Saturday, August 27, 2016

MISERIA POR DECRETO

Con frecuencia las ideologías son más dañinas que los terremotos y las pestes. Con la implantación del Marxismo en Rusia y luego en lo que se llamó la Unión Soviética, se desencadenó una de las tragedias más graves que haya sufrido la humanidad. Las matanzas y las hambrunas asolaron ese inmenso país en una forma como no se había visto ni en el régimen del terror de la Revolución Francesa. No solamente hubo una crueldad infinita, también una estupidez manifiesta.La brutalidad del régimen soviético no tuvo parangón. 


Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, el dominio de dicho régimen se extendió a Europa Oriental con toda su rigidez ideológica. La opresión se apoderó de Polonia, Oriente de Alemania, Hungría, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria, Albania. Los ciudadanos de esos países se vieron prácticamente enjaulados, física y mental mente. Aún Yugoslavia que no fue ocupada militarmente, fue sometida a una rígida ortodoxia asfixiante. 


La burocracia se convirtió en una camisa de fuerza que gradualmente arruinó a la Unión Soviética y sus países satélites. En 1959, un ministro del Gobierno de Yugoslavia, Milovan Djilas, escribió uno de los libros más importantes del Siglo XX, “La Nueva Clase”, esto fue una advertencia profética de lo que vendría años después. Por esa misma época, el régimen comunista de China sometió al país a un disparatado proyecto que causó una de las peores hecatombes de la historia, el “Gran Salto Adelante”, del cual quedaron decenas de millones de víctimas.  


El libro de Milovan Djilas describió como la nueva clase, la burocracia, hacia usufructo de la riqueza, pero no la producía, por lo cual los países gradualmente se empobrecían, hasta la bancarrota. Esta fue una profecía que se cumplió casi al pie de la letra en las postrimerías del Siglo XX, el Imperio Soviético colapsó. La que fuera la segunda potencia mundial paso a ser un país emergente, los países de Europa Oriental se sacudieron de ese yugo que los mantenía en la pobreza. Las “Repúblicas Socialistas Soviéticas” también se emanciparon. 


Lo que parecía un bloque supranacional inconmovible resultó una estructura decrépita corroída por la pésima administración y una corrupción incontrolable. De los restos de ese naufragio quedaron una serie de países que han tomado sendas de progreso y especialmente de independencia y libertad. Curiosamente en el Caribe quedó un antiguo satélite para el cual no llegaron los cambios, Cuba, este régimen continuó férreamente dogmático, arrastrando una miseria impresionante. Los millones que llegaban antiguamente de la Unión Soviética no sirvieron para crear una estructura económica viable, lo único que atajó la hambruna fue un hecho fortuito. La llegada al poder en Venezuela de un líder carismático y desquiciado mental el cual aprovechando altísimos precios del petróleo que Venezuela siempre produjo con profusión y profundamente enamorado de las doctrinas del Presidente cubano, le inyecto ingentes cantidades de petróleo y dinero a la economía de Cuba.   


En Venezuela siguiendo la ortodoxia ideológica, el Gobierno se dedicó a expulsar compañías, expropiar empresas y en general acabar con la actividad privada, con lo cual el País quedó dependiendo casi exclusivamente de la renta petrolera.Sobrevino la baja del precio del petróleo y la economía entró en crisis. Con la destrucción del aparato productivo, Venezuela se encontró sin artículos de consumo, el hambre se ha generalizado, las muchedumbres asaltan comercios y la inseguridad es total. La situación económica de Venezuela terminó semejándose a la de Cuba.


El Gobierno de Colombia decidió aliarse con esos dos países en penuria y empezó a manejar la economía en forma similar, multas continuas a las empresas, desestímulo a la inversión, satanización de la exploración minera y petrolera, populismo a rodo y un manejo estatal totalmente burocratizado e inepto. Persecución a la oposición. Se está constituyendo un trío de países indigentes.


Jaime Galvis Vergara

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