Friday, November 16, 2012

La Obsesión de Prohibir


por Jaime Galvis Vergara

Paulatinamente y en forma constante, al pueblo colombiano se le han venido imponiendo una serie de prohibiciones y reglamentos absurdos. Con pretextos tales como proteger la vida y la salud, proteger el medio ambiente, proteger las minorías, defender el patrimonio histórico, impedir la contaminación visual y acústica, etc., la burocracia criolla ha establecido una férrea dictadura aparentemente para crear el ciudadano perfecto, en realidad para abrir múltiples oportunidades a la corrupción.  

Alguien dijo alguna vez que si multiplicamos los pecados, todo el mundo se vuelve pecador, en Colombia está prohibido fumar en una serie de sitios determinados por los “legisladores” de turno, omitir el cinturón de seguridad en los vehículos es causal de multa ( o de soborno), sin tener en cuenta que el tráfico citadino en este país anda a 10 kilómetros por hora, está prohibido parquear en las bahías de estacionamiento aunque dichas áreas fueron creadas para ese propósito, es obligatorio el uso de casco para los motociclistas so pena de multa, es obligatorio llevar encendidas las luces de los vehículos en carretera, a pesar de los intensos soles tropicales. No se permiten pasacalles ni avisos de neón porque producen “contaminación visual”, no se sabe de dónde vino esa ridiculez.

En Colombia está prohibido tener mascotas de especies animales criollas so pena de multas y confiscaciones (o de sobornos), así quien tenga un loro o un turpial en su casa está faltando a la ley (curiosamente, en España están prohibidas las mascotas de especies foráneas). ¡La incoherencia de los ambientalistas es infinita! La recolección de muestras de rocas y minerales en parques nacionales o donde se les ocurra a los ambientalistas es objeto de decomisos y abusos. La recolección de conchas de moluscos en áreas tales como los parques de Utria o El Tairona está prohibida, por tanto los malacólogos pasan a tomar carácter de reos. La colección de muestras vegetales en parques y selvas está prohibida (afortunadamente Humbolt, Boussingault y Mutis están muertos para no sufrir el vejamen de la confiscación y la multa).

Las corporaciones regionales han sido especiales en esto de los reglamentos y prohibiciones absurdas, no hace mucho un campesino del Norte del Tolima fue encarcelado por tener reses pastando por encima de los tres mil metros de altura ¡Solo falta que las vacas tengan que portar altímetro! En Santander establecieron rondas de treinta metros a cada lado de los cauces fluviales donde se prohíben las construcciones, sin tener en cuenta que en los estrechos cañones de ese departamento los habitantes tendrían que abrir túneles para alejarse de las quebradas. Los ambientalista pretenden que se prohíba la minería a más de 3.000 de altura con el pretexto de proteger los páramos, ignorando que la naturaleza no funciona con altímetro ni teodolito. Hay páramos a menos de 3.000 metros de altura (como los de Loriana y El Estero en la cuenca alta del río Guamuez) y amplias  zonas por encima de esa cota no son páramos (por lo menos una decena de municipios de Nariño). 

Se necesitan licencias para construir y para demoler, para reformar, para radiodifundir, hay que solicitar permisos para tumbar un árbol, para hacer un pozo de agua, para instalar una antena, para poner un aviso, etc. Las licencias ambientales abarcan todas las actividades posibles, son necesarias hasta para cementar un patio.
A todo lo anterior se agrega la notable tendencia a adoptar todas las reglamentaciones absurdas que puedan hallarse en cualquier parte del Mundo; hasta algunas ridiculeces de la “political correctness”, se están volviendo de forzoso acatamiento. Para cualquier obra de interés general hay que consultar las “minorías” por lo cual donde quiera que se pretenda construir una carretera o un ferrocarril van a aparecer santuarios o cementerios indígenas imaginarios, no tardará el día en que un campamento gitano pueda detener la construcción de un viaducto  o un oleoducto. 

Es preocupante que toda esa explosión de bobería no solamente moleste al ciudadano, está afectando el desarrollo del País. Esto tiende a parecer una pequeña Unión Soviética.

Por respeto a la ciudadanía ¡Prohibido prohibir!

No comments: