La Crónica No. 0266

Autor: Rafael Uribe Uribe – Medellín, Colombia, 27 de octubre de 2006

Cuado toca… toca

No es cualquier legaña de mico el bloque que le volaron al Presidente con el carro bomba que las Farc explotaron en la Universidad Militar, uno de los sitios mas custodiados del país, emblemático de las Fuerzas Armadas. A su alrededor están la mayoría de los principales cuarteles del ejército. Afortunadamente solo hubo 25 heridos, iban detrás de la vida de sesenta mayores en ascenso a coroneles. Con razón la guerrilla le preguntó al autor si se encontraban en la finca.

La bomba fue un error colosal de las Farc, creyeron que Uribe se comportaría como Pastrana ante sus ataques en medio de las conversaciones, que de ahí no pasaron, porque de negociaciones nanay, nanay… puro tilín, tilín y nada de paletas. En este atentado no supieron calcularle el revuelto al Presidente. Él tiene claro, si de negociaciones se trata, se requieren actos de buena fe y voluntad de la contraparte. Le pisaron los callos cuando estaba ‘blandito’ y el hombre se timbró.

Creyendo que mostrar capacidad terrorista lo seguiría ablandando les resultó todo lo contrario, lo endurecieron y lo llevaron al convencimiento que muchos tenemos, de su doble moral al hablar de paz. Nunca han tenido voluntad, le mamaron gallo a Betancur, Barco, Gaviria, Samper y a Pastrana, o sea 20 años en el oficio, ¿Por qué hemos de creerles ahora? Si en verdad la quieren que antes lo demuestren.

Uribe bravo no es fruta que come mono. Las Farc perdieron lo que tenían casi de un cacho, el despeje de Florida y Pradera para el acuerdo humanitario, que repasando mis propios escritos, es algo en que muy poco he creído. Parece que voy teniendo la razón a fuerza de tanto trastabillar. Ahora, no se rompió por las inconsistencias, zancadillas y condiciones absurdas que siempre las Farc se inventan; lograron que el mismo Uribe lo descartara. ¿O así lo buscaron para decir que el balón está del otro lado?

Fue duro el Presidente, se le fue un poco la mano en adjetivos. Le suspendió la autorización al Alto Comisionado para la Paz para conversar con las Farc sobre acuerdo humanitario y paz mientras las acciones terroristas subsistan. Igual hizo con los facilitadores: Suiza, España y Francia, también con Álvaro Leyva Durán, el amigo de ‘Tirofijo· y Carlos A. Lozano Guillén, director del seminario comunista Voz. Este último declaró públicamente que no acataría la orden presidencial y que seguiría buscando contactos con las Farc.

Dejó el Presidente en el aire todo lo andado. Los secuestrados militares y políticos, ¡pobrecitos ellos y sus familias! Ahora si se los acabó de llevar el chucho. El ejército y la policía recibieron la orden de buscar el rescate a sangre y fuego. Tarea difícil por cierto, casi imposible diría yo. Y arriesgada en demasía porque la guerrilla no se parará en pelos para asesinarlos como ya lo hicieron con Gilberto Echeverri, Guillermo Gaviria y los militares que con ellos estaban. Hubo algunos rescates exitosos como el de la ‘Chiva’ Cortés y la del Obispo de Zipaquirá; pero es una orden que el Presidente debería revocar, salvo la anuencia de las familias, para no infringirles más dolor.

Lo cierto es que las Farc los utilizan como escudo para que la fuerza aérea no bombardeé sus campamentos por proteger a los secuestrados. ¿Qué hacen sin ellos? Y sin Acuerdo Humanitario es obvio que tampoco se avanzará en una paz negociada, algo que infortunadamente se revolvió con lo primero en un momento inoportuno. Se necesita mucha chumbimba para llegar a esa etapa. Lástima que así sea, pero las Farc se lo buscaron.

La denuncia pública de que ‘Raúl Reyes’ se refugia en las selvas ecuatorianas, sin el consentimiento de ese país, y que ‘Iván Márquez’ hace lo mismo en las de Venezuela, ha comenzado a levantar ampollas en los países vecinos. Voy un poco más allá, es posible que lo de ‘Reyes’ así sea; pero el refugio de guerrilleros en Venezuela es alcahueteado por Chávez de tiempo atrás. Entre otros, ¿dónde se cuida el comandante ‘Antonio García’ del ELN, cuando no está dizque negociando en Cuba? ¿De donde sale y por donde viaja a ese país caribeño?

Y los ecuatorianos le revolvieron política al asunto, la prensa dice que hasta podría inclinar la balanza electoral para uno de los candidatos ligados en la segunda vuelta.

La Seguridad Democrática ahora se aplicará con menos contemplaciones. Los guerrilleros se encargaron de cerrar las puertas que el gobierno les había abierto. Las Farc necesitan ser debilitadas militarmente para obligarlas a sentarse a la mesa y, desafortunadamente, costará más derramamiento de sangre.

De paso el Presidente dio la orden de capturar a los paras que no se han sometido a la justicia. Habrá grupos élite de las Fuerzas Armadas para su búsqueda. El señor Vicente Castaño será mejor que lo piense en lugar de seguir jugando al fugitivo negociante, se acabó la tolerancia también por ese lado.

El discurso de Uribe titulado “¡Por la dignidad de la patria, por el futuro de las nuevas generaciones, enfrentemos el terrorismo para no padecer su eterna esclavitud!” es el más duro pronunciado en sus gobiernos. Y lo convirtió en política de Estado, está repartiendo folletos con este en todas las embajadas e institutos gubernamentales. El país mayoritario lo ha respaldado. El discurso está lejos de ser una pataleta como algunos columnistas lo pretenden.

No me gusta el abandono del posible acuerdo humanitario; pero la coyuntura hará, que si las Farc realmente lo quieren y buscan, tendrá que ser en condiciones muy distintas a las que aspiraban. Ahora el que pone las condiciones es el gobierno y, de lejos, sabemos que no serán tolerantes. No creo que sea posible solo negociar políticos y militares, los 900 o más civiles anónimos que mantienen en cautiverio extorsivo necesariamente deberían entrar en la colada.

A la comunidad internacional, que ya empieza a rasgarse las vestiduras les dijo Uribe: “El dilema que tiene la comunidad internacional es si exigirle a un Gobierno honrado y democrático, como el de Colombia, negociar con quienes ponen los carros bomba, o exigirle a los terroristas que liberen a los secuestrados.”

Le cae como anillo al dedo a HRW y AI. Aunque habría una paradoja sobre lo que piensa la izquierda según esta publicación de Opinet: “En palabras de José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, (El Espectador, mayo 11 de 2003) el Estado tiene la obligación de buscar el rescate de los secuestrados, de no ceder a demandas inaceptables ni permitir que esto se vuelva un círculo vicioso. Los familiares de los secuestrados deberían entender de una vez por todas que es a las Farc a quien le deben exigir insistentemente que libere a sus seres queridos sin contraprestación y dejar de presionar a un Estado que no puede ceder a cualquier cosa”.

Contrasta con todo lo que el señor Vivanco permanentemente predica.