Sunday, May 13, 2012

“Ecofascismo” de Jorge Orduna: una mirada sobre el discurso ecologista en los medios. (PARTE I)

Tomado de FUNDAMIN


Jorge Orduna, periodista y ensayista argentino, escribió un libro denominado “Ecofascismo. Las internacionales ecologistas y las soberanías nacionales”, que lejos de pasar desapercibido fue casi silenciado en las discusiones mediáticas. Es decir, siempre es mejor la queja estruendosa que la explicación sesuda, profunda y argumentativa. Algo de esto es lo que reseñaremos de este libro en la primera parte de la entrega.
Fueron los últimos y violentos sucesos de Andalgalá los que hicieron que el tema vuelva a ser de una preocupación cardinal. El ecologismo –aún cuando sus orígenes tienen al fascismo como encuadramiento y sustento- es un movimiento que merece ser respetado como cualquier otro, pero la cuestión se complejiza cuando la violencia es mas fuerte que las ideas, y por tanto las dominan en la práctica. Mas abajo observaremos un apartado del libro de Orduna con el objetivo de observar cómo los medios cubren la cuestión ecológica.
Los fines de los medios: cómo los fines justifican a los medios.
Uno de los apartados mas interesantes para abordar el libro de una manera no lineal –este libro es permeable para ser leído por áreas de interés, no solamente por el orden lógico de sus páginas- es el denominado “Ecología y medios”. En el mismo se halla un análisis original, puntilloso y audaz. Lejos de la mirada pasiva, Orduna se anima a decir algo más sobre esta relación.
Los medios tienen una lógica –una matriz- publicitaria, es decir todo debe circunscribirse a la velocidad de un slogan. La economía de las palabras y del saber mandan. Con mensajes cortos, superficiales, pero bien efectivos los medios lograr ser eficaces para los ecologistas. Es decir, como dice Orduna, hay un triunfo del simplismo publicitario frente al saber científico y profundo.
Veamos esto en detalle y según la lógica analista del autor. Según él, a la hora de tratar un tema ecológico, los medio eligen mal: “lo mas importante es el hecho de que con frecuencia el periodismo consulta al periodismo equivocado” Pero esta elección no es algo casual.
La simplificación y el empobrecimiento de la complejidad del tema a tratar es la primera operación. “Los productores, los periodistas consultan directamente a un científico y dan por sentado haber dado con la última ratio respecto del tema” (las cursivas pertenecen al original) sintetiza meridianamente Orduna. Y está claro que los ecologistas encontraron en esta lógica un lugar ideal a explotar.
Es decir, en lugar de hablar con diferentes especialistas con diversas miradas para que la audiencia enriquezca su mirada, sólo toman la visión del ecologismo publicitario, en tanto son rápidos y petardistas. Esto, para los medios, es preferible que escuchar a un científico que hable con precisión y lenguaje técnico. Esta forma de presentar y explicar el tema es la preferida de los medios y les permite a las organizaciones ecológicas derramar su discurso apocalíptico.
Con frases pegadizas, resonantes, que favorezcan la repetición y la redundancia a los fines de la recordación, los medios se erigen como el espacio ideal para vulgarizar la relación entre el hombre y la naturaleza.
En consonancia con lo anterior, vale pasar a la otra operación retórica es la explotación romántica de la cuestión humana. Explica Orduna: “Explotando el sentimentalismo, se fomenta la proyección de valores, cualidades y concepciones humanas sobre los seres del mundo natural, se induce una visión acientífica de la realidad y se manipulan multitudes en función de una estética que no surge de la objetividad, sino de intereses de mercado. Sin embargo, esa del mundo se instala masivamente generando actitudes que no provienen de una información veraz, completa y oportuna.
El predominio del esquematismo, la simplificación hacen de la información una excelente mercancía. Orduna trae una frase clave “No a la minería”. Y luego sutilmente esclarece: “¿Qué pensaríamos de un maestro de primaria que dejara caer la frase: <>, sin explicitar cómo y en qué y sin impedir, aclarando el contexto, las previsibles y probables interpretaciones?”. El debate, el saber científico se expulsa para dejar la puerta abierta simplemente al slogan.
Porque para los medios es mas fácil dice “No a la minería” que debatir el futuro productivo del país, porque en última instancia algo de eso implica la frase. ¿Se puede estar en contra de una industria, de una marca? No es mejor explicar y debatir por qué es preferible inclinarse por una que por otra, a través de los beneficios, la potencialidad que posee, etc.
La ciencia se opaca al lado del vértigo publicitario. “La ciencia exige precisión en el lenguaje. Y esta precisión es con frecuencia un estorbo para la publicidad, que necesita moverse con asociación de ideas, imágenes y un mundo sencillo y extremo, en blanco y negro. Pero claro nadie debería vender ecología con los mismo métodos con que se vende un jabón” apunta de manera inteligente Orduna.
La publicidad posee un orden que le es propio pero que es refractario a la ciencia con su lentitud y profundidad. Lo malo no es la publicidad sino que los medios sólo dan crédito a su lógica, y no es lo mismo un jabón que el futuro productivo de un país, ni un celular de última generación que la generación de puestos de trabajo. En todo caso, el celular, la cámara con la que los medios hacen programas suelen tener origen en una misma industria, que es la industria en cuestión.
Orduna señala que el gran logro de las organizaciones ecologistas “consiste en haberse ubicado como punto de referencia, información y consulta para el periodismo en todo lo concerniente a cuestiones ambientales”. Se han posicionado como “fuente de referencia objetiva, neutral, apolítica, incluso <>, y la carencia, en las instituciones científicas estatales y académicas, de una estructura dedicada a proponerse ante los medios como referentes prioritarios”.
El appeal publicitario, joven y ardoroso de las organizaciones ecologistas han generado transmitir desde los medios una imagen de un mundo a punto de estallar. Dueños de una verdad que no se discute, a la que parece no haber argumento que se pueda oponer.
Es importante el texto de Orduna en la medida en que aporta una mirada que el público común podría obtener para contrastar con el bombardeo diario.

No comments: