Monday, June 29, 2009

La Degradación del Arte

por Manfred F. Schieder




"El arte de cualquier período de la cultura es un fiel reflejo de la filosofía de esa cultura."

(de "Los principios básicos de la literatura", por Ayn Rand)

En su libro "Picasso no era un Charlatán" presentó el exquisito humorista que fuera Ephraim Kishon, un fino pero despiadado crítico del "Arte Moderno", el testamento intelectual de Pablo Picasso, un documento que los responsables de los pintarrajos "modernos" que nos rodean han ocultado cuidadosamente.

Lo que sigue son palabras documentadas de Pablo Picasso quien no las desdijo en ningún momento, a pesar de continuar viviendo por 21 años después de su publicación en 1952: "Dado que el arte ya no es el alimento de los mejores, puede usar el artista su talento para aplicarlo a todos los cambios y caprichos de su fantasía. Esto abre a su charlatanería todos los caminos. La población en general ya no encuentra ni solaz ni elevamiento en el arte. Pero los engreídos, los ricos, los inútiles y todos aquéllos que quieren llamar la atención sobre sí mismos, encuentran en el arte lo extraño, lo original, lo excéntrico y lo chocante. Yo mismo complací a mis críticos con incontables bromas que ideé y que admiraron tanto más cuanto menos las entendieron. Hoy en día no soy solamente famoso sino también rico. Pero cuando me encuentro a solas conmigo mismo, no puedo considerarme un artista en el sentido sublime de la expresión. Grandes pintores fueron Giotto, Ticiano, Rembrandt y Goya. Yo soy solamente un payaso que entendió a su tiempo y supo sacar ventaja de la estupidez, lascivia y vanidad de sus conciudadanos."

"Picasso no fue un payaso," agregó Kishon, "ni un impostor, pero sí un comentarista sarcástico de un tiempo confundido, un cronista brillante de la estupidez humana."

La distinguida filósofa Ayn Rand dijo: "Hoy en día, en el momento de su triunfo casi absoluto, se alzan las voces del eje místico-colectivista-altruista en un solo gemido de desesperación, proclamando que la existencia sobre la tierra es malvada, que la futilidad es la esencia de la vida, que el desastre es el destino metafísico del ser humano, que el ser humano es un fracaso miserable, depravado por la naturaleza e inepto para existir." (de "La bancarrota intelectual de nuestros tiempos")

Ha perdido la humanidad, manejada por el eje citado, la noción de la belleza y el sentido de la vida o es el "arte moderno" meramente la expresión de los engañadores e impostores de la estética?Analicemos esto con mayor detalle. El universo es regido por leyes físico-químico-matemáticas de precisión absoluta. No puede actuar de manera distinta a como lo hace, porque éste es su procedimiento mecánico intrínseco. El universo es sus leyes y éstas son el universo mismo. Existe, pues, en una interconexión completa consigo mismo.

Los seres humanos, como producto y parte del universo, se encuentran sometidos a las leyes que son el universo mismo. Empero, el universo no nos impide que desobedezcamos sus leyes. Dado que sobrevivimos en base al uso de la facultad de la razón, esa facultad especial que nos caracteriza y distingue de todas las demás especies, podemos pensar y, de acuerdo, ello nos obliga a decidir. Pero la facultad de la razón incluye la capacidad del libre albedrío, lo cual nos permite tomar, intencionalmente, decisiones erradas. Empero, las decisiones erradas llevan a que seamos castigados por la realidad.Mientras que los pensamientos productivos nos llevan a progresar, pensamientos destructivos llevan al fracaso, el cual no necesariamente será inmediato pero, como lo demuestra la historia, es inevitable, involucrando muchas veces la muerte de muchas personas. Nadie se encuentra exento de esta regla, sin importar cuan elevada sea su posición social o política o cuantas medallas decoren su pecho. Y si alguno de nosotros pensase que su decisión personal no cuenta y que de todas formas es inútil oponerse a los errores cometidos por otros, habrá agregado su parte de culpa a la creación de un mundo malévolo, un mundo donde los Stalitlers y los jerarcas místicos de todo tipo y color imponen sus sistemas dictatoriales.

La filosofía que predomina a escala mundial entre la población en general y que fuera y es impuesta por los existentes niveles intelectuales, provee la base misma para el surgimiento y la existencia de sociedades maléficas. Cada uno de nosotros es, pues, y cuán levemente que ello fuese, personalmente responsable por no oponerse a ello, siendo el arte tanto el resultado como el vocero de la filosofía que respalda tales situaciones.Los modernos pseudo-artistas han olvidado las hermosas palabras expresadas por ese escritor exquisito que fuera Oscar Wilde: "El arte es belleza". El lema actual es exactamente lo opuesto: la fealdad, el absurdo, la hostilidad contra todos los valores humanos positivos es lo que se encuentra a diario en las exhibiciones de "arte moderno", los así llamados teatros de vanguardia y otras tantas atrocidades. Ni siquiera la música sinfónica y las óperas han sido capaces de evadir tan feroces ataques.

Los Pollocks, los Nitsch y los Beuys del mundo esparcen sus tarros de pintura sobre lienzos vírgenes o tiran sus absurdas aberraciones en derredor. Los ejemplos abundan: la "Deutsche Gallerie" de Berlín, adquirió un lienzo de 3 x 6 metros cubierto con tres salpicaduras de color por 2.300.000,00 dólares obtenidos de los impuestos contribuídos obligatoriamente por una población productiva a la que no se le permitió opinión alguna en el asunto.

Música atonal y dodecafónica (o tendría que llamarla "cacofónica"?) representan la disonancia de la ignorancia que existe en las mentes aturdidas de quienes adhieren a la maliciosa filosofía que rige a la población humana. Los teatros de "vanguardia" presentan un mundo "artístico" similar a las escenas que pueden encontrarse en los institutos de psiquiatría: seres irracionales que no sólo despiertan en nosotros sentimientos de piedad sino de verdadero terror, dado que muestran lo que sucede a un ser humano normal cuando comete una contradicción contra sí mismo o cuando pierde o se separa de la capacidad de la razón. Su decrepitud es aún más aberrante que toda deformidad física y, en consecuencia, su ofensa hacia seres humanos racionales no podría ser más evidente.

Los irracionales tipos de sociedad en que nos encontramos han invadido incluso el área artística de la moderna tecnología de la computación. Utilizando las técnicas de programación, gráfica y sonido más avanzadas, la mayoría de los juegos de computación de hoy en día presentan oscuras cavernas de las vergonzosas Edades Oscuras, con su carga de criaturas deformes y maleficios imposibles. Es hacia las mentes jóvenes y vírgenes que se lanzan estos monstruos imposibles, mentes cuyo desarrollo es, en consecuencia, destructivamente deformado. Bajo estas circunstancias, no ha de sorprender la astrología y sus hor(r)óscopos y otros tantos fraudes, tales como las sectas religiosas y políticas y su meta de destruir a la razón, gocen hoy en día de tanta popularidad.

La alegría de la vida y el romanticismo se han refugiado en las mejores expresiones de la ciencia-ficción, tales como fueron presentadas por H. G. Wells, Ray Bradbury, Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Los Victor Hugos, Ibsens y Rostands aparecen esporádicamente en la pantalla de la televisión a través de series tales como "La Dimensión Desconocida" de Rod Serling, un autor que eligió situar sus románticas ideas en lugares imposibles. La racionalidad reaparece en caracteres tales como Mr. Spock en la serie "Star Trek" y algunas historias relacionadas escritas por Sondra Marshak y Myrna Culbreth, que reconocen la influencia ejercida por Ayn Rand en sus novelas.

Afortunadamente todavía proveen las artes gráficas seguro refugio a muchos artistas que quizás no sean tan conocidos pero que todavía no han perdido el sentido de la belleza. Sus dibujos y pinturas, a pesar de no ser adquiridas por millones de dólares en alguna subasta del arte, muestran la belleza del mundo que nos rodea y presentan seres humanos pletóricos de vida. Entre ellos puedo citar a Pierre Doutreleau, un pintor que muestra el vibrante sentido de la vida moderna y de la enaltecedora arquitectura de los rascacielos. En esa misma línea pueden citarse la ilustraciones de Boris Vallejo y similares. Si bien las ilustraciones son consideradas, en general, como un arte menor, incluyen las exquisitas pinturas y dibujos de las "pin-up" a través de artistas tales como el ya difunto Alberto Vargas.

En un mundo que constantemente realza la preeminencia de la fealdad y la violencia, es imperioso comenzar a difundir ideas basadas en la razón, introducir cursos de la filosofía del Objetivismo en escuelas y universidades, porque ésta es la única forma de echar de lado las contradicciones existentes entre el anquilosado sistema social y la consecuente falta de desarrollo intelectual todavía existentes y el extraordinario avance científico y tecnológico de la humanidad. Si no se desecha definitivamente al todavía existente y dominante eje místico-colectivista-altruista, vendrá el momento en que las ciencias mismas serán eliminadas, una meta que constituye el propósito esencial de todos los ambientalistas y que devolverá a la humanidad a un estado de repugnante ignorancia, un tipo de existencia que de manera alguna puede ser llamada "humana" y que Ayn Rand presentó en líneas de remarcada precisión en su novela "Himno", una "sociedad" que ni siquiera merece ser llamada así, de claro carácter colectivista, donde se ha perdido incluso el uso de la palabra "Yo" y donde se han prohibido los inventos, ya que los mismos podrían destruir el eterno estado de "status quo" que desean los auto-establecidos dictadores.

Empero, es a consecuencia del crecimiento del cerebro humano, ocasionado por el mecanismo de la evolución, que la permanencia de tal estado de inmovilidad se convierte, a su tiempo, en una situación completamente insostenible que, necesariamente, termina en revoluciones, levantamientos y guerras que se podrían evitar si se cambiasen las condiciones existentes.

En consecuencia, donde interviene el arte para reemplazar a las sociedades místico-colectivistas-altruistas por un sistema adecuado a individuos racionales y libres?

"El arte es una forma concreta de la metafísica," ha dicho Ayn Rand, para añadir: "El arte lleva los conceptos del hombre al nivel de percepción de su conciencia y le permite captarlos en forma directa, como si fueran percepciones." (de "La Psico-Epistemología del Arte")

Esta declaración aparentemente tan compleja puede ser explicada detalladamente como sigue. A través de ella entenderemos la función que lleva el arte en la fundación de un sistema social radicalmente distinto al ahora existente, un sistema basado en el eje Razón-Individualismo-Capitalismo que corresponde de manera clara y precisa al estado moderno de las actividades y necesidades humanas.

Analicemos esto paso a paso. Obtenemos la información primaria a través de la percepción, o sea a través de nuestros sentidos, que envían a nuestro cerebro los datos que reciben de nuestro alrededor. La opinión kantiana, directamente relacionada con Platón, de que lo que vemos no es real por ser aparentemente una representación falsa de los sentidos mismos, es falsa de por sí, ya que nuestros sentidos, siendo un producto de la evolución misma que opera con la realidad que los rodea, son simplemente sensores que transmiten al cerebro las sensaciones producidas por ese entorno absolutamente real, a menos que estos sensores se encuentren dañados (como sucede, por ejemplo, en el caso del Daltonismo), una condición que puede ser identificada y corregida, ya que la percepción es la totalidad de las sensaciones relacionadas.

Específicamente percibimos un objeto en sí así como el ambiente en el cual la percepción tiene lugar. Nuestros sentidos transmiten lo que la realidad provee. Cuando vemos que una paja inmersa en un vaso lleno de agua parece quebrada, podremos errar en nuestra evaluación del hecho mismo, pero la información que recibimos es en sí correcta. Nuestros sentidos adicionales proveerán la prueba de que la paja no ha sido dañada al ser introducida en el vaso, reduciéndose todo a un fenómeno visual peculiar al comportamiento de la luz al cruzar una barrera líquida.

Lo que percibimos es, pues, una entidad que tiene su propia identidad. Ser es ser algo, lo cual significa que la existencia y la identidad forman una unidad. No puede haber identidad sin un existente que la respalde. Todo lo que existe, existe como unidad, aún cuando es un miembro dentro de un juego de dos o más unidades. La capacidad de reconocer cada cosa existente como una unidad es una forma de cognición distintiva del ser humano.

En el paso siguiente distinguimos características similares, pertenecientes a dos o más existentes, reteniendo estas características comunes pero dejando sin considerar los materiales que los constituyen, sus tamaños, etc. Ahora podemos acuñar una palabra que simbolice estas características comunes. Esa palabra es un concepto, mediante el cual podemos identificar una infinidad de existentes con un mínimo de identificación y un máximo de economía.

Esto nos permite formar conceptos tan variados como "cama", "silla", "mesa", etc. La relación existente en las características comunes de los conceptos es idéntica a la relación existente entre símbolos algebraicos y los números, donde las letras simbolizan a cualquier número. Este proceso fue detallado con extrema precisión por la filósofa Ayn Rand en su obra "Introducción a la Epistemología Objetivista".

Los conceptos mismos pueden ser unidos entre sí conectando las características comunes de dos o más de ellos, agregando las nuevas características que puedan resultar de la conexión en sí y que sean comunes a todos ellos, siempre dejando sin considerar los tamaños y materiales involucrados y recordando que, sin importar cuan grande sea el número de existentes involucrados, han sido unidos epistemológicamente en una unión común para economizar el proceso del conocimiento. Este concepto nuevo, más elevado, no tiene, empero, ningún elemento unitario tangible en la realidad misma. Es una abstracción de los conceptos que reúne. En consecuencia, el concepto "mueble", que no existe como unidad en la realidad, representa e incluye los conceptos de "silla(s)", "mesa(s)", "ropero(s)", "cama(s)", etc. Mediante la nueva abstracción pueden ser diferenciados como familia de otros conceptos que también tienen características comunes, tales como "puerta(s)", "ventana(s)", "pared(es)", etc., todos los cuales son parte de un "edificio" (otro concepto de nivel más elevado). El concepto que reúne a estos conceptos abstractos - "casa" - conectado al concepto abstracto "muebles" y muchos, muchos más, todos ellos dependiendo del concepto principal "ser humano", forma una nueva abstracción: "hogar".

La totalidad del proceso es, naturalmente, mucho más larga y mucho más compleja, ya que se conecta directamente con el concepto "conciencia" y las definiciones de todos los demás conceptos, etc., hasta el nivel de los axiomas, que son en sí mismos abstracciones que incluyen y contienen a todas las abstracciones y conceptos particulares, cerrando así el ciclo completo y retornando a sus orígenes, las percepciones de lo realmente existente que, dado que existen, se hallan unidas al axioma-abstracción general de "Existencia" (Lo que es, es - A es A, - Aristóteles). Lo que antecede alcanza, empero, para el propósito de este artículo.

La estética, el quinto pilar de la filosofía, se encarga de la visualización de las percepciones y abstracciones.

"El arte," definió Ayn Rand, "es la re-creación selectiva de la realidad, de acuerdo con los juicios de valor metafísico del artista." Esto significa que cualquiera que fuese la filosofía que explícita o implícitamente forma su "sentido de vida", ella determinará las obras que produce y que presenta al mundo. Esto implica no solamente cómo entiende el artista a la existencia misma, sino también cómo quiere que los demás la vean. En consecuencia, una visión de la vida, una filosofía que entiende a la vida como mera "preparación" para la vida "real" que supuestamente existe después de la muerte y que se halla poblada por supuestos seres "superiores" - dioses, santos, etc. - producirá obras de arte directamente relacionadas con tal punto de vista - como sostienen las religiones - y si desprecia la existencia real de los mismos seres humanos, como lo hace la religión islámica y religiones similares, no permitirá a sus "artistas" siquiera pintar o dibujar figuras humanas; su tarea se reducirá al arte caligráfico y/o decorativo, y quedará sujeto a pintar o dibujar arabescos, meros diseños de líneas, formas o frases, procediendo éstas principalmente del Corán. Una sociedad basada en tal entendimiento de la humanidad (a consecuencia de su comportamiento inhumano ni siquiera puede ser considerada como "civilización") no puede avanzar hacia un Standard de vida superior; desprecia a la ciencia y la tecnología, y solamente acepta los descubrimientos e invenciones logradas por los foráneos hasta donde ellos sean requeridos para negociar lo esencial para vivir o para usarlos con el fin de destruir y/o esclavizar a las civilizaciones "infieles". Ser obligado a actuar así agrega más fuego a su odio contra las comunidades más libres que, de acuerdo con sus creencias, no merecen tal opulencia. Esto, claro está y de ninguna manera inesperadamente, excluye a los dirigentes, quienes suelen rodearse de las más lujuriosas posibilidades disponibles.

Esta perversa manera de considerar a la vida humana se aplica especialmente a las mujeres, quienes son las creadoras de futuros seres humanos y, como tales, son permanentes recordatorios de la verdadera existencia, la terrenal. Ellas son consideradas meros enseres que valen "menos que un camello" y son solamente útiles para crear futuras carnes de cañón terrorista a ser enviada contra los infieles, algunos de los cuales pueden ser otros islamitas, si bien ha de esperarse que pertenezcan a una secta opuesta. De acuerdo, se obliga a las mujeres a permanecer dentro de las casas y cubrirse con vestimentas que oculten sus figuras, ya que sus formas corporales podrían recordar a los hombres de la tribu cuan bella puede ser la vida real. La regla de que las mujeres deben cubrirse de pies a cabeza, lo cual es el más evidente ejemplo del tortuoso tipo de existencia que este tipo de "sociedades" considera adecuado a sus creencias, condena a las mujeres a permanecer horrorosamente ignorantes, aplicándoseles incluso el proceso de la infibulación para quitarles también la más mínima posibilidad de conocer la felicidad. No puede existir un ejemplo más evidente de cuan profundamente detestan estas "sociedades" el más mínimo signo de existencia humana, todo ello dejando momentáneamente de lado que obligar a las mujeres a ocultar sus cuerpos es un pecado estético, ya que la belleza del cuerpo femenino es una verdadera maravilla de la evolución misma.

El verdadero artista, consciente de su responsabilidad hacia sí mismo y hacia la sociedad de la que obtiene, por intercambio, sus medios de sustento, visualiza a través de sus abstracciones el carácter positivo del ser humano y lo demuestra en sus escritos, sus pinturas, sus dibujos y sus esculturas, en la música, la arquitectura y las demás bellas artes.

Otros, empero, que quieren obtener ventajas de la credulidad humana, proceden mediante el engaño intelectual en las variadas formas del mismo, incluyendo, naturalmente, la política. Picasso es un claro ejemplo del artista que entendió lo que ciertos de sus contemporáneos estaban dispuestos a pagar y promover. Y mientras él mismo, como ya se demostró a través de su testamento intelectual antes citado, no estaba intelectualmente dispuesto a participar en este engaño, lo usó, empero, en su beneficio financiero, construyendo sus propios pueblos de Potemkin que los encumbrados pagaron con su estupidez, en la errada creencia de que con ello evidenciaban su elevada intelectualidad. Habrá reunido con ello una fortuna, pero actuó inmoralmente. Fue un engañador y un estafador de la conciencia humana.

Veamos qué puede transmitir un verdadero artista a través de sus obras a partir de una abstracción dada, por ejemplo el concepto de "hogar". Para los artistas de la época del "Biedermeier" (1814 - 1842) el concepto "hogar" simbolizaba el ascenso de la burguesía, la elevación de los nuevos y productivos empresarios, industriales y comerciantes, un lugar de descanso, solaz y felicidad para ellos y sus familias. Esto, empero, no excluyó la necesidad de expresar críticas sociales. Un pintor de grandes valores como fue Ferdinand Georg Waldmüller (1793 - 1865) era muy capaz de señalar detalles que el observador casual no reconocía de inmediato, detalles tales como los sonrientes y juguetones niños que, momentáneamente ajenos a su propia pobreza, se divierten junto con otros niños, no conscientes de su propia posición de bienestar, como se puede observar, por ejemplo, en su idílico cuadro "Comienzos de la primavera en los bosques de Viena".

Eugene O'Neill presenta hogares despedazados por profunda desesperación, depresión y odio hacia la sociedad, con situaciones que reflejan su propia inquietud y su visión de una vida triste y depravada. Tennessee Williams agregó chocantes detalles de perversión a su descripción de hogares y desgraciados seres contrarios a aceptar la hipocresía de la moral impuesta por religiones, mientras que Andrew Wyeth pintó escenas de granjas americanas que contienen figuras que representan esperanzas largamente aguardadas.

La manera positiva de enfrentar las adversidades de la vida se presentan en las obras de Victor Hugo, Henrik Ibsen, Edmond Rostand y Ayn Rand y, recientemente, en películas tales como la representación de Will Smith de la historia real de un hombre que lucha contra todas las adversidades en el film "En busca de la Felicidad", descripción de seres humanos capaces de lograr sus propias metas aplicando su férrea voluntad, seres que construyen, pues, su propio destino. En particular, Ibsen opone los logros individuales a la mera descripción naturalista como fuera plasmada por Johann August Strindberg (1849 - 1912), un escritor de tendencias socialistas que usaba tales narraciones en procura de su propia meta de oponerse al ascenso burgués.

Dado que nuestro cerebro utiliza el mecanismo de la abstracción para poder manejar la enorme cantidad de información que la realidad provee de continuo a nuestros sentidos y siendo el arte la concretización de las abstracciones resultantes, puede éste no solamente ratificar nuestras convicciones, o sea nuestro "sentido de la vida" sino actuar también como una poderosa herramienta para transmitir nuestras ideas, tornándose así en un medio adecuado para difundir y establecer una tendencia filosófica o una línea política definida. Así puede utilizarse el arte como línea divisoria frente a sistemas sociales establecidos pero errados presentando ideas innovativas y fortificantes a favor de una forma social distinta y correcta. Como el arte concretiza las abstracciones, se dirige a través de nuestros sentidos directamente a nuestros sentimientos, como puente que cubre el espacio a nuestros pensamientos conscientes.

El punto de vista de que el ser humano no puede realizar ni tiene derecho de perseguir sus metas y que la vida consiste en vivir para la colectividad, lo cual finalmente equivale a vivir para el prójimo, como propósito exclusivo de su vida, queda evidenciado mediante la actual degradación del arte. Quienquiera considere que el ser humano carece de la capacidad de realizar sus metas, de que enfrenta un universo oscuro e incomprensible, de que no es una persona racional sino meramente emocional, que se encuentra sometido sin esperanzas a un mundo caprichoso e inexplicable, se verá representado por un "arte" que carece de toda conexión con la realidad, donde los lienzos están o bien tan vacíos o tan repletos de suciedad como su propio vacío cerebro, donde las esculturas carecen de toda forma o representan a monstruos que adoptan forma humana cuando el ser humano descarta su propia característica de ser racional, donde la literatura, el teatro y el cine describen inutilidades, donde las drogas son el único alivio de su fracaso y la criminalidad se convierte en su "filosofía de vida" para eliminar a todo posible competidor y renunciar a toda colaboración productiva. Como dijera Francisco Goya, el pintor español (1746 - 1828): "El sueño de la razón produce monstruos". "La desintegración es la clave y el logro del arte moderno," indicó Ayn Rand en "El Arte y la Cognición", "la desintegración de la facultad conceptual del hombre y la regresión de una mente adulta al estado infantil."

Ese perverso punto de vista puede observarse políticamente en el permanente reclamo de los ambientalistas de detener el progreso científico mediante el control de su desarrollo, una proposición que de ser aceptada terminaría rápidamente con el progreso científico. Asimismo podemos observarlo en las confederaciones de estados, tales como la Comunidad Europea, inspirada por los colectivistas de todo tipo y color, para lograr el control y la restricción de los ciudadanos a través de una continua emisión de reglas y el incesante incremento de las burocracias estatales en procura del establecimiento de una dictadura mediante un "gobierno mundial".

Quizás eventualmente vuelva a abrir la humanidad las puertas al nazismo, al comunismo y a las teocracias tales como son las islámicas, lo cual nos retrotraerá a tiempos que considerábamos ya pasados. Las actuales actividades del degradado arte demuestran que tan aciaga y malévola posibilidad puede tener lugar.

Ello prueba que así como los sucesos en el universo tienen una relación directa entre sí, así también sucede con las ideas (o la falta de las ideas correctas) y su incorporación a las sociedades humanas. Los hechos tienen consecuencias y las metas racionales, productivas y pacíficas requieren métodos no menos racionales, productivos y pacíficos. El arte degradado puede llevar a la civilización a su destrucción; por lo contrario, si se basa en la filosofía correcta, también puede elevar a los individuos que forman parte de ella a alturas asombrosas.

Ayn Rand construyó con sus novelas filosóficas y sus escritos analíticos que cubren todas las áreas de los esfuerzos intelectuales y prácticos de los seres humanos, un conjunto inquebrantable de contenido y sistema, la fórmula racional-egoísta-liberal y el método dialéctico que forma la base y la estructura para lograr el establecimiento consistente y permanente de una civilización plenamente humana en todo aspecto de su existencia, tanto en metafísica como en epistemología, ética, política y estética. La enseñanza y la difusión de la filosofía del Objetivismo es la herramienta adecuada para construir un mundo de ideales positivos y sus logros productivos. Frente a la presente amenaza de una salvaje carencia de civilización que quiere difundir su veneno de incivilidad religiosa y su odio demoledor sobre el mundo moderno, no hay tiempo que perder.

A pesar de ello existe una significativa cortina de silencio que reprime las enseñanzas de Ayn Rand y existen demasiado pocos canales de difusión para promoverlas. El "arte moderno" toma parte en esta conspiración, aún cuando muchos de sus "artistas" ni se han percatado de ello. Si la labor destructiva del "arte moderno" continúa y no es detenida, la cuenta regresiva que comenzó hace aproximadamente 150 años terminará con la evolución del intelecto humano y, en consecuencia, con la evolución de la mente misma.

La falta de atención hacia los artistas de la línea del "Romanticismo Realista" que presenta la realización del Objetivismo en el área de la estética es increíble y seguramente forma parte de la cortina de silencio ya mencionada. Es, en consecuencia, imperativo difundir la estética filosóficamente positiva y correcta, y su aplicación a nivel internacional es urgente para evitar las peligrosas y perniciosas nubes de tormenta que se ciernen sobre el futuro de la humanidad.

Nota: El original, en inglés, del presente artículo fue publicado en las páginas del Web de "Rebirth of Reason" Traducción al castellano del autor.

Monday, June 08, 2009

Esta Cosa Extraña Llamada Capitalismo

por Manfred F Schieder

"La justificación moral del Capitalismo radica en el hecho de que es el único sistema consonante con la naturaleza racional del hombre, que protege la supervivencia del hombre qua hombre, y cuyo su principio rector es: la justicia” - de "¿Qué es el Capitalismo?", por Ayn Rand.

Una reciente, pequeña y corta discusión familiar relacionada con una declaración del Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, en una fiesta celebrada el 25 de septiembre de 2008 en Toulon, "El Capitalismo se ha descarrilado" y, por lo tanto, debe ser controlado y dirigido (por los políticos y, evidentemente, demás burócratas y servidores públicos), trajo a mi atención que no sólo Sarkozy y sus seguidores ( Merckel de Alemania, Chávez de Venezuela y, por supuesto, las Naciones Unidas y otras organizaciones inútiles) desconocen totalmente el significado de CAPITALISMO (una palabra que merece ser escrita en letras mayúsculas por cada defensor de la libertad y del libre albedrío). Muchos de los que tienen una posición de poder y que atribuyen la actual situación mundial a un ente no-existente, es decir, al Capitalismo, son definitivamente malévolos y se aprovechan de una situación evaluada erróneamente para confundir al ciudadano común, cuyo propio concepto sobre lo que es el Capitalismo, enseñado en escuelas, colegios, etc., no es menos equivocado, y todo en conjunto, siguiendo un plan para alcanzar la plena y total dominación de la humanidad. "El Big Brother" se está acercando, si no es que ya está aquí! La reciente aprobación de una nueva Constitución, de izquierda, en Ecuador, por el 63% de los votantes, confirma esto aún más.
Esto me movió a escribir este artículo, plenamente consciente de que, otros antes que yo, han presentado un análisis del tema mucho más profundo y más complejo. Sin embargo, habría poco que leer y prácticamente no habría del todo literatura, si se dejase, sólo a unos cuantos intelectuales aprobados oficialmente, el escribir sobre un determinado tema. La mía es, por así decir, una aproximación más bien "popular" a la cuestión.
En primer lugar, debo decir, y lo hago de manera muy clara, que Sarkozy y sus secuaces están evidentemente, cometiendo un gran error, ya que no hay forma de poder menoscabar un cero, porque no existe, simplemente no existe, y no puede, por tanto, "descarrilarse" de ninguna manera.
El Capitalismo nunca se ha aplicado en ningún lugar, ni en ningún momento hasta ahora, y cómo están desarrollándose las cosas en todo el mundo, no parece que haya mayor oportunidad de que sea establecido, al menos en el futuro próximo. Lo que ha existido hasta ahora y sigue existiendo, es el feudalismo, un sistema en el que un jefe supremo, o una combinación sinérgica de señores, determina el curso de acción sobre la base de sus caprichos, permitiendo o prohibiendo, decidiendo que se produce y cómo se produce o como se va a distribuir, siguiendo un laberinto de comandos (leyes) y de impuestos (un chanchullo oficial). Sin embargo, la naturaleza de la supervivencia personal sigue sus propias reglas y, por tanto, algunas de las leyes económicas comunes del Capitalismo han actuado en todo tipo de sociedad e incluso se han colado de contrabando, ellas mismas, en forma muy rudimentaria, en el feudalismo de los tiempos actuales. Ludwig von Mises demostró claramente la ausencia de Capitalismo en su obra maestra "La Acción Humana" (parte I, capítulo 3.2): "Los ricos, los propietarios de las plantas actualmente en funcionamiento, no tienen ninguna clase de interés en el mantener la libre competencia. Se oponen a la confiscación y la expropiación de sus fortunas, y sus intereses propios están más bien en favor de medidas que impidan a los recién llegados disputar sus posiciones. Los que luchan por la libre empresa y la libre competencia no defienden en forma alguna quienes son hoy ricos y prósperos. Por el contrario, lo que quieren es despejar el camino a personas desconocidas y humildes hoy para que sean los empresarios del mañana, quienes con su ingenio eleven el nivel de vida de las masas.
Todo lo que quieren es contribuir a una mayor prosperidad y a optimizar la economía. Son ellos la vanguardia del progreso”.
La llamada "economía social de mercado", también pertenece a la zona del feudalismo y aquí de nuevo el genio de Ludwig von Mises lo demostró más dramaticamente en "La Acción Humana" (Parte 6, Capítulo 27.3): "Los intervencionistas repiten una y otra vez que no quieren abolir la propiedad privada de los medios de producción, de las actividades empresariales, y del intercambio mercantil. En este sentido los representantes del "Soziale Marktwirtschaft" alemán (economía social de mercado), la más reciente variedad de intervencionismo, hacen hincapié en que consideran la economía de mercado como el mejor y más conveniente sistema de organización económica de la sociedad, y se oponen a la omnipotencia gubernamental del socialismo. Pero, por supuesto, todos estos defensores del centro de la vía hacen hincapié en la política con la misma energía que rechazan el liberalismo Manchesteriano y del laissez-faire. Es necesario, dicen, que el Estado interfiera los fenómenos del mercado cuando y donde el "libre juego de las fuerzas económicas" produzca condiciones que aparezcan como "socialmente" indeseables. Creen que el gobierno debe decidir en cada caso lo que es y lo que no es "socialmente” deseable. Al hacer esta afirmación dan por sentado que es el Gobierno quien está llamado a estipular, en cada caso, si un hecho económico definido se ha de considerar como reprobable, desde el punto de vista "social", y en consecuencia, facultar ampliamente a la burocracia para determinarlo”.
¿Qué es entonces el Capitalismo?
Dado que cualquier regulación de la economía y de sus funciones por el gobierno, así como el manejo de las tareas pacíficas y productivas, y del comportamiento de los individuos significa, por definición, esclavitud, Ayn Rand define precisamente Capitalismo como un "sistema social basado en el reconocimiento de los derechos de la persona, incluidos los derechos de propiedad, en los cuales todos los bienes son de propiedad privada", una declaración que, incluso los defensores de la libertad, deberían recordar más a menudo. La afirmación de Rand significa que eso no sólo quiere decir que los medios de producción y distribución deban ser de propiedad privada, ya que esto también ocurre en el nazismo, el fascismo, en economías mixtas y en todas las demás formas de sociedades socialistas (Hitler le dijo a Rosenberg que no era necesario durante su gobierno detentar la propiedad de los "juguetes del titular de la fábrica", como él los llamaba, porque el nazismo sería el propietario y director de los individuos mismos, siendo ésta una de las razones por las que llamo a los dictadores, en general, por el nombre genérico de Stalin-Hitlers), sino que todas las decisiones pacíficas y productivas, pertenecen a las personas que las toman en beneficio de su propia vida. Esto hace desaparecer efectivamente la fuerza de todas las relaciones humanas (el lector no debe olvidar que los impuestos, por ejemplo, son un procedimiento forzoso para tomar parte del dinero popular para apoyar al gobierno, una parte cuyo porcentaje cada vez mayor es determinado por el propio gobierno, ya sea directamente o al amparo de las decisiones de los "representantes del pueblo", es decir, los congresistas que apoyan activamente el gobierno, y no precisamente al pueblo!)
Recuerde las palabras de Ayn Rand en relación con el uso de la fuerza: Nadie tiene el derecho de iniciar un acto de violencia contra una persona o un grupo de personas, es decir, no existe derecho alguno que permita interferir con la vida y actividades del individuo pacífico y productivo.
La única legítima función de un gobierno (nótese que el término en sí significa "regla") es la protección de los derechos del hombre, es decir, como la define Ayn Rand, es la tarea de proteger de la fuerza física a la persona pacífica. Esta actividad, que, por cierto, no excluye a las fuerzas de seguridad privadas para su cumplimiento, obliga a un gobierno a renunciar a su denominación como tal para convertirse propiamente en la administración de los Medios Defensivos de los Derechos del Individuo.
En el sistema Capitalista las funciones de los congresistas cambian drásticamente, ya que básicamente todo lo que tienen que hacer es diseñar los mencionados medios de defensa, es decir, promulgar (a través de los tribunales, la policía y las fuerzas armadas), la principal ley moral del sistema social Capitalista, es decir, concretar el principio de que "nadie tiene derecho a iniciar el uso de la fuerza física contra los demás".
Esto se logra disuadiendo y/o sancionando adecuadamente a quienes infringen dicha ley moral.
Concretamente, en relación con la economía, el Magistrado Narragansett dice, mientras reescribe la Constitución que representará de manera adecuada y apropiada los ideales Capitalistas de Ayn Rand en "La Rebelión de Atlas" (Parte 3, Capítulo 10): "El Congreso no promulgará ley alguna que coarte las libertades de producción y comercio ".
Lo anterior muestra claramente que el Capitalismo es un sistema verdaderamente humano, diseñado para seres humanos, en su condición de individuos pacíficos y productivos. Reconoce la realidad metafísica de la naturaleza del hombre, la conexión entre su supervivencia y su uso de razón, como lo expresa Rand específicamente en su artículo "¿Qué es el Capitalismo?" Funciona sobre la base de que todas las relaciones humanas son voluntarias y, por tanto, rechaza todo mando autoritario, sea cual sea la forma que adopte. Prevé la prohibición de la fuerza en las relaciones sociales, establece la defensa contra eventuales transgresiones y, como Ayn Rand también señaló, se opone fundamentalmente a la guerra, a menos que el libre sistema Capitalista sea atacado por una nación extranjera, porque en ese caso, la ley moral del Capitalismo se aplica, habiendo sido iniciada la violencia por el país atacante.
Estamos aún viviendo dentro de sistemas estatistas, sistemas basados en la noción tribal de que el individuo debe sacrificar sus esfuerzos a un Moloc compuesto por un colectivo sin rostro "representado" por políticos y burócratas que defienden la creencia de que, algunos hombres tienen el derecho de gobernar a los demás por la fuerza, a través de la supuesta justificación de que los hombres deben ser gobernados por otros que suponen por sí mismos que han sido "escogidos" como aptos para ello. Como mencioné antes, los llamo genéricamente Stalin-Hitlers.
Estos sistemas están continuamente involucrados en actos de violencia, cuyo único resultado es obstaculizar el desarrollo del conocimiento y de la economía y la destrucción física del hombre y de la humanidad.
Por lo tanto, como dijo Ayn Rand en "La Ética del Objetivista": "El Capitalismo no es el sistema del pasado, es el sistema del futuro - si es que la humanidad tiene un futuro".

Tomado de The Rebirth of Reason

TRADUCIDO POR RODRIGO DÍAZ

Sunday, June 07, 2009

Pongamos Fin a la Guerra Contra las Drogas

por Ron Paul

Recientemente hemos escuchado muchas historias impactantes sobre brutales asesinatos y violencia despiadada en relación con la guerra de los cárteles de la droga contra funcionarios mexicanos y de los EE.UU. Estamos aproximandose al punto de una verdadera crisis. Lamentablemente, la administración no va a desperdiciar esta oportunidad para ampliar aún más el alcance del gobierno.
Respiremos profundamente y busquemos en la historia cual es la mejor manera de hacer frente a esta peligrosa situación, y veremos que no faltan antecedentes. La prohibición al alcohol, en forma similar, en la década de 1920, trajo violencia, pandillas, ilegalidad, corrupción y brutalidad. La razón para el uso de la violencia no fue la de que destilar y vender alcohol era inherentemente peligroso. La violencia se produjo a causa de la creación de un mercado negro brutal, el cual también disparó las utilidades de las mafias hasta el techo. Estas utilidades permitieron a delincuentes como Al Capone volverse increíblemente ricos, y a defender a capa y espada su recién adquirida riqueza. Al Capone vio la derogación de la prohibición como una gran amenaza y, de hecho, las operaciones de contrabando y la violencia de las mafias se derrumbaron después de la derogación.
Hoy en día, recoger una botella de vino para la cena es una operación relativamente benigna, y los camiones de cerveza viajan abierta y pacíficamente a lo largo de sus rutas de distribución. Del mismo modo hoy, la mejor manera de luchar contra los violentos carteles de la droga es quitar el soporte a las utilidades al exponer sus operaciones a la luz del sol.
Las personas que, imprudentemente, compran drogas difícilmente optarían por utilizar como fuente de suministro a un distribuidor criminal en un callejón solitario, si la alternativa fuera un dispensario al estilo tienda de café. Además, en un dispensario respetuoso de la ley es probable que se verifique la edad en la identificación y se niegue la venta a menores de edad, como tienden a hacerlo muy diligentemente en bares y tiendas ABC.
Piense en todo el tiempo y recursos que se podrían ahorrar si la aplicación de la ley se centrase en delitos violentos, en lugar del tratar de cumplir el imposible mandato, de estado-niñera, de salvar a la gente de sí misma!. Si estas razones no convencen a quienes combaten la droga, los insto a que vuelva a leer el texto de la Constitución y considerar si hay en ella alguna autoridad para prohibir este tipo de decisiones personales y privadas. Todas nuestras libertades - la libertad de religión y de reunión, la libertad de expresión, el derecho a portar armas, el derecho a permanecer libre de innecesarias requisas y confiscaciones por parte del gobierno - se derivan del precepto que determina que uno es dueño de sí mismo y es responsable de sus propias decisiones. Las leyes de la Prohibición niegan la libre propiedad y son un insulto absoluto a los principios de libertad.
Estoy vehementemente en desacuerdo con el uso recreativo de las drogas, pero al mismo tiempo, si las personas sólo tienen libertad para tomar decisiones acertadas, no son verdaderamente libres. En cualquier caso, los estados deben decidir por sí mismos cómo manejar estos temas y el gobierno federal debe respetar sus decisiones.
Mi gran preocupación es que en lugar de tratar deliberadamente con los actuales problemas, el Congreso sea presionado de nuevo a actuar rápidamente sin reflexionar ni debatir. No puedo pensar en un sólo problema que no hayamos empeorado al proceder en esa forma. El pánico generado por la crisis en ciernes en México no debe ser redirigido a coartar más derechos, especialmente los derechos que defiende la segunda enmienda de nuestra Constitución, como parece ser que se piensa proceder. Ciertamente, más leyes restrictivas del porte de armas en respuesta a la violencia, sólo servirán para desarmar ciudadanos de bien.
Esto es algo para tener en cuenta y para estar en contra.
Hemos intensificado la guerra contra las drogas durante un tiempo suficiente para ver que sólo aumenta la violencia y la utilidad asociada con las drogas.
Es hora de ensayar, en lugar de la guerra, el libre albedrío.

TRADUCIDO POR RODRIGO DIAZ

Friday, June 05, 2009

El papel de la Sociedad "Propiedad y Libertad" en un Mundo Loco

por Hans-Hermann Hoppe*

Vivimos en la Era del Imperio Americano. Este Imperio se puede estar desmoronando, pero va a permanecer en el futuro próximo, no sólo por su poderío militar, sino, y es más importante aún, a causa de su poder ideológico. Porque el Imperio Americano ha logrado algo realmente notable: que sus creencias fundamentales hayan sido internalizadas en la mente de la mayoría de las personas como tabúes intelectuales. Para estar seguros, todos los gobiernos se basan en la violencia y la agresión, y el gobierno de los EE.UU. no es una excepción. Ciertamente no duda en aplastar cualquier resistencia a sus caprichos legislativos. Sin embargo, sorprendentemente, el gobierno de los EE.UU. necesita en realidad, poca violencia para lograr sumisión, obediencia a sus órdenes, porque la inmensa mayoría de la población y en particular la de los intelectuales que moldean la opinión, han adoptado como suyo propio un sistema de valores - y creencias - subyacente al imperio.

Según el sistema de creencias, aprobado por los EE.UU., todos somos personas inteligentes y razonables frente a la misma dura realidad y comprometidas con los hechos y la verdad. Es bastante cierto que, incluso en el centro del imperio americano, en los EE.UU., las personas no vivimos en el mejor de los mundos posibles. Todavía hay muchos defectos que se deben arreglar. Sin embargo, en el sistema americano de gobierno democrático, la humanidad ha encontrado definitivamente el lugar perfecto para el marco institucional que permita el progreso continuo en el camino hacia un mundo cada vez más perfecto, y con la sola adopción del sistema democrático americano, a escala mundial, el camino a la perfección sería claro y abierto en todas partes.
La única forma verdadera y legítima de gobierno es la democracia. Cualquier otra forma de gobierno es inferior. Existen monarquías, dictaduras y teocracias, y existen los señores feudales de tierras y los señores de la guerra, y puesto que cualquier gobierno es absolutamente preferible al no gobierno, los gobiernos democráticos deben a veces, por necesidad, cooperar con otros gobiernos no democráticos. En última instancia, sin embargo, todos los gobiernos deben cambiar de acuerdo al ideal americano, porque sólo la democracia permite el cambio pacífico y el progreso continuado.

Los gobiernos democráticos, como los de los EE.UU. y los de sus aliados europeos son inherentemente pacíficos y no van a la guerra unos contra otros. Si acaso deben ir a la guerra, sus guerras son guerras de defensa contra regímenes no democráticos agresivos, es decir, son guerras con causa justa.

Por lo tanto, todos los países y territorios actualmente ocupados por las tropas americanas o las de sus aliados europeos han sido culpables de agresión, y su ocupación por tropas extranjeras es un acto de autodefensa y de liberación por parte del Occidente democrático.

La agresividad del mundo islámico, en particular, se demuestra por el hecho mismo de que gran parte del mencionado mundo islámico se encuentran bajo ocupación americana-occidental y todavía existen zonas adicionales que provocan tan liberalizadora ocupación.

Los gobiernos democráticos son del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

En las democracias nadie gobierna sobre nadie, pero la gente se gobierna a sí misma y, por tanto, son libres. Los impuestos son contribuciones y pagos por servicios prestados por el gobierno, y los evasores de impuestos son, por tanto, ladrones que reciben los servicios sin pagar.

Albergar ladrones fugitivos es pues, un acto de agresión contra el pueblo, contra aquel de quien ellos tratan de huir.

La propiedad privada, los mercados y el ánimo de lucro son instituciones buenas y útiles, pero un gobierno democrático debe procurar, a través de una legislación adecuada, que la propiedad privada y los beneficios adquiridos sean utilizados de una manera socialmente responsable y que los mercados funcionen de forma eficiente. Además, los mercados y los negocios con ánimo de lucro no pueden producir bienes públicos y, por tanto, no pueden satisfacer necesidades sociales, ni cuidar de aquellos verdaderamente necesitados. Las necesidades sociales y los necesitados sólo pueden ser atendidos por el gobierno.

El gobierno por sí solo, a través de la financiación de bienes públicos y el apoyo dado a los necesitados, puede mejorar el bienestar de la población y reducir, si no eliminar, la necesidad y el número de necesitados.

En particular, la política social del gobierno debe controlar los vicios privados de la especulación y la codicia. La codicia y la especulación también fueron la causa fundamental de la actual crisis económica. Financistas imprudentes crearon una exuberancia irracional en la opinión pública que ha naufragado en la realidad. Manifiestamente el mercado ha fallado, y sólo el gobierno ha estado dispuesto a salvar la situación, y sólo el gobierno, a través de una adecuada regulación y supervisión del sector bancario y los mercados financieros, podrá evitar que jamás vuelva a ocurrir algo así. Los bancos y las empresas se declararon en quiebra. Pero los gobiernos y los bancos centrales estuvieron a la altura y protegieron el dinero de los ahorradores y el empleo de los trabajadores.

Asesorados por los mejores, y mejor pagados, economistas del mundo, los gobiernos han descubierto la causa de la crisis y ha determinado que para salir de la actual situación económica la gente debe al mismo tiempo consumir más e invertir más. Cada centavo guardado bajo el colchón es un centavo que se pierde para el consumo y la inversión actuales y por tanto disminuye el consumo y la inversión futuros. En una recesión, en todas circunstancias y, sobre toda consideración, el gasto debe incrementarse, y si las personas no gastan lo suficiente de su dinero, entonces el gobierno deberá hacerlo por ellos con su dinero. Sabiamente, los gobiernos están preparados para hacerlo, porque sus bancos centrales pueden producir toda la liquidez necesaria. Si miles de millones de dólares o euros no lo hacen, los billones si lo harán y si los billones todavía no logran el truco entonces los trillones lo harán con seguridad. Sólo el gasto público masivo puede evitar un colapso económico que de otra manera es inevitable.

El desempleo, en particular, es el resultado del bajo consumo: cuando la gente no tiene suficiente dinero para comprar bienes de consumo ser aliviada, dándole salarios más altos o incrementando los beneficios por desempleo.

Una vez que la actual crisis económica se haya resuelto, los gobiernos pueden y deben a su vez retornar a los restantes problemas, a los verdaderamente acuciantes que enfrenta la humanidad: a la eliminación de toda injusta discriminación como último desiderátum de la igualdad democrática, y al control del medio ambiente global y, en particular, del clima mundial.

Esencialmente, todos los seres humanos somos iguales. Las diferencias son sólo aparentes, insignificantes y a flor de piel: algunos son de color blanco, otros de color marrón, y negros son los de más allá, y algunos son altos y los otros cortos, algunos son hombres y las demás mujeres, algunos hablan Inglés o Polaco o Chino, algunos tienen cáncer o SIDA y los otros no. Estas son características humanas accidentales. A algunas personas les sucede y a otras no. Sin embargo, de esas diferencias accidentales sólo se derivan consecuencias triviales, tales como que los altos pueden alcanzar más arriba, sólo las mujeres pueden tener hijos o que algunas personas se mueren antes que otras. Pero diferencias accidentales como éstas no tienen incidencia sistemática alguna en los rasgos mentales, tales como la energía de motivación, la preferencia temporal o la destreza intelectual, y, como tales, carecen de poder explicativo en lo relacionado al éxito económico y social: en particular, ingresos, situación profesional y posición social. Los rasgos mentales no tienen una base física, biológica o étnica y son infinitamente maleables. Todos, a excepción de algunos casos patológicos, son como es todo el mundo a este respecto, y todos los pueblos, a través de la historia, han hecho igual contribución a la civilización. Aparentemente las evidentes diferencias son únicamente el resultado de diferentes circunstancias externas y de oportunidades de entrenamiento. Si se estuviera adecuadamente localizado y entrenado, todo el mundo sería capaz de los mismos logros. Todas las diferencias en ingresos y metas alcanzadas entre blancos, asiáticos y negros, hombres y mujeres, latinos, anglos y tailandeses, e hindúes, protestantes y musulmanes se desvanecerían. Los blancos podrían ser llevados a competir a la par de los negros por los más altos premios en la NBA, en las competencias de 100 metros y en carreras de larga distancia, y los negros podrían competir con los blancos y los asiáticos en matemáticas, ajedrez e ingeniería. Si en cambio se comprueba que la representación y distribución de los diversos grupos sociales accidentales en diversas posiciones de renta, patrimonio o status profesional es desigual entonces se demuestra una discriminación injustificada, y ese tipo de discriminación debe ser rectificado con programas de acción afirmativa, por medio de los cuales los discriminadores deben indemnizar a los injustamente discriminados.

Sólo hay una posible excepción a este principio general de la igualdad humana y el demonio de la discriminación. Porque, más allá de toda duda razonable, hubo un crimen en la historia, cometido por una gente en particular contra otra gente en particular, que no es comparable a ningún otro delito. No se puede descartar que esta específica disposición criminal por parte de alguna gente tenga raíces genéticas, y en la medida en que esta posibilidad no se puede descartar, es justo que quienes son colectivamente culpables continúen compensando a las víctimas colectivas.

De la mano con los esfuerzos para erradicar el mal de la discriminación, los gobiernos democráticos deben hacer frente a la tarea fundamental de superar el excesivo particularismo humano - el individualismo, el localismo, el provincialismo, el regionalismo y el nacionalismo - todavía arraigados en las mentes de la mayoría de las personas, y promover en su lugar los ideales del universalismo, del hombre universal y de los intereses de la humanidad como tal. La necesidad de esta política se muestra más dramática con los peligros del cambio climático global. Como resultado de innumerables actos egoístas: la producción y la utilización no reguladas de varias fuentes no renovables de energía, el globo está amenazado por catástrofes inimaginables: maremotos, el brusco y repentino aumento del nivel del mar y la aparición de trascendentales desequilibrios y desbalances ecológicos.

Sólo a través de una acción gubernamental concertada y, en última instancia la creación de un gobierno mundial supra-nacional, y a través de minuciosas regulaciones al comportamiento en la producción y en el consumo, validadas científicamente, de cumplimiento forzoso, y administradas por todo el orbe, podrían evitarse tan amenazantes y mortales peligros. Gemeinwohl (bienestar público) geht vor (viene antes) Eigenwohl (bienestar privado) - esto, más que otra cosa, es lo que demuestra el problema del cambio climático, y es el gobierno quien finalmente tendrá que poner este principio en acción.

La Sociedad Propiedad y Libertad - y sin duda yo, personalmente - consideramos todo esto no sólo una locura: sino un total absurdo y una peligrosa falta de sentido común. Sin embargo, esto es esencialmente lo que podemos escuchar y leer día tras día en los principales medios de comunicación y lo que es proclamado por cada experto y respetable eminencia. Sólo pocas personas pueden ver a través de toda la farsa y muchos menos aún tienen la valentía de hablar en contra de ella. El objetivo de la Sociedad Propiedad y Libertad y sus encuentros es reunir a estas personas, atacar frontalmente toda esta locura y a la clase dominante que la perpetra contra nosotros - y también para divertirnos haciéndolo, al menos mientras se nos permita la diversión.

* Hans-Hermann Hoppe (www.HansHoppe.com) es Presidente de la Sociedad Propiedad y Libertad. El presente ensayo fue entregado como discurso introductorio y pronunciado en la reunión anual de la Sociedad el 21 de mayo de 2009, en Bodrum, Turquía.

TRADUCIDO POR RODRIGO DÍAZ

Thursday, June 04, 2009

¿Por qué fracasa el socialismo?

Un reconocido profesor de economía de la Universidad norteamericana Texas Tech alegó que él nunca había reprobado a uno de sus estudiantes pero que, en una ocasión, tuvo que raspar la clase entera. Cuenta que esa clase le insistió que el socialismo sí funcionaba, que en éste sistema no existían ni pobres ni ricos, sino una total igualdad.

El profesor les propuso a sus alumnos hacer un experimento en clase sobre el socialismo: Todas las notas iban a ser promediadas y a todos los estudiantes se les asignaría la misma nota de forma que nadie sería reprobado y nadie sacaría una A.

· Después de LA PRIMERA PRUEBA, las notas fueron promediadas y todos los estudiantes sacaron B. Los estudiantes que se habían preparado muy bien estaban molestos y los estudiantes que estudiaron poco estaban contentos.

· Pero, cuando presentaron la segunda prueba, los estudiantes que estudiaron poco estudiaron aún menos, y los estudiantes que habían estudiado duro decidieron no trabajar tan duro ya que no iban a lograr obtener una A; y, así, también estudiaron menos. ¡El promedio de la segunda PRUEBA fue D! Nadie estuvo contento.

· Pero cuando se llevó a cabo la tercera PRUEBA, toda la clase sacó F: ¡Raspados todos!

Las notas nunca mejoraron. Los estudiantes empezaron a pelear entre si, culpándose los unos a los otros por las malas notas hasta llegar a insultos y resentimientos, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiara otro que no lo hacía.

Para el asombro de toda la clase, ¡Todos perdieron el año! Y el profesor les preguntó si ahora entendían la razón del gran fracaso del socialismo.

Es sencillo; simplemente se debe a que el ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando muy duro cuando la recompensa es muy atractiva y justifica el esfuerzo; pero cuando el gobierno quita ese incentivo, nadie va a hacer el sacrificio necesario para lograr la excelencia.

Finalmente, el fracaso será general.

Nota: Winston Churchill, Premio Nobel en 1953 dijo, El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, la predica de la envidia, su misión es distribuir la miseria de forma igualitaria para el pueblo.