los transforma en muchas monedas de oro. Inmediatamente las ofrece en venta, a un precio aproximado a su costo, cotizándolas –por ejemplo– en 100.000 guaraníes tipo vende-dor y 99.000 tipo comprador. La gente que quiere ahorrar, compra; la que necesita guaraníes, vende. Y así se establece un precio mercado. Como el oro tiene un valor intrínseco universal, es imposible «emitir» sin respaldo. La gente lo sabe y compra. Con la plata que recauda el BCP adquiere más oro y acuña más monedas. Etcétera, etcétera. Y a partir de allí hace exactamente lo mismo que ahora: compra o vende, según le convenga. Las reservas se mantienen intactas en cuanto valor monetario universal, pero ha nacido un nuevo signo. Paraguayo y de oro. Como diciéndole al mundo: Aquí estamos. Somos serios. Queremos reglas claras y permanentes. Por eso como Gobierno hemos renunciado a la estafa de la inflación, el más miserable despojo que los ricos implementan contra los pobres.

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