Friday, September 24, 2010

El “ciclo económico” tal como se explicaba en 1755

Mises Diario: Viernes, 24 de septiembre 2010

por Richard Cantillon

[ Tomado de An Essay on Economic Theory, traducido del Francés al Inglés por Chantal Saucier, editado por Mark Thornton]

Resumen: Cuando el banco nacional del gobierno infla la oferta de dinero mediante el aumento del suministro de billetes de banco, reduce la tasa de interés y puede aumentar el precio de las acciones. Este es un proceso corruptor, y al redimir los billetes, el precio de las acciones cae y puede dar lugar a "corridas" bancarias y al caos económico. Esto es lo que se conoce ahora como el "ciclo económico".

El Banco Nacional de Londres está compuesto de un gran número de accionistas quienes eligen una junta directiva para manejar sus operaciones. Su tarea principal consistía en hacer la distribución anual de las ganancias provenientes de los intereses sobre préstamos hechos con dinero de los depósitos bancarios. Más tarde la deuda pública, sobre la cual el Estado paga un interés anual, también se incorporaría a esta tarea.

A pesar de esta sólida base, una vez que el banco había desembolsado grandes sumas al Estado y los titulares de los billetes tuviesen la aprehensión de que el banco pudiera estar en dificultades, se producía una "corrida" bancaria, y los titulares de los billetes corrían en masa a retirar su dinero. Esta misma cosa ocurrió durante el colapso de la Compañía de los Mares del Sur en 1720.

Los refinamientos introducidos para apoyar el banco y limitar su descrédito fueron: establecer primero un número de empleados para contar el dinero de aquellos que traían los billetes; pagar grandes cantidades en monedas de seis peniques y chelines para ganar tiempo; [i] y pagar parcialmente a los tenedores individuales, especialmente a quienes habían estado esperando todo el día por su pago.

Sin embargo, las cantidades más considerables eran pagadas a los amigos, quienes las llevaban y secretamente las traían de vuelta al banco sólo para repetir la misma maniobra al día siguiente. De esta manera, el banco guardaba las apariencias y ganaba tiempo hasta que el pánico disminuyese. Pero cuando esto no era suficiente, el banco abría una suscripción de acciones, involucraba a gente confiable y solvente para que participaran como garantes de grandes sumas, a fin de mantener el crédito y la circulación de los billetes de banco.

Fue por este último refinamiento que el crédito del banco se mantuvo en 1720 cuando la Compañía de los Mares del Sur se derrumbó. Tan pronto como se sabía públicamente que personajes ricos y poderosos estaban en la lista de suscripción, la corrida contra el banco cesaba y los depósitos volvían como de costumbre.

Si un Ministro de Estado en Inglaterra, [ii], buscando reducir la tasa de interés, o por otras razones, aumenta el precio de la acciones públicas en Londres, y si tiene suficiente crédito con los directores del banco para llegar a emitir tal cantidad de billetes sin respaldo (bajo la obligación de indemnizarlos en caso de pérdida), pidiéndoles que utilicen esos billetes para comprar varios lotes de acciones públicas, el precio de estas acciones se incrementará debido a dichas operaciones.

Y aquellos que han vendido acciones, viendo que los altos precios continúen, tal vez se decidirán a volver a comprar a un precio superior al que vendieron, para no dejar sus billetes quietos, creyendo los rumores de que la tasa de interés iría a caer y que el precio de las acciones se elevaría más. Si varias personas imitan a los agentes de los bancos y compran estas acciones, con la esperanza de lucrarse como ellos, los fondos públicos se incrementarán en precio hasta el punto que el ministro desee. Y puede ocurrir que el banco hábilmente venda a un precio superior todas las acciones compradas a petición del ministro, y no sólo logrará una gran utilidad en ello, sino que además podrá retirar y cancelar todos los billetes que se emitieron en forma extraordinaria.

Si el banco por sí sólo hace que el precio de las acciones públicas suban mediante la compra, también hará que caiga cuando venda a fin de cancelar los billetes que emitió en forma extraordinaria. Sin embargo, muchas personas suelen seguir a los agentes del banco en sus operaciones y contribuyen a mantener un precio alto. Algunos quedan atrapados debido a que no entiende estas operaciones, en las que se encuentran un infinito número de refinamientos, o más bien de engaños, los cuales están por fuera del tema que hoy tratamos.

Es entonces evidente que un banco, con la complicidad de un administrador público, es capaz de elevar y sostener el precio de las acciones públicas, y reducir las tasas del interés estatal a conveniencia del administrador. Cuando estos pasos se dan con discreción, se puede pagar la totalidad de la deuda del estado. Pero estos refinamientos, que abren la puerta a la acumulación de grandes fortunas, rara vez se llevan a cabo para ventaja del Estado únicamente; quienes toman parte en este tipo de asuntos son generalmente corruptos.

El exceso de billetes fabricados y emitidos en estas ocasiones no incomodan la circulación ya que se utilizan para la compra y venta de acciones. No se utilizan para gastos del hogar ni se convierten a monedas de plata. Pero si algún tipo imprevisto de pánico o crisis lleva a los tenedores de los billetes a demandar monedas de plata en el banco, la bomba estalla y se descubre que estas son operaciones peligrosas.



Richard Cantillon (1680-1734) fue el padre de la economía moderna. Murray Rothbard lo llamó "uno de los personajes más fascinantes de la historia del pensamiento social o económico" y lo describió como "un comerciante irlandés afrancesado, banquero y aventurero que escribió el primer tratado de economía, anticipándose en más de cuatro décadas a la publicación de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith."

Cantillon se convirtió en millonario invirtiendo en la "Compañía del Mississippi" de John Law y predijo el estallido de la ahora infame burbuja del Mississippi. Se trasladó a Inglaterra, donde murió en un incendio, supuestamente iniciado por un cocinero que había despedido.

Este artículo es un extracto de la parte 3, capítulo 8 "De los refinamientos del Crédito de los Bancos Generales" en el libro Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General.


Notas

[i] Nota del Traductor: El banco estaba esencialmente sustituyendo los billetes por monedas de baja denominación con el fin de retrasar y desalentar la transacción.

[ii] Nota del Traductor: Cantillon se refiere probablemente a Robert Walpole, quien estaba en el Gabinete Inglés en aquel momento y quien se convertiría, a raíz del escándalo, en Primer Lord del Tesoro, Ministro de Hacienda, y Jefe de la Cámara de los Comunes. Fue el primer "Primer Ministro" de Inglaterra.


TRADUCIDO DEL INGLÉS POR RODRIGO DÍAZ

Sunday, September 19, 2010

La dinámica del Gobierno de la Turba

Aunque escrito hace mas de 20 años, este documento describe minuciosamente el actual Estado Venezolano. Podría este escrito servir a votantes que aún no despiertan ante la catastrofe que resultaría de un triunfo del paranoico Chavez? Aguantarán los altivos e independientes venezolanos un gobierno como el de Cuba?

La dinámica del Gobierno de la Turba
por Marc-Eric Ely Chaitlin

Mientras la gente discute sobre cuestiones políticas sin sentido, que giran en torno a necesidades institucionales artificialmente maquinadas (que constituyen un complicado juego), no alcanzan a reconocer la dinámica del poder político en una sociedad de masas. La forma tradicional de gobierno – la Nación Tribal – desapareció en la Edad Media, y fue reemplazada por un estado armado, el cual, a su vez, fue suplantado por la “Nación Revolucionaria”, o lo que ahora se llama el Estado-Nación.

El Estado-Nación es una sociedad de masas. Las personas se levantan para cumplir con las diferentes funciones que perpetúan el estado de masas, pero si alguno de ellos se opone, entonces el peso de esa masa se utiliza para aplastar al individuo. Las personas son tratadas como un rebaño, como a ganado. Los políticos no sirven a la gente, sino que son ”grupos de presión de colegas “, personas elegidas para controlar a los suyos, una táctica convencional en la mayoría de los campamentos de prisioneros de guerra. Es por eso que son elegidos por votación secreta, porque nadie quiere ser responsable de las cosas que hacen para mantener el control, que son a la vez implacables, y nunca tienen en cuenta la ley.

En la sociedad de masas, la primera etapa de la admisión es la “escuela pública”, el primer lugar adonde todas las personas se ven obligados a ir, “por su propio bien”. Como a perros, a los niños se les enseña a obedecer ciegamente; son castigados, a veces corporalmente, por hacer valer cualquier tipo de independencia de pensamiento o de acción, y condicionados a aceptar pasivamente la vida, sin ninguna ambición real. La voluntad de vivir es deliberadamente desterrada del individuo, para reforzar la ficción de que todas las cosas buenas vienen de la institución, de las masas.

A partir de ahí, emergen los “líderes”, los ingenieros, los médicos, abogados y profesores, quienes entran al “mercado laboral”, y se perpetua la masificación de la sociedad. Los analfabetos certificados por el estado se entrenan con las normas de la sociedad de masas. El mito de la Revolución, el “nacimiento” de la nación-revolucionaria, el panteón de “héroes” engrandecidos con ficciones, y el sentido de ser parte de una “gran tradición”, elimina la capacidad del individuo para tomar una decisión racional, especialmente en la impresionable edad de los 9 o 10 años. Por decir lo menos, esta forma de tortura de los niños es cínica y sin escrúpulos; es una forma de abuso infantil sin precedentes en el tiempo. El miedo se emplea abundantemente y la sociedad “de la escuela” se convierte en la base del pensamiento, como un modelo para el resto de la vida. La forma en que nos relacionamos el uno al otro se aprende en una olla a presión, que nunca debería aplicarse, debido al efecto lobotomizador que tiene sobre la población.

Pero una población lobotomizada es el único tipo de población que responde a los estímulos de las instituciones de la sociedad de masas. El miedo se utiliza para alejar a las personas, para poner distancia el uno del otro, para que la gente se convierta en dependiente de los contactos comerciales, para lo cual necesitan el sustento del estado de masas, el dinero. El dinero, por sí solo, no es ni bueno ni malo, pero como un “vale” decretado por un estado de masas, es una herramienta poderosa. Al obligar a la gente a necesitar dinero, en última instancia, pueden llegar a amarlo (en muchos casos más que a las personas). Pero un individuo obsesionado puede ser manipulado, mientras que una persona sana es independiente, íntegra.

Una vez que los patrones de respuesta son entamborados en la cabeza de los niños – que se convertirán en adultos – la población está lista para la sociedad de masas. Los medios de comunicación; el empleador de las masas, la corporación; el protector del alma de las masas (en aquellos momentos cuando parece insuficiente trabajar de 9 a 5), la iglesia y el estado de masas, con sus juegos políticos que santifican el gobierno de la turba. Sólo una turba tiene la clase de poder intimidatorio necesario para administrar un estado político moderno, la gente es deliberadamente mantenida en el borde de sus asientos, a fin de crear una gran reserva de ira, lista para ser dirigida a la caída de un sombrero, a un adversario político, o a las ideas de la oposición.

El estado de masas nació en la guerra. Los principios de la guerra se convirtieron en las premisas básicas de operación del gobierno de masas. La amenaza de un enemigo siempre ha catalizado a la gente, para darles una sensación de peligro inminente, por lo cual deberían sacrificar todo, aún lo que esperan recibir.

La Revolución demanda guerra y violencia, para terminar las cosas “rápidamente”. Los partidarios se amargan, y los radicales y extremistas se cambian al papel de “conservadores”. Los que apoyan la causa se anteponen, como carne de cañón, y los que la rechazan son expurgados; la uniformidad se acelera bajo el yugo de un régimen de terror. Las personas tienen derecho a vivir sus propias vidas, pero todos los días se reducen sus derechos consuetudinarios, en la tradición del estado de masas, por el bien de la patria “. Todos los días, nuevas profesiones enteras se convierten en ”uniformados”, en ujieres a cargo del Estado.

La Revolución, como la Inquisición, tiene sus acusadores, que no hacen nada más que acusar a la gente como responsable de haber cometido algún crímen. Los crímenes han sido diseñados para satisfacer la moral de quienes detentan el poder, quienes suelen ser agitadores carismáticos; obstinados y extravagantes voceros que dicen “sí” a cualquiera con dinero suficiente para comprar una elección.

La persona inculpada por el acusador es corporalmente capturada por un aspirante a matón, cuya misión entre los revolucionarios de la nación lo convierte en un “policía” en lugar de un matón, y el “criminal” es detenido (por lo general involuntariamente) hasta comparecer ante un “juez”. El juez es cualesquiera que cree tener el “derecho” de juzgar a otros, personificado en un abogado con su mazo. Por supuesto, todas estas personas somos tú y yo.

La sociedad de masas es un estado de conciencia. Si creemos en las instituciones del estado de masas, los medios de comunicación, las corporaciones, los políticos, la “república”, entonces estaremos de buen grado dando la espalda a la nación-como-familia, la comunidad orgánica de la humanidad, la cual no es una turba.
La única manera de acabar con la ley de la turba es disociarse uno mismo de las instituciones de masas, y animar a otros a hacer lo mismo. El hecho que las elecciones confundan, enfurezcan, e irriten mucho más de lo que resuelven, ya que consumen gran cantidad de recursos llevando al poder a hombres mediocres quienes heredan el legado de regicidas, es indicativo de una profunda división social, de una herida sangrante. Si bien la turba se enfurece, aunque esté contenida y dirigida por fuerzas armadas, gobiernos, medios de comunicación e iglesias, la destrucción es evidencia de que esta forma de democracia sólo es “igual”, en la medida en que lo destruye todo, “por igual”.

Nota:
Marc-Eric Ely Chaitlin (1959-2001) fue una activista en favor de personas sin hogar en el Condado de Orange (California). Este breve ensayo, conmovedoramente retrata la maquinaria de propaganda acoplada al aparato de represión: las dos piernas en que se para el estado. La exhortación final, a disociarse uno mismo de las instituciones de masas basadas en la ley de la turba, captura la esencia de este estimulante documento.


TRADUCIDO DEL INGLÉS POR RODRIGO DÍAZ

Friday, September 17, 2010

Ampliación de la noticia sobre la Banca de Reserva Fraccionaria

La página web de Bernhard Schmidt, ValOro.net, concretamente el señor Manuel Llamas, ha ampliado la noticia sobre el proyecto de ley presentado al Parlamento Británico por los Representantes Steve Baker y Douglas Clacton, el cual pretende controlar la forma como los bancos disponen de los recursos depositados en la cuentas corrientes de sus clientes.
Reproducimos el documento escrito por el Sr Llamas a continuación.

Reino Unido debate restaurar la reserva 100% en los depósitos bancarios


El Parlamento británico debatirá una propuesta revolucionaria. Una reforma financiera para restaurar la reserva 100% en los depósitos a la vista, lo cual implica eliminar la reserva fraccionaria, principio sobre el que se asienta el actual sistema bancario, y clave para entender los ciclos económicos.

El Parlamento británico ha aceptado debatir a partir del próximo noviembre una propuesta que supone una auténtica revolución para el actual sistema bancario. Steve Baker y Douglas Carswell, diputados conservadores de la Cámara, presentaron el miércoles, con el apoyo de otros miembros de su partido, una reforma financiera inédita, consistente en limitar la reserva fraccionaria de la banca. Es decir, el privilegio legal por el cual una entidad puede prestar los depósitos a la vista de sus clientes, expandiendo así el crédito.

Así, por ejemplo, cuando un cliente deposita 100 euros en una cuenta a la vista (cuenta corriente), su dinero, en realidad, se esfuma ya que, automáticamente, la entidad está autorizada legalmente por el gobierno para prestar hasta el 98% de esa cantidad. Esos 98 euros son, a su vez, depositados en otra cuenta y, nuevamente prestados a otro cliente con tal de reservar el 2% (coeficiente de caja), y así sucesivamente en un proceso que puede repetirse hasta 50 veces, aumentando de forma exponencial la oferta monetaria.

Según una reciente encuesta elaborada por The Cobden Center, el 74% de los británicos piensa, erróneamente, que el banco guarda al 100% el dinero despositado en sus cuentas corrientes, garantizando así su propiedad. Tan sólo un soprendente 8% conoce la realidad: que las entidades disponen libremente de esos ahorros.

El sistema de reserva fraccionaria es la base sobre el que se sustenta el funcionamiento de la banca desde hace casi dos siglos. Consiste en que un banco tiene derecho a prestar el dinero de sus clientes, al mismo tiempo que tiene la obligación de devolvérselo de forma inmediata en el momento que lo reclamen.

Por tanto, cuando se invierte a largo plazo (empleando depósitos a la vista para conceder, por ejemplo, hipotecas), sólo es viable si todos los depositantes no deciden retirar su dinero de forma simultánea (corrida bancaria). El banco tan sólo está obligado por ley a conservar en caja el 2% de los depósitos a la vista para pagar a los clientes que deseen retirarlo, el resto lo presta una y otra vez. Según numerosos miembros de la Escuela Austríaca de Economía, ésta es una de las principales claves para entender los recurrentes ciclos de auge y recesión propios de nuestra época.

La reforma que ha presentado Baker pretende poner fin a esta práctica, permitiendo al cliente elegir la forma de su depósito. Los impulsores reconocen explícitamente que su propuesta está inspirada en la obra Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos, de Jesús Huerta de Soto, catedrático de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos.

Tal y como explica Baker en The Wall Street Journal, la reforma no consiste en prohibir la reserva fraccionaria sino en que el consumidor pueda elegir constituir depósitos 100%. Es decir, que el banco no preste su dinero sin su consentimiento.

En esencia, se trata de restaurar la Ley de Peel de 1844, sólo que extendiéndola a los depósitos bancarios. Dicha ley exigía un coeficiente de caja del 100% en oro a los bancos privados, pero tan sólo respecto a la emisión del papel moneda (patrón oro), olvidándose de aplicar el mismo requisito a los depósitos.

Según Baker, la reforma ofrecerá a los consumidores la posibilidad ´de elegir cómo van a utilizar los bancos sus depósitos. Si usted pide en préstamo una pintura a un amigo y le promete que la va a devolver cuando él la pida y a continuación, presta la misma pintura a otra persona, usted está cometido un fraude. Estas normas no se aplican, sin embargo, a los banqueros. Los parlamentarios británicos tienen hoy la oportunidad de cambiar esto, y espero que así lo hagan´.

El origen de la crisis

Desde hace casi dos siglos, los bancos gozan del privilegio legal de la reserva fraccionaria, ´lo cual significa que pueden prestar lo que ya deben a sus depositantes. Al prestar e invertir los depósitos a la vista, los bancos crean dinero mediante la extensión de crédito. Cuando las inversiones del banco se vuelven agrias, y las inversiones a menudo se vuelven agrias, el banco no puede devolver los depósitos y se declara en quiebra. A menos que se las arregle para convencer a los políticos de que es demasiado grande para caer [too big to fail], en cuyo caso serán rescatados con dinero de los contribuyentes´, explica el diputado.

´Esta relación asimétrica entre los depósitos bancarios y el contrato y los derechos de propiedad normales, combinada con la intervención del Estado, como en el caso de la planificación central de las tasas de interés [en alusión a la banca central], y diversas garantías adicionales, es la causa de los auges y crisis financieros´, aclara. Baker señala que esta propuesta está siendo seguida muy de cerca en EEUU y Europa. No es de extrañar si se tiene en cuenta que supondría una auténtica revolución para el sistema bancario.

´Nuestro proyecto de ley permitiría a los británicos elegir cómo se utiliza su dinero´. Es decir, que la entidad lo custodie sin posibilidad de prestarlo, garantizando la reserva 100% a cambio de pagar una comisión, o bien que el cliente permita explícitamente a la entidad prestar su dinero por un período de tiempo determinado, o lo que es lo mismo, un depósito a plazo a cambio de un determinado rendimiento (tipo de interés).

De este modo, según Baker, ´el crédito seguiría existiendo´, sólo que ahora sí estaría ´respaldado por ahorro real´. Además, el depositante ´sería plenamente consciente de los beneficios y los riesgos a la hora de optar entre depositar su dinero en custodia [depósito a la vista] o invertirlo durante un período definido [depósito a plazo]´.

´Hace dos años la economía mundial entró en crisis, sin embargo, nada se ha hecho para tratar de evitar nuevas crisis. Poner fin a la banca de reserva fraccionaria ha sido propuesto en algunas ocasiones por varios economistas de las tres grandes escuelas tradicionales - keynesianos, monetaristas y austríacos-. Uno podría preguntarse por qué el clamor para poner fin a este privilegio legal y anti-capitalista de la banca de reserva fraccionaria no se ha planteado con anterioridad ni con más fuerza´.

Baker tiene muy claro cuál es el problema clave que padece el sistema bancario contemporáneo y propone su solución de forma meridianamente clara: ´Los enemigos de la libertad muestran la crisis financiera como un fracaso del capitalismo. Sin embargo, el mercado en realidad no otorga privilegios legales a la banca tales como la reserva fraccionaria, los políticos sí. El privilegio legal de la reserva fraccionaria destruye los mecanismos sanos de propiedad y derecho contractual propios del capitalismo. Esperamos poner fin, hoy, a este privilegio´.

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Autor: Manuel Llamas

Wednesday, September 15, 2010

Un proyecto de ley para luchar contra el capitalismo “crony” (con favorecimientos)

Por Steve Baker

Traducido por Rodrigo Díaz de artículo tomado de the Wall Street Journal (Opinion Europe section) (Sept. 15, 2010)

La medida reformatoria dará a los consumidores la forma de elegir cómo van a utilizar los bancos sus depósitos.

Si usted pide en préstamo una pintura a un amigo y le promete que la va a devolver cuando él la pida y a continuación, presta la misma pintura a otra persona, usted está cometido un fraude. Estas normas no aplican, sin embargo, a los banqueros. Los parlamentarios británicos tienen hoy la oportunidad de cambiar ésto, y espero que así lo hagan.

Hoy en día, los bancos gozan del privilegio legal de banca de reserva fraccionaria, lo cual significa que pueden prestar lo que ya deben a sus depositantes. Al prestar e invertir los depósitos pagaderos a la vista, los bancos crean dinero mediante la extensión de crédito. Cuando las inversiones del banco se vuelven agrias, y las inversiones a menudo se vuelven agrias, el banco no puede devolver los depósitos y se declara en quiebra. A menos que se las arregle para convencer a los políticos de que es demasiado grande para fallar, en cuyo caso serán rescatados con dinero de los contribuyentes.

Esta relación asimétrica entre los depósitos bancarios y el contrato y los derechos de propiedad normales, combinada con la intervención del Estado, como en el caso de la planificación central de las tasas de interés, y diversas garantías adicionales, es lo que causa Auges y Crisis financieros. Hoy voy a apoyar a mi colega Douglas Carswell, miembro del Parlamento por Clacton, ya que presenta un proyecto de ley para eliminar el sistema bancario de Reserva Fraccionaria. Nuestros amigos en los EE.UU. y Europa están siguiendo el caso muy de cerca, ya que el capitalismo “crony” aflige a todo el mundo.

Antes de la reciente crisis financiera, los bancos solicitaban préstamos (y los siguen solicitando) a tasas de interés absurdamente bajas de los bancos centrales. Sus vendedores entonces inundaron de hipotecas (con comisión) a aquellos que no tenían esperanza de amortizar el capital con sus ingresos. Esta chatarra fue empaquetada y prestada de nuevo, esta vez de forma anónima, a desafortunados inversionistas dispuestos a creer que los precios de la vivienda sólo podrían aumentar, y que el riesgo del incumplimiento no estaba incluido en sus carteras. Este es sólo uno de los muchos errores del capitalismo financiero contemporáneo.

Nuestro proyecto de ley Reglamentario de Depósitos y Préstamos permitiría, a los británicos, elegir cómo se utiliza su dinero. Tendrían la opción ya sea de depositar su dinero en custodia, o de guardarlo por un período que el banco lo podría invertir a renglón seguido. Si la custodia es su elección, usted podrá tener su dinero de regreso al solicitarlo. Sus derechos de propiedad estarían intactos – seguiría siendo el dueño de su depósito. Usted probablemente no ganaría intereses, de hecho podría tener que pagar por el privilegio de acceder directamente a él a través de sucursales y cajeros automáticos. Sin embargo, si usted quisiera un rendimiento, podría optar por en cambio depositar su dinero por un período de tiempo. El banco podría invertirlo de nuevos, con lo cual usted tendría, potencialmente, un nuevo ingreso.

Crédito seguirían existiendo, respaldado por ahorro real. El ahorrado estaría plenamente consciente de los beneficios y de los riesgos a la hora de elegir entre depositar en custodia el dinero y ahorrarlo a término definido.

Hace dos años la economía mundial entró en crisis, sin embargo, nada se ha hecho para tratar de evitar nuevas crisis. Poner fin a la banca de reserva fraccionaria ha sido propuesto en algunas ocasiones por varios economistas de las tres grandes escuelas tradiciones – keynesianos, monetaristas y austríacos. Uno podría preguntar por qué el clamor para poner fin al privilegio legal, y anti-capitalista, de la banca de reserva fraccionaria no había sonado antes ni con más fuerza?

¿Es escandaloso sugerir que a los banqueros les guste más bien la socialización del riesgo y el fácil acceso a dinero de los demás, y que su éxito en este sistema requiera el amparo de los políticos adecuados? En contraste con los empresarios heróicos de “La Rebelión de Atlas” de Ayn Rand,” el financiero contemporáneo percibe una remuneración asombrosa para reportar ganancias no realizadas. Mientras tanto, no comparte ninguna de las inevitables pérdidas inherentes a un sistema basado en modelos fatalmente viciados de comportamiento del mercado. En lugar de prestar sólo a personas de su confianza, el actual sistema conduce a que los financieros contemporáneos se limiten a prestar a alguien, siempre y cuando puedan trasladar posteriormente el riesgo a otra persona o entidad.

Las pérdidas han sido socializados por el poder del Estado. Los bonos se han pagado a directivos de los bancos rescatados y el staff de apoyo piensa que es justo porque no fueron ellos quienes hicieron los negocios. Ejecutivos que, en otra época, habrían perdido todo como socios con abierta responsabilidad, han salido ahora como jubilados ricos.

Si hay hoy un conflicto de clases dentro del capitalismo, no es entre los trabajadores y los empresarios-propietarios, sino entre contribuyentes, ejecutivos de banco y accionistas. Los accionistas han entregado desde hace mucho tiempo el control de sus bienes y el pequeño inversionista encuentra escasos beneficios. Mientras tanto, los capitalistas financieros apuestan el dinero de otras personas sobre la base de modelos y teorías que han resultado ser una tontería, al mismo tiempo que nos dicen cuánta riqueza están creando y cuanto merecen compartir. Esa rara especie, el accionista a largo plazo, no tiene ningún recurso después de las pérdidas o los pobrísimos dividendos, y es el contribuyente quien luego queda obligado a pagar la factura pendiente.

El esquema anterior es incompleto y la mayoría de los jugadores que participan en este sistema no tienen la intención de explotar a los demás. Pero es explotación, cuando un grupo se ve obligado a cubrir las pérdidas derivadas de malas apuestas realizadas por un segundo grupo con el dinero que pertenece a un tercero. Este sistema de relaciones no es saludable. La antigua Regla de Oro, “haz lo que quisieras que te hicieran,” ha sido reemplazada por “haz a los demás antes que te lo hagan a ti.” Deberíamos preguntarnos si es esta la forma en que queremos vivir.

Los enemigos de la libertad muestran la crisis financiera como un fracaso del capitalismo. El mercado en la realidad no otorga privilegios legales, tales como la banca de reserva fraccionaria – los políticos si los otorgan. El privilegio legal de la banca de reserva fraccionaria destruye los mecanismos sanos de propiedad y derecho contractual del capitalismo. Esperamos poner fin, hoy, a este privilegio.


El Sr. Baker es miembro del Parlamento británico por el partido conservador por Wycombe.

TRADUCCION DE RODRIGO DIAZ

Monday, September 13, 2010

El Estado Benefactor de Finlandia está en la Bancarrota

Daily Mises: Martes, 31 de agosto de 2010 por Kaj Grussner


Los Progresistas en América a menudo tienen interés en promover el Estado Benefactor europeo como un argumento para apoyar un gobierno grande, especialmente en el debate sobre el cuidado de la salud. Señalan a los países de Europa, especialmente a los países nórdicos socialdemócratas, como modelos de conducta, con sus servicios de salud universal, su sistema de escuelas públicas, su generosa red social de seguridad y a la felicidad de todas las personas que viven allí.

Esta línea argumental consiguió un importante impulso cuando Newsweek proclamó a Finlandia fue el mejor país para vivir del mundo, seguido muy de cerca por Suecia y Suiza. Y por supuesto que son felices. Después de todo, no hay pobreza en estos grandes países, la población es educada y las personas generalmente no tienen porqué sufrir en la vida, porque el Gobierno benevolente siempre está ahí para resolver todos los problemas.

Muchas personas han intentado disipar este mito, pero aún persiste. Supongo que no seré capaz de agotar el tema, pero hay algunas cosas que deben saber acerca de esta mítica utopía, el "mejor país del mundo": Finlandia.

Educación por cuenta del Gobierno

Al igual que otros países escandinavos, Finlandia le gusta alardear acerca de su sistema de educación pública. Todas las escuelas están dirigidas por el Gobierno, incluso en las universidades. No hay pago alguno por el ingreso inicial, ni por matrícula semestral o anual, para los estudiantes finlandeses. Por el contrario, los estudiantes realmente reciben más de 400 euros al mes mientras estudian para obtener un grado, además de recibir préstamos y almuerzos estudiantiles, fuertemente subsidiados, etc. La educación superior gratuita es vista como un derecho, y como derecho debe ser accesible. Para tal fin, Finlandia tiene 20 universidades y 27 escuelas politécnicas. Esto en un país con alrededor de 5,3 millones de personas, de los que 1 millón viven en el área de la ciudad capital, y donde sólo otras cinco ciudades tienen una población mayor de 100.000.

Uno podría pensar que es grandioso que haya tantos lugares de enseñanza superior en un país con tan pocos habitantes, prueba de que su pueblo es educado y civilizado. Pocas cosas podrían estar más lejos de la verdad.

En primer lugar, la razón para tener tantas universidades es la política regional. Los políticos compran votos con la creación y el mantenimiento de puestos de trabajo gubernamentales en zonas deprimidas — el truco más antiguo en el libro.

En segundo lugar, la multitud de universidades y escuelas politécnicas bajan el nivel general de educación, debido a que una población tan pequeña no puede mantener un alto nivel de la educación en tantos lugares diferentes. Simplemente no hay un número de personas suficientemente competentes para atender las universidades y las escuelas politécnicas, sin mencionar que muchas de ellas están ubicadas en lugares poco deseables. Sólo unas pocas de las universidades de Finlandia pueden reclamar un muy alto nivel de educación. Por supuesto, la educación en Economía está por debajo del promedio en todos los ámbitos.

En tercer lugar, con tan accesible educación superior, se atrae a miles de personas cada año a obtener un grado, aunque nada tengan que ver con el mundo académico. Esto produce un gran número de Bachilleres, Magisters y Doctores que no tienen ningún valor en el mercado de trabajo porque estudiaron literatura, historia del arte, estudios religiosos o algo parecido. En muchos casos, no eligieron sus carreras porque realmente pensaran que les daría un trabajo; la eligieron porque parecía divertida o interesante, o era más fácil que entrar a la Escuela de Derecho o de la Escuela de Medicina.

El desempleo entre la gente educada se ha convertido en un problema crónico. La otra cara de la moneda es que Finlandia ha tenido durante mucho tiempo una aguda escasez de personas con habilidades tradicionales tales como: carpinteros, fontaneros, mecánicos etc., — personas que realmente pueden proporcionar servicios valiosos. Como era previsible, la escasez ha impulsado el alza en los precios y demoras en la entrega.

Salud Total

Al igual que los otros países escandinavos, Finlandia tiene Asistencia total de Salud. Esta es una de las cosas de la cual muchos gustan jactarse. Sin embargo, el sistema de salud es malo incluso para los estándares de Asistencia total de Salud.

En primer lugar, no es un sistema de pagador único de la manera que se podría imaginar un sistema de salud manejado y financiado por el Estado — es decir, donde es el Estado central el que proporciona y ejecuta el sistema. En en vez de esto, el sistema finlandés es municipal. Cada municipio está obligado formalmente a proporcionar a sus ciudadanos el cuidado de salud. Por supuesto, no todos los municipios pueden permitirse el lujo de un hospital o aún de un centro de salud. Por eso, Finlandia se divide en innumerables distritos de cuidado de la salud, cada uno de ellos servido por centros de salud y hospitales ubicados en algunos de los municipios que componen cada distrito. A primera vista, esto puede parecer razonable y bueno. Después de todo, ¿cuál es la diferencia entre sistemas de cuidado de salud nacionales y municipales? Una muy significativa, como veremos.

Un problema importante con un sistema de cuidado de la salud municipal es que es muy restrictivo. Sólo a las personas que están registradas en el distrito se les permite utilizar los servicios de cuidado de la salud allí. Si tiene una emergencia, usted tiene derecho a recibir tratamiento, pero tan pronto como se encuentra fuera de la UCI, se debe transferir a un hospital en su propio distrito. Esto ha conducido a numerosos casos donde personas han sido enviadas de un lugar a otro, a expensas de los contribuyentes, para dar cabida a estas reglas administrativas.

Uno de los ejemplos más estramboticos de esto fue el de una mujer que enfermó en la ciudad capital, Helsinki. Se le dio el tratamiento de emergencia, pero tan pronto como pasó la situación de emergencia tuvo que ser transferida de vuelta a su propio distrito, que estaba en Rovaniemi, más de quinientas millas al norte. Tengamos en cuenta que sólo porque uno se encuentra fuera de la sala de emergencias no necesariamente todo está bien y listo para ser dado de alta. Debido a la forma en que se ha configurado el sistema de salud municipal, el individuo enfermo tuvo que ser conducido más de quinientas millas a un hospital diferente.

Una de las leyes más básicas de la sociedad es que mientras más áreas administrativas se establezcan dentro de un estado, más burocracia se produce. Todos estos distritos sanitarios por supuesto deben tener sus propias administraciones, que a su vez tienen que servir de enlace a través de los funcionarios de salud en cada municipio del distrito, y todos ellos tienen que coordinar con los administradores de cada centro de salud y hospital. Y, a continuación, uno tiene que tener un departamento lleno de toda clase funcionarios de cuidado de la salud, a nivel nacional para acabar de complicar las cosas.

Como se puede imaginar, la eficiencia no es uno de los principales atributos del sistema sanitario finlandesa. Estudios han demostrado exceso de médicos en algunos lugares con la correspondiente escasez en otros. Muy pocos municipios pueden permitirse mantener servicios de la atención de la salud de acuerdo al mandato de la Ley. Centros de salud han sido, y están siendo, cerrados todo el tiempo, pero nunca es despedido un administrador. El Gobierno central debe transferir dinero a los distritos para mantenerlos a flote en forma continua. En otras palabras, Finlandia parece tener un sistema central de cuidado de la salud, manejado y financiado por el estado, sino que en realidad tiene un sistema municipal, que ha resultado en mucha más burocracia.

Cualquier país que quiera tener un sistema universal de salud no debe tomar como ejemplo a Finlandia. Una de las tragedias reales de este fracaso es el hecho de que Finlandia tiene algunos de los mejores hospitales privados en el mundo, pero debido a la forma como opera nuestro servicio de atención universal de salud, muy pocos ciudadanos finlandeses llegan a beneficiarse de ellos.

Con licencia para Robar

Como consultor de impuestos, yo estoy con frecuencia participando en batallas legales con las autoridades fiscales, representando a mis clientes y tratando de proteger sus derechos. En estas luchas, encuentro la arrogancia y en algunos casos, la malevolencia pura del recaudador, completamente incontrolada. Nunca dejo de estar sorprendido por la ignorancia y la insensibilidad en este particular departamento del Estado.

Como regla general, las autoridades fiscales no se preocupan por la ley, en el caso raro de que la conozcan. No sólo eso, sino que es evidente, por la manera de actuar, que consideran cada centavo como su dinero y sólo podrá retenerlo el contribuyente a discreción de la autoridad. Incluso, sucede que inventan argumentos que son manifiestamente falsos y sin ningún piso legal a fin de recaudar más impuestos e imponer varias otras sanciones. Cuando los contribuyentes desafían sus reclamaciones indignantes, simplemente los ignoran y continuan como si nada ha ocurrido — a pesar de que la Constitución exige que todas las decisiones y reglamentos hechos por una agencia del Gobierno deben estar basadas en la Ley y detalladamente explicadas.

Esto no parece sin embargo que aplicara a las autoridades fiscales así como tampoco otros principios jurídicos. En todas las demás cuestiones, usted es inocente hasta que se pruebe su culpabilidad, pero si el recaudador le cobra algo, es usted quien tiene que probar su inocencia. Si uno falla en probar su inocencia, uno es culpable, y son las autoridades fiscales quienes deciden si usted falla.

Este tipo de comportamiento es sin duda familiar para el público estadounidense, ya que el IRS les ha sometido a todo tipo de violaciones. Sin embargo, estas violaciones, llevadas a cabo no menos regularmente en Finlandia que en los Estados Unidos, desafían el aura de utopía que parece que rodear a los Estados Benefactores social-demócratas del norte de Europa.

Los estatistas pueden sentirse muy cómodos con los impuestos elevados, pero incluso tienden a ser aprensivos cuando escuchan los estragos a que son sometidos los particulares y sus familias por las autoridades fiscales. Y son por supuesto los particulares y los pequeños empresarios quienes sufren la mayoría de la agresión, porque rara vez tienen el conocimiento o los recursos para defenderse por sí mismos. Los multimillonarios y las grandes empresas por lo menos tienen la oportunidad de luchar; los chicos no. Y eso que se trata de una sociedad compasiva.

En un sistema como este — con leyes de impuestos muy vagas; con funcionarios fiscales que están exentos de responsabilidad por su conducta; y además onerosas, los gastos legales derivados de litigios contra las autoridades fiscales nunca tienen compensación — se violan rutinariamente los derechos de los contribuyentes. Los funcionarios no tienen ningún interés en tomar la decisión correcta, por lo que cuando un caso no es completa y totalmente obvio, deciden en favor del Estado.

El estado promulga una legislación vaga y, a continuación, hace que el contribuyente pague por su interpretación.

Después de eso, el contribuyente podrá elegir entre pagar el impuesto adicional y a menudo ilegal, o gastar tiempo y dinero en desafiar la decisión. Y debido a que los funcionarios de impuestos pueden y rutinariamente lo hacen, ignorar los argumentos del contribuyente, incluso el más trivial de los casos puede ser apelado a través del sistema judicial hasta llegar a lo más alto, a la Corte Suprema Administrativa, el máximo Tribunal del país. Si el contribuyente tiene mala suerte, el resolver una controversiapuede tomar tanto como diez años, a un costo decenas de miles en honorarios legales. Y si gana, no se le compensa el tiempo y el dinero gastado en defensa de sus derechos, ni son reprendidos por su conducta los funcionarios fiscales responsables. Por esta razón, la mayoría de disputas de impuestos son decididas principalmente en base a la jurisprudencia, y la jurisprudencia ha sido en gran medida pagada por los contribuyentes. En otras palabras, el estado promulga una legislación vaga y, a continuación, hace que el contribuyente pague por su interpretación.

Deudas en aumento

La realidad y el futuro del Estado Benefactor finlandés no es muy brillante. La crisis en Grecia y en los demás países de la PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) ha dado lugar a un muy necesario debate sobre el estado de las finanzas públicas en Europa. Por primera vez en mucho tiempo, los políticos están realmente hablando de la necesidad de recortar el gasto del Gobierno. Aunque esto es sin duda positivo, incluso aquellos políticos que abogan por recortar el gasto no parecen comprender lo que realmente significa.

El creciente déficit y las deudas nacionales no son el resultado de una escasez de ingresos fiscales. En Finlandia, la tasa de impuesto marginal máxima para los individuos es superior al 50 por ciento. Se cobra un impuesto de valor agregado sobre todos los bienes y servicios a todos los niveles de producción. La tasa de impuestos para servicios y bienes de consumo normales fue recientemente elevada del 22 al 23 por ciento. Como en los Estados Unidos, hay una gran multitud de diferentes tasas y tarifas impuestas sobre todo lo que existe bajo el sol.

Lo que ha llevado al Estado Benefactor finlandes a un desastre fiscal es el siempre creciente gasto del Gobierno. Incluso durante los 15 años anteriores al colapso del 2008, un período mencionado como de continuo crecimiento económico, no se pagó la deuda nacional. En 1994, la deuda nacional finlandesa fue 51,7 millones de euros. En 2007, ascendió a 56,1 millones de euros. A finales de 2009, la deuda se disparó a 64,3 millones de euros y a finales de junio de 2010, aumentó a 69,8 millones de euros. Esto a pesar del hecho de que los ingresos por impuestos habían permanecido estables, y aún incrementado, entre el 2000 y el 2009. Las cifras muestran que el gasto gubernamental durante este mismo período aumentó de 33 millones de euros en 2000 a 46,9 millones de euros en 2009. El gasto proyectado para 2010 y 2011 es 52,5 millones de euros y 50,4 millones de euros, respectivamente. Se estima que la deuda nacional llegará a 85 millones de euros al final del año fiscal 2010.

Conclusión

Finlandia es y ha sido durante mucho tiempo, el orgullo del utópico Estado Benefactor social-democrata en Europa y ahora ha sido nominado como el país más grandioso del mundo, en un extraño remedo del premio otorgado a Ben Bernanke como Personaje del Año por la Revista Time.

En Finlandia, los progresistas creen, el gran Gobierno trabaja. También lo hacen el cuidado universal de la salud y la educación pública "gratuita". Y si Finlandia puede hacerlo, también pueden hacerlo los Estados Unidos. El defecto en ese argumento es que Finlandia realmente no puede hacerlo, no más de lo que puede Obama mantener sus promesas.

El Eestado Benefactor finlandes llega ya a un precio que no podemos permitirnos. El sistema de cuidado de la salud es enormemente ineficiente y costoso y estorba el camino de acceso de la gente normal a una verdadera y grandiosa atención médica proporcionada por el sector privado. La educación pública es también muy costosa y constantemente se encuentra "corta" de dinero. Los libros de texto pasan de generación a generación, todo el mundo aprende las mismas falacias que quienes los antecedieron, si se logra que los libros sean aún legibles.

La idea del del derecho de todo el mundo a un título universitario se ha traducido en un número muy elevado de los graduados universitarios, pero sus grados a menudo no tienen ningún valor en el mercado de trabajo. Debido a los altos impuestos y a ambos, los altos riesgos legales y financieros, al emplear personas, una tasa de desempleo del 8 por ciento se considera normal. ¿Y he mencionado que el sistema de jubilación es centavo a centavo un esquema Ponzi tanto como el sistema de seguridad social de los Estados Unidos y está al borde del colapso?

La deuda nacional ya ha alcanzado niveles alarmantes. Por otra parte, no ha habido un período prolongado de tiempo en que el monto de la deuda haya sido sistemáticamente pagado. En el mejor de los casos se ha mantenido estable, para sólo incrementarse en casi un 50 por ciento en el último par de años, si las proyecciones son ciertas. La quiebra vendrá a menos que se realicen cambios significativos.

Sin embargo, deseo terminar con una nota positiva. En encuesta tras encuesta, los finlandeses favorecen abrumadoramente el recorte del gasto como un medio para lograr poner bajo control las finanzas públicas del Gobierno. Anteriormente, a los finlandeses no les ha importado pagar impuestos, pero ahora están despertando al hecho de que el aumento en los impuestos no es ya una opción viable.

El año próximo, los finlandeses vamos a las elecciones para elegir un nuevo Parlamento. Espero que el resultado de la elección reflejará esta importante y nueva realidad.

Kaj Grüssner es un asesor de impuestos en Finlandia.